Dr. Juan Pablo Borbolla Arizti
Gastroenterólogo y endoscopista por la Universidad Anáhuac. Médico adscrito al servicio de Gastroenterología del Hospital Español.
Consultorio GASTROCLINICA
T. 55-52-55-58-55 / 55-52-55-58-12
IG: @drborbollagastroenterologia
De acuerdo a la CONADIC (Consejo Nacional contra las Adicciones):
20 millones de mexicanos tienen un problema serio con el consumo de alcohol
43% de los niños mexicanos empiezan a tomar alcohol antes de los trece años.
23% de los niños mexicanos beben con regularidad
La edad promedio para comenzar a beber alcohol es a los quince años
De acuerdo a la Global Drug Survey estos son los países que más alcohol beben:
Australia
Dinamarca y Finlandia
Estados Unidos
Reino Unido
España
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, en América Latina, el primer lugar de consumo de alcohol lo ocupa Chile con el 9.6 litros per cápita mientras que México ocupa el décimo lugar con un consumo de 7.2 litros per cápita.
El consumo de alcohol
Una bebida alcohólica estándar tiene entre 12 y 15 gramos de alcohol.
Para la OMS, un consumo excesivo es cuando una mujer ingiere más de 40 gramos y el hombre, 60 gramos al día.
Se considera un problema de salud cuando se ingieren más de 50 gramos en el caso de las mujeres y 70 gramos en el caso de los hombres.
Además, el consumo de más de 60 gramos de alcohol también produce daños a la salud
CIRCUITO DEL ALCOHOL
Cuando tomas una copa de alcohol, ésta pasa:
Primero, a lo largo del esófago.
Atraviesa el estómago.
Y entra al intestino delgado.
Aunque una pequeña cantidad de alcohol pasa al torrente sanguíneo a través de la mucosa del estómago, la mayor parte del alcohol pasa a la circulación sanguínea a través de las paredes del intestino delgado.
El alcohol, por su bajo peso molecular (46), no requiere de un proceso de digestión y es absorbido directamente en su estado original a través de la pared del intestino delgado y de la mucosa estomacal.
La absorción a la sangre es rápida, entrando en el riego sanguíneo en tan solo 5 minutos y alcanzando las máximas concentraciones en sangre en un tiempo estimado de 30 a 90 minutos.
También, luego de tomar alcohol hay una mayor concentración en la SALIVA que en la sangre. Toma aproximadamente 30 min de ingesta continua el igualar esta concentración.
Menor producción de saliva implica agruras acidez o reflujo, gingivitis (inflamación de las encías), alteración en la percepción de los sabores (sabor metálico), mas erosiones dentales, caries lo que lleva a perdida de piezas dentales.
¿Y en ayunas?
Si se toma en ayunas, llega antes al torrente sanguíneo y precipita sus efectos, que pueden llegar a su clímax entre 30 minutos y 2 horas después del consumo.
Se considera que el estómago «está vacío» cuando han pasado entre 2 y 4 horas de la última ingesta.
La mayor parte del alcohol se absorbe en el intestino delgado, de forma que al beber con el estómago vacío pasa rápidamente al intestino, produciéndose un pico elevado de concentración en sangre.
FACT: las bebidas destiladas (como la ginebra, el vodka o el ron) producen un pico más agudo que las bebidas fermentadas (como la cerveza o el vino).
ESOFAGO (tubo que conecta boca con estomago)
El alcohol puede afectar al esófago de varias maneras:
Inflamación de la mucosa
incrementa el riesgo de esófago de Barret
hay más riesgo de cáncer de esófago
afecta de manera importante la motilidad. (o sea, el movimiento)
Múltiples estudios han reportado una mayor prevalencia en ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO o ESOFAGITIS EROSIVA en pacientes alcohólicos.
FACT: Tan solo 1 solo trago hace que disminuya la presión del esfínter que une al esófago y al estómago, provocando más episodios de reflujo y acidez.
ESTÓMAGO
El alcohol hace que se produzca menos ácido y eso lleva a mayor indigestión y mayores infecciones gastrointestinales.
Las bebidas alcohólicas con bajo porcentaje de alcohol como vino y cerveza incrementan de manera importante la secreción de ácido gástrico y la liberación de GASTRINA (hormona que estimula la producción de ácido en el estómago)
Por eso es que hay formación de erosiones, mayor inflamación de la mucosa y puede haber inclusive sangrado.
El uso crónico de alcohol puede generar acortamiento o atrofia de la mucosa del estómago lo que hace que exista menor producción de hormonas gástricas menor producción de ácido y problemas digestivos.
FACTS:
Las bebidas alcohólicas con altas concentraciones, o sea, MAS DE 15% provocan estreñimiento mientras que bebidas como vino o cerveza provocan diarrea
Pequeñas dosis de alcohol hacen que disminuya la movilidad del estómago
Tan solo con un día de tomar mucho alcohol se pueden producir erosiones y sangrado, bebidas alcohólicas con más de 10 % de alcohol pueden producir alteraciones y rupturas en la mucosa gástrica.
Con ingestas continuas en 30 a 60 min el daño a la mucosa gástrica es evidente dependiendo de la cantidad. Puede ir de enrojecimiento de la mucosa a erosiones y sangrado.
No todo es malo, El alcohol en especial el vino se usaba como desinfectante vs salmonela y shigella. Efecto bactericida vs Helicobacter Pylori.
INTESTINO:
Aquí el alcohol interfiere con la absorción de varios nutrientes, SIN EMBARGO, es RAPIDAMENTE ABSORBIDO en el intestino delgado, en especial en el yeyuno.
Resulta que, estudios han demostrado que la ingesta AGUDA DE ALCOHOL inhibe la absorción de AGUA, SODIO, GLUCOSA, AMINOACIDOS y ACIDOS GRASOS en ID.
Por disminución en absorción y aumento en la permeabilidad intestinal, la ingesta de alcohol se asocia a la presencia de diarrea.
Después de la ingesta crónica de alcohol hay mal absorción de vitamina B1, ácido fólico y vitamina B12 lo cual resulta en anemia y alteraciones en SNC.
El alcohol desnaturaliza e inactiva enzimas como la lactasa lo que genera DIARREA DISTENCION y MAL ABSORCION DE PRODUCTOS CON LACTOSA.
CONCECUENCIAS MÉDICAS
Todo lo anterior concluye en: pérdida de apetito, nausea, vómito, gases y dolor abdominal.
Los pacientes con altas ingestas de alcohol dejan de comer por lo que hay grados de desnutrición y anemia.
Los diferentes grados de desnutrición pueden llevar a demencia o alteraciones en sistema nervioso central.
La ingesta crónica de alcohol se asocia a hasta 40 veces mayor riesgo de cáncer en cavidad oral, esófago, estómago intestino delgado colon y recto.