Juan Manuel Argüelles
Antropólogo Físico por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Maestro en Filosofía de la Ciencia por la UNAM y Maestro en Filosofía de la Ciencia con especialidad en Filosofía Biológica por la Universidad del país Vasco. Actualmente es Profesor investigador de tiempo completo en la Dirección de Antropología Física del INAH. Director de Antropología Física del INAH.
IG: @juantropologo_
El sistema nervioso evolucionó como un aparato para el movimiento eficaz.
Únicamente tienen movilidad, los organismos que tienen este sistema.
En términos generales, evolucionó garantizando el movimiento eficaz a partir de la predicción.
El cuerpo percibe el mundo y actúa en consecuencia.
¿Pensamos y sentimos con el cerebro?
Tenemos un sistema autónomo, que gestiona el metabolismo del cuerpo.
Un sistema nervioso periférico, con millones de nervios extendidos por todo el cuerpo y que acopian información del mundo, la cual es procesada en el sistema nervioso central, que comprende el cerebro, el tallo y la columna vertebral.
Lo primero importante es que no pensamos y sentimos con el cerebro. Lo hacemos con todo el cuerpo.
Para ello, contamos con imágenes sensoriales, o sea, que lo que ocurre a nivel neurológico cuando te quemas el dedo con un sartén, es que un receptor en la punta de tu dedo, genera un impulso eléctrico que viaja por una enorme fibra llamada axon, hasta llegar a otras células nerviosas, uniéndose mediante unos pequeños tentáculos llamados dendritas.
A la unión de las células nerviosas, se le llama sinapsis y al llevarse a cabo tu cuerpo tiene una imagen sensorial del mundo, que te permite apartar el dedo del sartén. Es un sistema sensorial y motriz que funciona mapeando el exterior mediante representaciones corporales internas. Este sistema de sensaciones y movimiento llegó al mundo para CAMBIARLO TODO.
La percepción sensorial
Hace 500 millones de años, en lo que llamamos el cámbrico, los océanos se llenaron casi repentinamente de artrópodos, gusanos planos y animales fantásticos con sistemas sensoriales para percibir el mundo y trasladarse en él. Con el tiempo geológico y la selección natural, muchos sistemas cognitivos han evolucionado, pero desde los albores de la vida pluricelular, existe la percepción sensorial; para mí, la primera cualidad para comprender que son el cerebro y la cognición.
La atención es una cualidad perceptiva que te permite analizar una parcela o una pieza del mundo y se trata de un fenómeno decididamente fisiológico. Cuando por ejemplo estamos en la mesa de un bar con muchos amigos, podemos detectar un chisme que nos interesa en el otro extremo de la mesa. Todos somos testigos de que puedes concentrarte para escucharlo mejor. Si alguien que está cerca te llama (es decir te interrumpe) pierdes “la atención”.
El hecho de poder dar más trabajo cognitivo a una parcela específica de la realidad, nos permitió a los humanos concentrarnos en la factura de una herramienta, pero sirve a todos los animales para cazar a su presa. Si bien es importante percibir el mundo como un paisaje construido a partir de representaciones internas (visuales, olfativas, sensuales y asociadas) la evolución de la atención diferencial, cambió el comportamiento de muchos organismos. Diríamos que no hay relación entre presa y depredador, sin esa cualidad biológica.
Memoria e imaginación
De la importancia de la memoria nos damos cuenta, sobre todo, cuando alguien la pierde.
Hay muchos fenómenos cognitivos a los cuales llamamos memoria. Por ejemplo la memoria sensorial, que nos permite retener en la mente imágenes y sonidos, posteriores a la experiencia. También se llama memoria icónica, por ejemplo para sostener en tu mente la cara de la persona que te presentaron, te gustó y ya se fue. Y memoria ecoica, para recordar sonidos. Pero principal interés causan la memoria de corto plazo y la de plazo largo. Una observación fascinante es que una persona puede tener comprometida su memoria de corto plazo a la vez que intactos sus recuerdos, es decir que el sistema es bastante complejo.
Las áreas más activas para la memoria se encuentran en el lóbulo temporal medial y sobre todo en el hipocampo y la verdad es que nos damos cuenta de su importancia evolutiva porque sabemos lo crucial que es para las aves regresar a sus nidos, para los elefantes recordar reservas de agua o para los grandes simios sus rutas de forrajeo, así como comprendemos en el caso humano su importancia para la supervivencia social, pero de su fisiología sabemos más cuándo falla, que aspectos de su operación óptima. Sus funciones evolutivas y fenoménicas son tan evidentes y su dependencia del tejido nervioso es tan clara, que seis muy difícil no pensarla como una favorita de la cognición nerviosa.
Emociones con tonos polares afectivos
En muchas ocasiones de la vida cotidiana parece que comprendemos lo que sucede y pensamos lo que vamos a hacer. En realidad, para tomar atajos comportamentales, sentimos lo que sucede y reaccionamos sin pensarlo mucho. Esto podemos hacerlo, porque imprimimos a nuestra experiencia sensorial un tono polar afectivo o emoción primaria cuyas principales cualidades son el agrado, el desagrado, la tensión y la relajación. Las reacciones corporales de este tipo, tales como el miedo o la ira, nos alertan sobre peligros o nos permiten encarar retos de todos los días.
Algunas décadas atrás, Paul McLean desarrolló su teoría de los tres cerebros en la cual suponía una superposición de estructuras neuronales que mezclaban nuestro comportamiento mamífero con nuestra conducta reptiliana y humana. Pensaba literalmente que el sistema nervioso humano tenía el cerebro de un reptil cubierto por el de un mamífero y la corteza cerebral humana. Hoy no pensamos así. Pero llamamos sistema límbico a una serie de núcleos cerebrales que articulan nuestras sensaciones corporales convirtiéndolas en emociones que muy probablemente compartimos con muchos mamíferos.
La sensación de ser, con contenido y contexto y el auto percatamiento
Tal vez saber de manera reflexiva de su existencia sea una cosa muy de la especie humana. Pero sentir que se es una unidad es una cualidad evolutiva compartida con muchas otras especies.
Nuestro cerebro nos permite tener la coincidencia temporal de contenido y contexto. por cierto, esto es posible por dos bucles eléctricos de 20hz cada uno que al oscilar simultáneamente te permiten percatarte del paisaje perceptual) y diversos experimentos han mostrado que al menos los chimpancés, los elefantes y los delfines pueden reconocerse a ellos mismos en un espejo, lo que bien mirado es espectacular, y también sabemos que los animales que se sienten y auto reconocen, suelen ser empatices con los demás de su especie.
El percatamiento del yo en un organismo es fundamental para la evolución de una cognición compleja.
El cerebro social
La empatía, la altricialidad y otras cualidades para la cooperación tienen una cualidad evolutiva que vale la pena mencionar: para que el sistema de redes neuronales de que dependen se desarrolle, es necesario un estímulo social constante, de lo contrario la red se elimina. El ejemplo mejor registrado es el lenguaje.
Cuando decimos que nuestro cerebro está pre cableado, utilizamos tal metáfora porque sabemos que centros neurales tales como el área de broca o el área del Wernike entre otras, se asocian a esa capacidad; estudios a partir de lesiones así lo indican.
La observación interesante es que estos módulos cerebrales que se encuentran el lóbulo temporal izquierdo, se atrofian sin el ejercicio específico de aprender y escuchar el habla. La razón es que las proteínas canal posicionadas a lo largo del axon de las neuronas sirven para que fluya la electricidad en cada sinapsis, pero sin el estímulo adecuado no hay sinapsis y durante el desarrollo las proteínas canal se cierran dejando inútil la red en cuestión. Digamos que durante la infancia la atención diferencial promueve la eliminación diferencial de redes neuronales en los centrosneurológicos especializados en la adquisición de destrezas sociales típicas para la cooperación
Conciencia ampliada
La electricidad en el complejo tálamo cortical está involucrado con la conciencia, pero no existe un correlativo neuronal específico para el fenómeno. Sabemos que utilizamos la memoria para construir nuestra historia y nuestra identidad. Usamos nuestra capacidad auto reflexiva para reconocernos y nuestra cualidad de imaginar el futuro inmediato para dirigir nuestro comportamiento, así que lo que sabemos es que utilizamos todas las capacidades antes platicadas para construir la conciencia humana.
Razonamiento, emociones y lenguaje
A veces se nos dice que tomemos decisiones con la cabeza fría, sin que las emociones nos desborden, es un buen consejo.
No obstante, cuidadosos estudios neurológicos a partir de gente con lesiones, muestran que con las emociones mermadas y el razonamiento intacto, no es posible tomar decisiones convenientes para la vida.
Esto indica que el razonamiento puro para la toma de decisiones es un imaginario de la mente, debido a nuestra posibilidad de narratizar nuestra experiencia con el lenguaje.
Lesiones en el lóbulo pre frontal izquierdo, causan deficiencia en las emociones que junto con la razón utilizamos para tomar decisiones.
Sin duda un hit de la evolución humana.
