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¿Cómo nacieron las grandes marcas mexicanas?

Les vamos a contar desde cómo surgió la idea, cómo le han hecho para sobrevivir, cuáles han sido sus secretos y qué podemos aprender de estas grandes marcas.

octubre 4, 2021

Adrián Gutiérrez
Especialista en negociación profesional, conferencista, autor de los libros “Cómo ser un mexicano exitoso”, “100 cosas que todo mexicano debe saber”, “Padre Divorciado”, “Cómo ser un latino exitoso en Estados Unidos”
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Hemos hablado de marcas y hoy toca hablar de marcas mexicanas, pero ¿Qué diferencia hay entre hablar de marcas mexicanas y marcas internacionales?
La empresa aun en función más antigua de México, es el “Hospital del Marques” fue mandado a construir por Hernán Cortes para atender a los heridos por la conquista de Tenochtitlan, abrió su puertas en 1524 y hasta hoy sigue en funciones en el centro histórico de la CDMX.
Hoy lo conocemos como el “Hospital de Jesús” y recibió ese nombre debido a que gano la rifa de un cristo crucificado, el cual se decía que era muy milagroso.
En la capilla del hospital de Jesús, se encuentran los restos de Hernán Cortes.

Mole Doña María
El mole Doña María inició su historia siglos después de la conquista española, pero nació bajo el cobijo de una familia con raíces italianas y francesas.
Nace en 1950 en San Luis Potosí.
Resulta que Doña María Pons Nicoux estaba a cargo del restaurante del Hotel Progreso, propiedad de su familia.
Ella preparaba mole para sus familiares y amigos pero eran tantos los elogios que recibía que la familia lo puso en el menú del restaurante.
Para evitar los errores de cálculo en la cantidad de mole preparaba todos los días, Doña María empezó a deshidratar los ingredientes base de su receta para hacer un polvo. Con un poco de agua, el polvo se convertía en mole.
La idea funcionó y Doña María empezó a comercializar mole.
Lo empaco en vasos de cristal, como se sigue haciendo hasta la fecha, y un grupo de mujeres jóvenes, vestidas de chinas poblanas, recorrían los siete barrios de la ciudad de San Luis Potosí para venderlo casa por casa.
La estrategia fue un éxito y al poco tiempo Doña María y su esposo Peter Degetau Wegener construyeron una pequeña fábrica en una casona en el centro de la ciudad.
Productos Marpe (fusión de María y Peter) fue el primer nombre de la incipiente empresa.
En 1955 Productos Marpe cambió de nombre a Productos Doña María, S.A y los vasos de mole se empezaron a vender más allá de los límites de San Luis Potosí.
Ciudad de México, Tampico, Monterrey y en algunas ciudades del Norte y del Pacífico fueron los nuevos mercados.
En la década de los 70 Doña María vendió la marca a su sobrino Enrique Hernández Pons, dueño – en aquel entonces- de Grupo Herdez, al que sigue perteneciendo la marca.
En pleno siglo 21, Doña María comercializa 10 mil toneladas de mole al año usando la receta original.
Esta producción representa entre el 20 y 25 por ciento del mercado total de mole que hay en México cada año.
Los principales competidores de Doña María no tienen marca; son los moles que se encuentran a granel en los mercados. Son muchos los productores que hay, pero no los comercializan con una marca propia.
Doña María se vende en todo México y el 30% de su producción se exporta a Estados Unidos, España, Francia, Alemania y algunos otros países donde el mole está considerado como un producto delicatessen.
La variedad de mayor aceptación es el mole rojo, tanto en la presentación listo para servir, como en pasta.
A lo largo de su historia Doña María ha tenido un extenso portafolio de productos que ha ido desde las salsas hasta la harina para hacer tamales, pasando por las tablillas de chocolate, nopales, frijoles y ate; sin embargo, por estrategia de negocios, estos productos se han hecho a un lado para concentrarse únicamente en el mole.
El vaso de Doña María es una de las principales características de esta marca.
Muchos hogares mexicanos guardan en sus alacenas estos vasos, usándolos como cualquier otro traste de la cocina.
La razón de origen del tradicional vaso de Doña María no es clara, sin embargo se ha vuelto un valor agregado de la marca.

La central cerillera
El cerillo es un producto que ha estado presente en la vida de los mexicanos en poco más de dos siglos.
Compañía Cerillera La Central es una de las empresas más antiguas de México dedicada a la producción de cerillos.
Es una empresa fundada por León y Manuel Mendizábal en 1885 en la ciudad de Veracruz.
La Central fue la primera cerillera en México.
Toma su nombre ya que la fábrica estaba muy cercana a la estación del tren, por lo que también toma como logotipo la máquina de ferrocarril.
En 1888, después del gran éxito que tuvieron en Veracruz, sus fundadores decidieron establecer una sucursal en la Ciudad de México.
En 1910, al morir los fundadores de la empresa, la razón social se cambió a Mendizabal y Compañía Sucesores, Cerillera la Central.
En esa época Daniel Montull empieza a colaborar con la compañía como representante de ventas y le dio un impulso al crecimiento de la Central.
En 1940, Daniel Montull, ya como director general de La Central, diseñó la famosa cajetilla de los Clásicos de Lujo donde, además del ferrocarril, añadió a la Venus de Milo y al Partenón.
Los cerillos eran para gente de mundo. Al reverso de esta edición había una pintura que podía ser de Rembrandt, Tintoreto, Velázquez o el Greco. Y para atraer todavía más la atención, La Central lanzó un álbum donde uno podía pegar el reverso de las cajetillas de cerillos y armar su colección.
El libro tenía datos sobre los autores de las pinturas, ésta fue una época dorada para la memorabilia y los artículos promocionales, así que una caja de cerillos con “estampas” coleccionables fue un éxito inmediato.
Una vez que los Clásicos de Lujo se volvieron populares como artículos de colección, don Daniel tuvo la idea de incluir artistas mexicanos al reverso de las cajetillas.
Al menos 122 pintores mexicanos dieron a conocer su trabajo gracias a La Central.
Entre sus cajetillas, La Central tuvo ediciones especiales del mundial, las olimpiadas y un homenaje a la tauromaquia. Para esta edición, que se llamó Taurinos de Lujo, los diseñadores reemplazaron a la Venus de Milo y al Partenón por un toro de lidia corriendo a la velocidad de su clásico ferrocarril.
Entre sus rarezas La Central tuvo una colección de zoológico donde aparecieron estampas con ilustraciones de animales y otra de geógrafos con mapas de todas partes del mundo.
La Central también tiene una colección que conocemos todos desde antes que se pusiera de moda el contenido esotérico: los Talismanes. Son las cajetillas cuadradas y de colores que se imprimen cada mes con un color distinto y al reverso un signo del zodiaco.
Hoy en día, cuenta con una plataforma industrial que incluye plantas, centros de distribución y depósitos estratégicamente con una cobertura comercial en México y a través de una oficina de ventas en Estados Unidos, para garantizar su abasto a todos sus clientes y consumidores.

Tequila Cuervo. 263 años de historia y 11 generaciones
Empezaron hacer tequila desde antes de que México se llamara México.
En 1678 llega a la nueva España, Francisco Cuervo.
1708 nace en México “José Antonio Cuervo y Valdez y de la Riva” años después trabaja como mayordomo de la cofradía de la animas del tequila, donde se produce mezcal.
En 1795, obtuvo la primera licencia en la nueva España para producir “vino mezcal”.
Era corregidor de tequila 1758, y le dan aproximadamente de 14 hectáreas para sembrar agave, el agave no se llamaba agave, se llamaban mezcales.
La planta se reconoce como Agave, hasta el segundo imperio, Maximiliano trajo un botánico para clasificar las plantas y ahí se identifica la variación de la planta de Agave.
José Maria Guadalupe, funda la primera taberna, eran lugares muy pequeños donde hacían el vino mezcal 1795.
María Magdalena cuervo (esposa de Vicente Albino). se queda con la taberna entre 1769 ya hay primero registros, entre 1758 y 1769.
Malaquías cuervo, tenía una taberna clandestina, aún hay vestigios.
La taberna de José Cuervo, era del tamaño de un cuarto de 3 x 3, la parte de adentro tenían el pipon, los hornos estaban en la parte de afuera, era para los locales.
Primer maestro tequilero, Lázaro Gallardo, en 1847 tequila centenario, empieza a hacer una mezcla más suave, la limpia, y hace para hacer.
En 1880 es la primera fábrica que deja de vender tequila solo en barriles y lo comienza a embotellar, en una botella damajuanas, una botella que venía de Francia, donde trasportaban el vino, no sufre alteraciones, no se desperdicia.
Jose cuervo y la bastida, hijo de Malaquías, era administrador, el hace las primeras etiquetas.
El logo de cuervo ya se usaba desde los inicios de la rojeña, aunque el tequila no se llamaba cuervo, pero para distinguir sus barriles, los marcaban con el logotipo de un cuervo.
El padre daba el permiso del registro de marca, no había registro de marcas.
En 1900 nace la marca “Jose cuervo” como hasta hoy la conocemos.
En 1948 nace la margarita, la bebida que le dio auge al tequila en EUA que es el mayor consumidor de tequila en el mundo.
Guadalupe Gallardo no tiene hijos y le hereda la fábrica a su sobrino, Juan Beckman Gallardo, ya tenía las 3 fábricas para 1964.
A finales de los 80s Juan Beckman vidal hereda la empresa. En 1996 Juan Domingo Beckham Legorreta.
Los visionarios, la historia de la empresa, a través de hombres y mujeres que construyeron José Cuervo, 2022. Libro, catalogo, y un museo. 7 años trabajando en el proyecto.

octubre 4, 2021