Tere Díaz
Psicoterapeuta, especialista en desarrollo personal.
TW: @tedisen
terediaz.com
FB: Tere Díaz Psicoterapeuta
Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros:
“¿Amor o codependencia?” y “Lo que ellos dicen de ellas”.
TW: @AuraMedinaW
Anamar Orihuela
Psicoterapeuta, conferencista, tallerista, escritora. Fundadora de la clínica HERA
y creadora del método HERA. Ha creado he impartido por más de 15 años ininterrumpidos,
diplomados de autoestima para hombres y mujeres. Autora del Betseller “Hambre de hombre”.
TW: @AnamarOrihuela
anamarorihuela.com.mx
10 TIPS TERE DÍAZ
Además de que uno de los problemas familiares más conocidos y poco resuelto es el de “falta de padre”, ya sea por un real abandono físico, o por una ausencia emocional en tanto que a la mayoría de los hombres se les sobrecarga con mandatos sobre la vida laboral, profesional y personal por encima de la paternidad.
Los padres se ausentan “con tanta facilidad”, de diferentes formas.
Los casos extremos, esos que se enteraron del embarazo en el que participaron y decidieron no ser parte en nada de la paternidad. Quitando los casos en que esto pudo haber sido un acuerdo o una decisión autónoma de la mujer, que dadas las circunstancias decidió ser madre soltera (en cuyo caso no hablaríamos de “padres ausentes”, sino de configuraciones diversas y elegidas).
Las situaciones en que en una supuesta pareja el padre desaparece al saber del embarazo, abandona.
Los casos en que una pareja se separa, con hijas/os pequeños o adolescentes, y esos hombres no distinguen entre separarse de la pareja y responsabilidad con los hijos. Puede que sigan contribuyendo o no al sustento económico, que es parte de esa responsabilidad, pero cortan casi por completo el vínculo con los hijos. Sucede casi siempre que las madres de éstos libran luchas legales y/o morales para pedir, rogar, exigir, que se responsabilicen económicamente, pero sobre todo afectivamente.
Y por último esos padres que están ahí pero no están. Que pueden ser buenos proveedores económicos, pero que nomás no pueden conectarse en lo afectivo. Dejan esos asuntos a las mujeres. Saben enojarse, saben exigir, saben gritar, con lo que creen que saben ejercer la autoridad, pero no saben conversar, no saben escuchar y ya no digamos acunar (a cualquier edad del hijo/a) o mostrar afecto físico y emocional. A veces se quejan de sentirse excluidos de una complicidad que suelen tener las madres con los hijos e hijas, pero cuesta darse cuenta desde ahí adentro cómo su exclusión del mundo afectivo terminó dejándolos fuera de casi todas las dinámicas significativas.
La socialización de estos hombres dentro de una cultura patriarcal y machista, los va haciendo ausentes. Así vemos que no deja de ser avasallante su universalidad, su normalización y su impacto.
El cambio hacia una nueva masculinidad hace que hoy cada vez más hombres reclaman su lugar como padres activos, presentes y amorosos que no solo represente el sustento y la autoridad. El rol de los padres ha estado minimizado e invisibilizado. Un compromiso social sería afirmar la paternidad redefiniendo la maternidad.
Si el rol de las mujeres ha cambiado en su posicionamiento en la vida pública el rol de los hombres ha de cambiar en el ámbito de lo privado.
Transitar de:
Importancia por competir.
Importancia de lograr poder.
Importancia de obtener logros.
Importancia de ser independiente.
Importancia de tener estatus.
A:
Importancia de preocuparse por los/las demás.
Importancia de ocuparse de los/las demás.
Importancia de ayudar a los/las demás.
Quizás muchos de los problemas o quejas de los hijos en cuanto a los padres tiene que ver con:
Su falta de presencia física.
El escaso tiempo para convivir.
Su distancia emocional.
Su super exigencia (donde nada es suficiente).
Su violencia (física y emocional).
¿Cómo reconciliarnos con nuestro padre?
Ojo:
Si sufriste abuso o maltrato primero tendrás que recuperarte.
Si dependes económicamente de él tendrás que esperar a independizarte.
Y si dependes emocionalmente de él (de su aprobación, de su afecto, de su aprecio) tendrás que trabajar. Se requiere de cierta edad, cierta experiencia de vida, cierta madurez y humildad (es decir de cierto trabajo personal) para poder hacer esto sin lastimarte y sin lastimar. No es un pleito para ganar sino heridas a sanar.
Algunas sugerencias:
Dile adiós al padre que no tuviste para poder dar la bienvenida al padre que tienes hoy.
Trabaja con el miedo. (No erradicarlo pero contenerlo) Mucha gente le tiene miedo al padre. Hoy no eres un niño eres un adulto.
Aprende a calmarte.
Cuestiona qué es lo peor que podría ocurrir.
No olvides la meta: sanar y actualizar la relación con tu papá.
Dentén lo que te lastima si se sigue haciendo incluso aléjate. Ojó, no hace falta justificar lo injustificable (violencia y abusos).
Pide lo que necesitas (cosas concretas y puntuales) y ve qué si te puede dar.
Valora si sirve hablar o si sirve simplemente estar.
Escucha a otras personas hablar de él para tomar perspectiva.
Si vas a hablar busca un espacio a solas. Con más miembros de la familia se activan patrones familiares, alianzas, y coaliciones. Además que haya testigos altera nuestra conducta y la hace más defensiva, también la de ellos.
Primero pregunta y escucha: «¿Cómo eran las cosas para ti cuando yo era pequeño; qué estabas viviendo y experimentando; cuál fue la historia completa que no se nos podía decir a los hijos y las hijas?» Y la segunda serie va aún más atrás en el tiempo: ¿Cómo fue tu niñez; cuáles fue la relación con tus padres?
Si después de escuchar vas a hablar describe la conducta concreta de él y lo que esa conducta produce en ti.
No esperes ser escuchado la primera vez. Podrías encontrar una total negación, de modo que debes tener listos algunos ejemplos que ilustren lo que quieres decir. Si lo acorralas puede terminar en una catástrofe.
La actividad compartida relaja a los hombres y reduce la intensidad de una confrontación directa. Los materiales básicos de esa relación son los silencios, las acciones que remplazan a las palabras, los actos, las cosas que no se dicen en vida y que son motivo de eterno homenaje después.
Si no crees que sirva hablar escribe para ti. Repiensa, repasa y resignifica el pasado.
Trabaja con un terapeuta que te ayude a procesar.
Nada nos impide hoy, ya adultos y responsables, conscientes de nuestra vida, elegir a nuestro padre. No es una mentira, es uno de los padres o una de las versiones de papá que tenemos dentro. Si hasta aquí hemos elegido convivir y pelear con una. ¿No nos merecemos disfrutar de la otra? ¿No somos también producto de ella?
TIPS AURA MEDINA
El padre representa tu relación con la vida. Reconciliarte con tu padre, con la figura paterna es importante ya que esta energía masculina es primordial para salir al mundo, a la vida que a veces se vuelve difícil, competitiva y hasta peligrosa, en la que puede estar comprometida su supervivencia
Auto empatía: antes que intentar empatizar con tu padre y otorgarle un perdón que posiblemente aún no estás list@ para dar, trabaja en la empatía hacia ti.
Que da el padre:
Apoyo y guía para descubrir y validar nuestro potencial natural.
Fortaleza, valentía y perseverancia para perseguir nuestras metas y enfrentar obstáculos y decepciones que encontramos en el camino.
Honestidad e integridad al sobrellevar situaciones y personas difíciles.
Inspiración para aprender y desarrollar nuestra curiosidad.
La habilidad de estar sol@ con un@ mism@.
Sexualidad natural y sensible.
Amor, respeto y valoración de lo femenino.
Sentido el humor y una postura menor formal frente a la vida.
1. Una Lista de las necesidades esenciales que te faltaron del padre.
2. Escribe sobre los tipos de creencias, mensajes que pudiste haber recibido de tu padre de cada uno de estos puntos.
3. Habla con tu padre como si estuviera presente, explícale lo que te hizo falta recibir y como esa carencia te hace sentir. Este proceso puede sacar profundos sentimientos escondidos.
4. Acepta y trabaja con tus emociones: enojo, rabia frustración, dolor, son reales. Estamos condicionados por la sociedad, cultura, religión, para no sentir enojo por los padres. La aceptación y expresión genuina de las emociones existentes por no haber recibido lo que necesitábamos en nuestro crecimiento es parte importante de superar los rencores y reclamos. Al mantenernos en el resentimiento, no crecemos y le decimos “no” a la vida.
5. Explora como puedes estar proyectando estas necesidades en tus amantes, parejas, amigos o figuras de autoridad en tu vida.
6. Trabaja para asumir todas las cualidades que estás buscando afuera (conviértete en tu padre).
7. En la medida de lo posible, suelta expectativas de tu padre actual, hazte responsable de satisfacer estos vacíos y necesidades en la actualidad.
8. Para poder realmente reconciliarte, necesitas expresar la ira, si te la quedas será imposible llegar a un punto de armonía y amor por tu padre. llegar a la reconciliación genuina es necesario expresar tu ira. Hazlo con ayuda de un terapeuta, en un lugar seguro donde nadie salga lastimado.
9. Acepta y honra a tu padre tal como es o fue… te comparto una oración sistémica para ello:
“Visualiza a tu padre delante de ti, detrás de él a tus abuelos, detrás a bisabuelos y a todos tus ancestros. Incluye tíos, tías, tíos y tías abuelas. A todos y a cada uno de ellos les dices:
Hoy quiero honrarte padre y junto a ti, a los ancestros. Yo vengo de ustedes, ustedes son mi origen. Al llegar antes que yo, me facilitaron el camino que hoy tránsito.
Hoy les doy un lugar en mi corazón y en mi sistema de familia a cada uno de ustedes.
10 TIPS ANAMAR ORIHUELA
1.-Reconocer que vive en ti.
Cuando tenemos una relación conflictiva con nuestro padre, hay una parte de nosotros mismos que se bloquea y nos limita. Todos tenemos un padre en el interior y estamos aliados de alguna manera con él. Reconocer que hay una parte de él en ti es algo esencial.
2.-Valida las necesidades no resueltas con él y repara en tus relaciones presentes. Permite recibir y ser protegido. Construye relaciones con hombres que te reconocer, te validan y te cuidan.
3.-Desahoga el dolor de su ausencia, de su abandono, de lo que te haya dolido en tu relación con él. Recuerda que la ausencia es la presencia más importante de la vida.
4.-Conoce su historia, empatiza con sus limitaciones y comprende a su niño. Un papá violento, ausente, alcohólico es un papá lleno de dolor y heridas.
5.-Observa cómo representa tu materia de vida. ¿Cuál es la materia que hoy te lleva a prender tu padre?
6.-Actualiza la relación con él y elige ¿cuál es la relación que quieres y necesitas hoy en tu vida?.
7.-No te alíes con tu Madre en su relación de pareja con tu padre. Tú eres su hijo y no pareja de tu padre. Las cosas que tus papás eligieron y permitieron en su relación no te competen. Date la oportunidad de amarlo como hijo.
8.-Si eres hombre, sé un Padre con permiso a expresar tus sentimientos y mostrar tu protección, un padre afirmado. Si eres mujer permite la energía del padre en la relación con tus hijos y respétala.
9.- Date tu tiempo y entiende que es todo un proceso, cuando esté integrada la lección un día dejarás de sentir enojo por él y empezarás a sentir compasión.
10.-Escríbele una carta a tu padre con tres secciones; Lo que te faltó, lo que te enseñó y escríbele lo que le agradeces.
“Un día el padre dolido en ti compartirá sus dones a través del amor y el perdón”.