fbpx
2025-04-05 06:15:24
como-saber-si-un-hijo-es-autista

¿Cómo saber si tu hijo es autista?

Estas son las señales para saber si tu hijo es autista y qué es lo que puedes hacer para entenderlo y ayudarlo en la vida.

abril 2, 2025

Estas son las señales para saber si tu hijo es autista y qué es lo que puedes hacer para entenderlo y ayudarlo en la vida.

A ver, todos sabemos que cada niño es un mundo. Algunos son un tornado de energía que no paran de hablar y no saben quedarse quietos, otros son más reservados y observadores. Algunos comen lo que sea (sí, esos niños existen), y otros solo aceptan nuggets y papitas a la francesa con precisión quirúrgica.

Pero ¿qué pasa cuando notas que tu hijo percibe el mundo de una manera distinta? Hablemos del autismo, esa forma especial en la que algunos cerebritos funcionan y que, seamos honestos, está llena de mitos y confusión.

Si alguna vez te has preguntado: ¿Será que mi hijo es autista? Aquí te damos una guía para ayudarte a entender mejor qué onda con esto.

Primero, lo primero: el autismo no es una enfermedad

Pausa dramática. Sí, leíste bien. El autismo no es algo que “se cura”, porque no es una enfermedad, es una forma diferente de procesar la información y de vivir el mundo. Piensa en los cerebros como si fueran sistemas operativos. Algunos corren con Windows, otros con Mac OS y otros con Linux. Todos funcionan, pero de maneras distintas. El autismo es una forma de neurodivergencia, lo que significa que el cerebro de las personas autistas está cableado de una manera particular.

Ahora bien, ¿cómo te das cuenta si tu hijo podría estar en el espectro autista? Aquí te dejamos algunas señales.

No dejen de leer: Señales de autismo en adultos: ¿Estás en el espectro?

La comunicación: no siempre se trata de palabras

El mundo espera que los niños hagan contacto visual, saluden con la manita y digan “gracias” cuando la abuelita les da dinero en su cumpleaños. Pero un niño autista puede que no haga ninguna de estas cosas de la forma convencional. Algunas señales incluyen:

  • Prefieren mirar hacia otro lado cuando les hablas. No es que no te escuchen, simplemente el contacto visual puede ser incómodo o innecesario para ellos.
  • Usan un lenguaje súper literal. Si le dices “ponte las pilas”, puede que realmente busque unas pilas. O si le preguntas “¿quieres ayudar?”, tal vez solo te responda “no” sin más.
  • Se comunican con gestos más que con palabras. Señalan, te llevan de la mano a lo que quieren o usan expresiones faciales en lugar de frases largas.

Ejemplo de la vida real: Estás en la fila del súper y tu hijo no responde cuando la cajera le dice “hola”. No es que sea grosero, simplemente puede que su cerebro no procese ese tipo de interacciones de la misma manera que el resto.

No dejen de leer: Así es el burnout autista: cuando tu cerebro dice “hasta aquí”

Intereses… Muy específicos

Los niños autistas suelen tener intereses intensos y apasionados en temas muy concretos. No estamos hablando de “me gusta Spider-Man” como cualquier niño promedio. No, aquí hablamos de niveles de obsesión, nivel experto de Wikipedia.

  • Pueden aprenderse de memoria los nombres de todos los dinosaurios que han existido (y corregirte si dices “triceratops” en vez de “torosaurus”).
  • Se saben de principio a fin todas las estaciones del metro y su historia.
  • Son expertos en estadísticas de fútbol, pero no necesariamente juegan.

Estos intereses pueden durar semanas, meses o toda la vida. No es solo un hobby, es una parte fundamental de su mundo.

Ejemplo de la vida real: Si tu hijo te habla durante 40 minutos seguidos sobre diferentes tipos de tiburones y se enoja si intentas cambiar de tema, ya sabes por qué.

También pueden leer: Señales de que es momento de terminar una amistad

Comportamientos repetitivos (o sea, “porque me gusta y punto”)

Si notas que tu hijo hace ciertas cosas una y otra vez, no es porque esté aburrido, es porque hay algo en ese movimiento o sonido que le da calma y estructura.

  • Ordenar cosas perfectamente alineadas (coches, crayones, muñecos).
  • Repetir frases de su película favorita (con la misma entonación y todo).
  • Encender y apagar la luz porque el clic es simplemente fascinante.
  • Movimientos como aletear las manos, balancearse o hacer sonidos con la garganta.

Ejemplo de la vida real: Vas a casa de unos amigos y, mientras los otros niños juegan juntos, tu hijo está alineando todas las tapas de botellas de la mesa. No está “ignorado”, simplemente está en su mundo. En el de él.

Sensibilidad a los estímulos (demasiado o muy poco)

La ropa con etiquetas puede ser su peor pesadilla, pero al mismo tiempo, puede que le encante sentir la vibración de la lavadora. Esto se debe a que los niños autistas pueden ser hipersensibles (todo es demasiado intenso) o hipo sensibles (buscan más estímulos sensoriales).

  • Pueden taparse los oídos cuando hay mucho ruido (sí, incluso en un cumpleaños infantil).
  • Pueden oler o tocar objetos de forma insistente.
  • Solo comen ciertas texturas de comida.

Ejemplo de la vida real: Llevas a tu hijo a un restaurante y, en cuanto entran, se tapa los oídos y se quiere ir. No es un berrinche, simplemente el ruido y las luces pueden ser demasiado para él.

¿Y qué se hace cuando un hijo es autista?

Si estas señales te suenan familiares, el siguiente paso es consultar con un especialista. No, no con el tío que “cree que es solo una fase”, sino con un psicólogo infantil, neurólogo o pediatra especializado.

No hay una sola prueba para diagnosticar el autismo, pero los profesionales observarán cómo juega, se comunica y reacciona ante diferentes estímulos. También te harán preguntas sobre su desarrollo y pueden pedir la opinión de sus maestros.

Lo más importante: Un diagnóstico no cambia quién es tu hijo. Solo te da herramientas para apoyarlo mejor y entender su manera única de ver el mundo.

No dejen de leer: Hijos grandes que celan el tiempo y dinero de sus padres

El autismo no es un obstáculo, es una forma de ser

Si descubres que tu hijo es autista, no significa que su vida (o la tuya) será más difícil, solo será diferente. Aprenderás a entenderlo, a adaptarte y, sobre todo, a celebrar su forma especial de ver el mundo.

Así que, la próxima vez que veas a tu hijo, alineando juguetes o evitando contacto visual, en lugar de preocuparte, obsérvalo y conoce su mundo. Puede que descubras muchas cosas y que tu forma de ver el mundo, se agrande.

Fuente: raisingchildren.net.au/autism/

abril 2, 2025