Silvia Cruz Martín del Campo
Investigadora del Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados) del IPN, especialista en el estudio de los mecanismos de acción de las sustancias que producen abuso y adicción.
slcruz@cinvestav.mx
La gran mayoría de las drogas se combina con otros compuestos. Datos de decomisos internacionales y análisis químicos muestran que este es un procedimiento común y que hay más adulterantes y agentes de corte conforme más lugares intermedios existan entre el punto de producción y el sitio de consumo de las drogas.
En algunas muestras de drogas de los Estados Unidos se han encontrado hasta 12 sustancias diferentes a la droga original.
¿Con qué combinan las drogas?
Los agentes con los que se combinan las drogas pueden ser de diferentes tipos: agentes de corte, contaminantes, substitutos con efectos similares y adulterantes.
Agentes de corte
Algunos no tienen efectos por sí mismos, pero tienen apariencia similar a la droga y se usan generalmente para aumentar el volumen y lograr mayores ganancias. Algunos ejemplos son el almidón, la harina o talco.
Los contaminantes
Pueden ser químicos que no se eliminan adecuadamente en los procesos de síntesis, como por
ejemplo ácidos o bases que se usan para extraer la cocaína o para producir el cristal.
Otros contaminantes pueden quedar porque la extracción de compuestos activos de origen natural se hace apresuradamente y quedan restos biológicos.
Dado que varios de estos compuestos son activos, pueden modificar los efectos de las drogas.
También se han encontrado sustancias muy tóxicas, como veneno para animales, en algunas muestras y se piensa que se usan para producir efectos diferentes y novedosos que hagan pensar a los consumidores que son sustancias más potentes.
Los sustitutos
Son compuestos lícitos con efectos parecidos a los de la droga original, pero menos intensos.
Por ejemplo, se usa cafeína, que es un estimulante menor, para mezclarlo con cocaína, o benzocaína, un anestésico local, también para cocaína.
Los adulterantes
Son sustancias que tienen efectos importantes por sí mismas y que producen daños sobre el estado de ánimo y la salud que no causa la droga original.
El riesgo principal de los adulterantes es que se usan, muchas veces, sin el conocimiento del consumidor, con riesgos significativos para la salud.
¿Cómo identificar una droga adulterada?
Para identificar si una dosis de heroína está adulterada o no adulterada con fentanilo se necesitan ensayos químicos que permitan identificar adulterantes o sustitutos en las sustancias psicoactivas.
Los Servicios de Análisis de Sustancias desarrollan intervenciones y modelos de intervención para poder detectar estos adulterantes y sustitutos en las drogas que se venden en el mercado negro, gris, deep web, para reducir los riesgos a las personas que desean usar estas sustancias.
En México, el Programa de Análisis de Sustancia (P.A.S.) ha identificado durante los últimos tres años que el 50% de las pastillas, cristales, secantes y otras presentaciones en las que se encuentran las drogas, están sustituidas por otras sustancias. En un estudio más específico que se realizó con muestras de cocaína se identificó que el 75% de éstas estaban adulteradas con alguna sustancia no deseada.
Tipos de adulterantes: Fentanilo, levamisol y fenacetina
Uno de los casos mejor conocido es el del fentanilo como adulterante de la heroína ya que ha sido un factor importante en el aumento de las muertes por sobredosis de opioides.
El levamisol:
Se usó como antiparasitario pero se retiró del mercado porque producía alteraciones serias en las células sanguíneas, lo que hizo que se restringiera su uso en animales. Ahora se ha encontrado en muestras de heroína, cocaína y metanfetamina.
¿Qué provoca?
Su consumo puede producir agranulocitosis, es decir, una disminución importante de las células de la sangre encargadas de la defensa del organismo contra infecciones.
El levamisol también causa vasculitis que es inflamación de los vasos sanguíneos y se manifiesta como lesiones rojas intensas en las orejas, la nariz y partes distales de la piel.
En la vasculitis se reduce el ancho de los vasos y, por lo tanto, el flujo sanguíneo, por lo que puede dañarse el tejido.
También se han encontrado casos de anemia en consumidores de cocaína y opioides mezclados con levamisol.
La fenacetina:
También fue comercializada para uso como analgésico y para disminuir la fiebre durante muchos años, pero se dejó de vender por sus efectos adversos.
¿Qué provoca?
La fenacetina produce daño al hígado similar al que producen cantidades altas de paracetamol. Además, su consumo repetido puede producir daño a los riñones.
La presencia cada vez mayor de adulterantes en drogas de abuso incrementa los riesgos a la salud de su consumo, incluyendo la posibilidad de sobredosis mortales. Tanto consumidores como trabajadores de la salud deben estar al tanto de esta situación para estar preparados para hacer frente a esta situación.