Diego Angulo
Médico Cirujano por la Universidad Anáhuac. Gastroenterólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una subespecialidad en Endoscopía por la UNAM. Certificado por el Consejo Mexicano de Gastroenterología y el Consejo Mexicano de Endoscopía Gastrointestinal. Miembro de la The American Gastroenterological Association (AGA), la American Society of Gastrointestinal Endoscopy (ASGE).
Centro Médico ABC.
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Anatomía del colón
El colon o intestino grueso es el último tramo del tubo digestivo.
Aprox mide 1,5 metros y va desde el final del intestino delgado hasta el A.N.O.
La primera porción del intestino grueso está en la parte inferior derecha del abdomen, es donde desemboca el intestino delgado y se llama ciego.
Desde aquí el colon asciende hasta llegar a la zona del hígado (colon ascendente) y atraviesa el abdomen (colon transverso).
El colon sigue hacia abajo, se llama colon descendente, y llega hasta a una zona que desemboca en el recto y finalmente en el A.N.O.
¿Para qué sirve?: La función específica del colon ascendente y transverso es absorber agua y electrolitos (sodio, potasio, etc.) mientras que la función del colon descendente y recto es almacenar las heces hasta su expulsión por el A.N.O.
¿Qué es la colitis?
Es la inflamación del revestimiento interno del colon.
Hay muchos tipos de colitis que generalmente se clasifican por los síntomas de cada uno.
Los dos tipos más comunes son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que son diferentes tipos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
La colitis ulcerosa causa otras manifestaciones en el cuerpo, como úlceras bucales, hinchazón de las articulaciones e inflamación de la piel.
¿Cuáles son los diferentes tipos de colitis?
Colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn: estos dos tipos de colitis se clasifican dentro de la enfermedad inflamatoria intestinal. La colitis ulcerosa ocurre cuando el sistema inmune reacciona de manera exagerada a las bacterias en el tracto digestivo. Comienza en el recto y se extiende al colon.
Colitis pseudomembranosa — este tipo de colitis se produce por el crecimiento excesivo de una bacteria conocida como Clostridium difficile. Normalmente vive en el intestino, esta bacteria generalmente no causa problemas debido al equilibrio con las buenas bacterias. Clostridium difficile toma el control cuando medicamentos como los antibióticos destruyen las bacterias buenas. Las toxinas que son liberadas causan inflamación.
Colitis isquémica— Se produce cuando se corta o restringe el flujo de sangre al colon.
¿Qué causa la colitis?
Infecciones o virus.
Pérdida de suministro de sangre.
Enfermedades crónicas.
Reacciones alérgicas.
¿Qué se siente?
Diarrea.
Dolor abdominal y calambres.
Dolor rectal.
Sangrado rectal— observar una pequeña cantidad de sangre en las heces.
Incapacidad para defecar a pesar de tener necesidad de hacerlo.
Pérdida de peso.
Fatiga.
Fiebre.
Cuándo debes consultar a un médico
Si tienes alguno de los siguientes signos y síntomas:
Dolor abdominal.
Presencia de sangre en las heces.
Diarrea constante que no responde a medicamentos de venta libre.
Diarrea que interrumpe el sueño.
Fiebre sin causa aparente durante más de uno o dos días.
¿Cómo se diagnostica la colitis?
Un examen físico ayuda a determinar la causa de los síntomas.
Los sonidos intestinales se escuchan mediante el uso de un estetoscopio.
Un análisis de sangre puede medir la hemoglobina y los niveles de hematocrito para detectar anemia.
Las muestras de heces también se pueden recoger para buscar infecciones bacterianas.
Las heces también pueden analizarse para detectar sangre.
¿Cómo se cura la colitis?
El tratamiento por lo general implica un cambio en la dieta, suplementos nutricionales y medicamentos recetados. En casos severos, se puede requerir cirugía.
La colitis leve responde a medicamentos como los esteroides y los antiinflamatorios. Los síntomas más severos requerirán medicamentos más fuertes como los medicamentos inmunomoduladores, que suprimen el sistema inmunológico para prevenir la inflamación.
Alimentos que se deben evitar
Alcohol y bebidas gaseosas.
Cafeína.
Productos lácteos.
Frutas y verduras crudas.
Legumbres.
Alimentos recomendados para incorporar a la dieta
Ácidos grasos Omega-3 (se encuentran en el salmón).
Probióticos (el kéfir).
Alimentos ricos en hierro (vegetales verdes).
Cúrcuma.
Alimentos ricos en ácido fólico.