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2024-12-21 06:10:14

El estigma del TDAH: los niños incomprendidos

Les decimos qué onda con los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, las señales de alarma, cuándo consultar a un especialista y qué esperar de un diagnostico como éste.

septiembre 2, 2021

Adalberto González Astiazarán
Pediatra, egresado del Instituto Nacional de Pediatría. Neurólogo egresado del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Egresado de Neuropediatría, por el
Harvard University, Massachusetts General Hospital.
WA: 55-39-33-48-74
neuropediatria140@hotmail.com

El TDAH en niños
En algún momento, todos tienen problemas para prestar atención, escuchar o esperar. Pero las personas con TDAH tienen problemas con estas cosas casi todo el tiempo. No lo hacen a propósito. El TDAH es un trastorno médico que afecta la atención y el autocontrol de una persona.
TDAH significa trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Este es el término médico para las dificultades con la atención y el autocontrol que pueden hacer que algunas personas sean inquietas y se muevan mucho.

Síntomas
Las características principales del TDAH incluyen:
La falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.
Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años y, en algunos niños, se notan a partir de los 3 años.
Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta.

El TDAH ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres, y los comportamientos pueden ser diferentes en los niños y las niñas.
Por ejemplo, los niños pueden ser más hiperactivos y las niñas pueden tender a ser menos atentas.

Existen tres subtipos de TDAH:
Falta de atención predominante: La mayoría de los síntomas corresponden a la falta de atención.
Conducta hiperactiva/impulsiva predominante: La mayoría de los síntomas son la hiperactividad e impulsividad.
Combinado: Esta es una mezcla de síntomas de falta de atención y síntomas de hiperactividad/impulsividad

SEÑALES DE ALERTA
Falta de atención
No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares.
Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares.
Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar
Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices.
Se distrae fácilmente.
Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar.

Hiperactividad e impulsividad
Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones.
Está en constante movimiento.
Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas.
Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
Habla demasiado.
Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas.
Tiene dificultades para esperar su turno.
Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas.

¿Cuál es la diferencia entre el TDAH y la falta de atención normal en los niños?
La mayoría de los niños sanos no prestan atención o son hiperactivos o impulsivos en un momento u otro.
Es típico que los niños en edad preescolar tengan períodos de atención cortos y no puedan seguir con una actividad por mucho tiempo.
Lo mismo ocurre con la hiperactividad. Los niños pequeños son naturalmente activos; a menudo todavía están llenos de energía mucho después de haber agotado a sus padres.
Además, algunos niños tienen naturalmente un nivel de actividad más alto que otros.
Nunca se debe decir que un niño tiene TDAH solo porque es diferente a sus amigos o hermanos.
Los niños que tienen problemas en la escuela, pero se llevan bien en casa o con los amigos, probablemente tengan problemas con algo que no sea el TDAH.
Lo mismo ocurre con los niños que son hiperactivos o que no prestan atención en casa, pero cuyas tareas escolares y amistades no se ven afectadas.

¿Por qué pasa?
Aunque la causa exacta del TDAH no está clara, las investigaciones continúan. Los factores que pueden estar involucrados en el desarrollo del TDAH incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.

Complicaciones
El TDAH puede dificultar la vida de los niños. Los niños con TDAH tienen estas características:
A menudo luchan en el aula, lo cual puede llevar al fracaso académico y al juicio de otros niños y adultos.
Tienden a tener más accidentes y lesiones de todo tipo que los niños que no tienen TDAH.
Tienden a tener baja autoestima.
Son más propensos a tener problemas para interactuar con sus compañeros y los adultos, y para ser aceptados por ellos.
Están en mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, y de otras conductas delictivas.

¿Cómo se diagnostica?
No hay una prueba específica para el TDAH, pero es probable que la tarea de diagnosticar incluya lo siguiente:
Examen médico para ayudar a descartar otras posibles causas de los síntomas.
Recopilación de información, p. ej., cualquier problema médico actual, historial médico personal y familiar, y registros escolares.
Entrevistas o cuestionarios para los miembros de la familia, los maestros de tu hijo u otras personas que lo conocen bien, como cuidadores, niñeras y entrenadores.
Criterios para el TDAH del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5) (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría).
Escalas de calificación del TDAH para ayudar a recopilar y evaluar la información sobre tu hijo.

¿Cómo se mide el TDAH?
Las escalas de Conners son probablemente, al día de hoy, una de las herramientas más utilizadas en la práctica clínica para evaluar los síntomas y las conductas asociadas al TDAH.
Están compuestas por un listado de síntomas que deben valorarse según la intensidad: nada (0), sí en baja frecuencia (1), sí en alta frecuencia (2) o casi siempre (3).
La Escala de Conners (u otras escalas de comportamiento) no son por sí solas una herramienta que permita diagnosticar, pero pueden aportar datos que no se habían recabado por ejemplo en las entrevistas, y pueden ser muy importantes en casos de diagnóstico más dudoso.
También permite evaluar el grado de afectación cuando el diagnóstico ya es seguro.

Existen cuatro versiones de la Escala Conners
Versiones extendidas: Estas versiones de la Escala Conners abarcan conceptos de psicopatología general. Entre otros podemos destacar problemas de conducta, problemas de aprendizaje, ansiedad, hiperactividad/impulsividad, inatención, manifestaciones psicosomáticas, miedos…
Versiones abreviadas: Las versiones abreviadas de la Escala Conners incluyen conceptos agrupados entorno a oposicionismo, hiperactividad, inatención e índice de TDAH.

Algunas preguntas contempladas en la Escala de Conners
PARA PADRES
Entre las distintas cuestiones que se incluyen en las Escalas de Conners dirigidas a los padres del niño con TDAH (o un posible diagnóstico de TDAH), podemos encontrar estas:
Es desobediente, obedece con desgana.
Le preocupa excesivamente estar solo/a, la enfermedad.
Cambia bruscamente sus estados de ánimo.
Es a veces cruel con los animales o niños/as pequeños/as.
Sus esfuerzos se frustran fácilmente, es inconstante.
Causa más problemas que otro/a de su misma edad.
A este tipo de afirmaciones, los padres deben responder evaluando el comportamiento de su hijo en función de lo que ellos perciben en el hogar como: nada (0), sí en baja frecuencia (1), sí en alta frecuencia (2) o casi siempre (3).

PARA PROFESORES
Tiene explosiones impredecibles de mal genio.
Exige excesivas atenciones del profesorado.
Exige inmediata satisfacción de sus demandas.
No se lleva bien con la mayoría de sus compañeros/as.
Acepta mal las indicaciones del profesorado.
Su conducta es inmadura para su edad.
Al igual que los padres, los profesores deben evaluar estas afirmaciones en función de cómo perciben al niño en el entorno escolar y académico como: nada (0), sí en baja frecuencia (1), sí en alta frecuencia (2) o casi siempre (3).

¿Cómo se trata?
Los tratamientos estándar para el TDAH en los niños incluyen medicamentos, terapia conductual, asesoramiento y servicios educativos.
Estos tratamientos pueden aliviar muchos de los síntomas del TDAH, pero no lo curan. Puede llevar un tiempo determinar qué funciona mejor para tu hijo.

septiembre 2, 2021