Dra. Lenore Walker
Psicóloga, investigadora, escritora. Es pionera en el estudio del impacto psicológico de las relaciones interpersonales, violencia y trauma. Su investigación “El Síndrome de la mujer maltratada” se introdujo en los tribunales de Estados Unidos. Su trabajo ayudó a formular políticas sobre diversas formas de violencia de género, como “El ciclo de la Violencia”. Ha publicado más de 20 libros sobre psicología en temas de mujeres, género, violencia y psicología forense. Fundó el Instituto de la violencia.
drlenoreewalker.com
LIBROS
Amar bajo el terror
El síndrome de la mujer maltratada
Handbook On Sex Trafficking
Abused Women And Survivor Therapy: A Practical Guide For The Psychotherapist
Entre otros
EL CICLO DE VIOLENCIA
El ciclo de violencia, descubierto en 1979 por Leonore Walker, es un ciclo de tres fases que atraviesan la mayoría de las mujeres maltratadas, y que una vez descubierto y difundido permite a la mujer identificarlo, romperlo y salir de él.
Las fases del ciclo son:
Tension-building. Aumento de tensión, e incremento de sensación de peligro,
En esta fase el agresor entra en una escalada gradual de tensión que se manifiesta en insultos, o comportamientos crueles o agresiones físicas leves. La mujer intenta calmarlo o al menos no irritarlo más, y usa técnicas de reducción de ira que a menudo tienen éxito y le refuerza la sensación de que puede controlarlo
Acute battering incident Incidente violento agudo,
La tensión sigue aumentando, y a ella, le resulta cada vez más difícil controlar los enojos. Hay veces, que ella prefiere quitarse del medio por miedo a desencadenar una discusión. Finalmente la tensión termina en agresión física que algunas mujeres llegan a provocar (sabedoras de que es inminente) para que tenga lugar dentro de casa y no en un lugar público.
Loving-contrition. Arrepentimiento amoroso o luna de miel,
En esta fase el agresor se disculpa repetidamente, intenta ayudar, es amable, muestra remordimiento, hace regalos y promesas de que no volverá ocurrir. Es frecuente que el agresor realmente llegue a creerlo y también ella, de manera que se convierte en un refuerzo positivo para mantener la relación y no romperla. Pero las fases se repiten inevitablemente.
Los estereotipos sociales sobre la mujer como cuidadoras y responsables del bienestar de toda la familia hacen que, cuando está dentro del ciclo, se autoimponga la tarea de suavizar todas las posibles causas de enfado del agresor para que el “verdadero hombre” con el que se casó, (el de la tercera fase) vuelva a aparecer. Sin embargo es importante que se conozcan estas tres fases para que las mujeres víctimas de violencia de género sean conscientes de que la fase tres no aparece sin la uno y la dos, y además son cíclicas y repetitivas.
EL SÍNDROME DE LA MUJER MALTRATADA
Leonore Walker define este síndrome como el patrón de signos y síntomas que sufre una mujer después de haber sido objeto de abusos físicos, sexuales y/o psicológicos en una relación de pareja, cuando el compañero ejerce poder y control sobre ella y es capaz de obligarla para que haga lo que él decida, con desprecio a sus derechos y sus sentimientos.
La actualización de esa investigación ha demostrado que existen criterios científicamente estudiados que permiten identificar el síndrome. Los tres primeros son comunes al síndrome por estrés postraumático y los tres últimos aparecen solo en las víctimas de sus parejas sentimentales:
Recuerdos intrusivos del suceso o sucesos traumáticos
Hiper excitación y altos niveles de ansiedad
Comportamiento de evitación y entumecimiento emocional, normalmente expresado como depresión, disociación, minimización, represión y negación.
Relaciones interpersonales irregulares e interrumpidas derivadas del poder del agresor y sus medidas de contro.
Imagen corporal distorsionada y/o dolor físico o somático.
Problemas en las relaciones sexuales.
Además de estos signos, existen otros tres umbrales que deben alcanzarse para poder considerar que concurre el desorden:
La mujer experimenta un suceso traumático por el que teme sufrir daño físico o perder la vida
Los efectos secundarios de ese suceso duran más de cuatro semanas. (si duran menos se diagnostica como reacción aguda a una situación de estrés)
Los efectos secundarios tienen un impacto en partes importantes de la vida de la víctima, tales como el trabajo, el colegio o las relaciones con los demás.
El síndrome por estrés postraumático tiene consecuencias diferentes al de la mujer maltratada, aunque tienen cosas en común.
Un suceso traumático puntual y aislado (como los provocados por fenómenos naturales o atentados terroristas) se percibe por la víctima como algo inesperado y fuera de control.
Sucesos traumáticos repetidos (como los que experimentan los soldados en el campo de batalla, o las víctimas de violencia doméstica o de género) también experimentan un impacto psicológico similar
PERO las víctimas de violencia doméstica tienen otras características propias aparte de las típicas del síndrome por estrés postraumático… Desarrollan unas habilidades para manejar la situación con una amplia variedad de métodos, como minimizar los hechos, negar el peligro, o reprimir sus sentimientos, entre otros.