En México nos encanta quejarnos de «tu tío» o «tu primo» o hasta de la famosa «contadora» pero ¿Se puede tener felicidad laboral? Dinamarca lo logró y si les copiamos algunas cosas chance y lo logramos.
Si hay algo que los daneses hacen mejor que casi todo el mundo—además de diseñar muebles imposibles de armar—es tener felicidad laboral. Mientras en otros países normalizamos salir tarde de la oficina, responder correos en domingo y poner “en línea, pero no disponible” en el chat del trabajo, en Dinamarca la gente disfruta su empleo sin volverse loca.
Y no, no es porque tengan trabajos más fáciles ni porque sean magos de la productividad. Su secreto es un modelo laboral basado en confianza, flexibilidad y un montón de vacaciones pagadas.
¿Cómo tener felicidad laboral al estilo de Dinamarca?
- Confían en sus empleados. Aquí nadie anda revisando a qué hora llegaste ni si realmente estabas en una “reunión importante” o viendo TikToks. Lo único que importa es que hagas tu trabajo bien. Punto.
- El horario es flexible. ¿Necesitas salir temprano para recoger a tus hijos? ¿Para ir al gimnasio? ¿Para sentarte en el parque a contemplar la vida? Hazlo. No necesitas inventar excusas ni dar explicaciones.
- Trabajan para vivir, no viven para trabajar. Solo el 1.1% de los daneses trabaja más de 50 horas a la semana (o sea unas 10 horas al día). En otros países ese número supera el 10%. O sea, mientras muchos se desviven en la oficina, ellos ya están en casa disfrutando de su familia, haciendo hobbies o simplemente existiendo en paz.
- Tienen montones de días libres. En Dinamarca es ley tener al menos cinco semanas de vacaciones pagadas al año. Sí, mínimo cinco. En otros lugares, pedir 15 días ya es casi un crimen.
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Pero eso no es todo…
Más allá del tiempo libre, lo que realmente diferencia a Dinamarca es la mentalidad laboral.
- Las jerarquías son relajadas. No es raro ver a los jefes trabajando en la misma mesa que sus empleados, tomando café juntos y, lo más importante, sin ese aire de “yo mando, tú obedeces”.
- Se prioriza la salud mental. Si alguien necesita tomarse un día libre para descansar (sin estar con fiebre ni tosiendo como abuelita en invierno), lo hace sin culpa. En otros países, hacer esto puede generar miradas de sospecha y comentarios pasivo-agresivos.
- El ambiente es colaborativo. Existe algo llamado la “regla de los tres metros”: si ves algo que necesita atención a tu alrededor, lo resuelves sin esperar que alguien más lo haga. Esto crea un entorno donde todos se sienten parte del equipo, en lugar de estar esperando órdenes como si fueran robots.
¿Y no tiene desventajas?
Nada en la vida es perfecto. Algunos dicen que la seguridad laboral extrema en Dinamarca puede hacer que algunas personas se vuelvan demasiado cómodas y no busquen innovar o emprender. Pero, seamos honestos: ¿qué preferimos? ¿Eso o vivir con miedo a que nos despidan de un día para otro porque “la empresa está reestructurando”?
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¿Deberíamos ser como Dinamarca?
Tal vez no hace falta hacer las maletas (todavía), pero sí podemos aprender algo importante: el trabajo no debería ser sinónimo de sufrimiento. Tener un buen balance entre la vida personal y profesional no es un lujo, es un derecho.
Así que la próxima vez que sientan culpa por desconectarse del trabajo, piensen en los daneses, apaguen la compu y vayan a hacer algo que realmente disfruten. Si ellos pueden, ¿por qué nosotros no?
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