Piolo Juvera
Humorista e improvisador mexicano con 20 años de experiencia. Ha sido reportero, colaborador, editor y columnista de varias revistas; ha trabajado en áreas creativas de agencias, programas de TV y otras organizaciones; ha sido actor y conductor; y ha publicado un par de libros: #FugandoConJuego y Los guerreros de la MAXIA.
TW: @PioloJuvera
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Encuentren el libro «La vida es una improvisación» aquí
La improvisación no es algo indescifrable. Puede ser un arte. Pero también es una técnica. Tiene una metodología y unas reglas que cualquiera puede aprender. La primera y más importante de esas reglas: el SÍ-Y. Digo “SÍ” a tu propuesta “Y” agrego algo para volverla nuestra.
De qué va
No es una guía educativa, ni un frío instructivo, sino un libro personal e íntimo, con poderosas analogías, divertidas anécdotas, emocionantes crónicas y relatos cargados de vulnerabilidad que puedan resonar en los demás.
“Está bueno prepararse y planear. Sí. El problema es que muchas veces nos quedamos en esa etapa. Planeamos, pero no hacemos. Planeamos, planeamos, planeamos tanto que nos abrumamos. Y ya no nos animamos. Nos quedamos tanto tiempo en esa zona, que se vuelve zona de confort. Terminamos padeciendo esa terrible enfermedad que aqueja al 97.4% de la población mundial, según la Universidad de Notre Locreas Meloinventé: Parálisis por análisis.
Puedes estudiar el mapa. Aprendértelo. Conocer datos geográficos, geológicos e históricos sobre el territorio. Pero el mapa no es el camino. El camino es el camino. Y caminarlo es tu destino.
La única forma de hacer es haciendo. Decir que vas a hacer, pensar que vas a hacer, recordar cuando hiciste, prepararte para hacer, planear para hacer, criticar a quienes hacen, opinar sobre hacer NO ES HACER. Hacer es hacer. No te hagas.
“Improvisar es construir el avión cuando ya estamos en el aire. Improvisar es ir trazando el mapa mientras vamos descubriendo el camino. Improvisar es vivir. Tanto, como vivir es improvisar.”
ENSEÑANZAS DE LA IMPROVISACIÓN TEATRAL PARA APLICAR EN TU VIDA PERSONAL (Y LABORAL, SOCIAL, FAMILIAR, ROMÁNTICA, ÍNTIMA Y/O PÚBLICA)
La Impro es una forma de vida
Mejor una mala decisión que ninguna
Sé el personaje que necesita tu historia
Fracasa de nuevas formas
Follow the fear
Sé un improvisador, no un improvisado
Disfruta, carajo
Eres suficiente
Tienes que saltar
Muévete, avanza la historia
Sigue hasta que te apaguen la luz
Hazlo para una persona
Juega con verdad
Sí que puedes
Tu historia importa
EJECICIO – ((EXPLICA PIOLO))
La magia del sí-y
El mundo es un lugar peligroso. Confiar en cualquiera, decirle “sí” a todo y a todos es muy riesgoso. Una receta para el desastre. Si a ti, como a mí, te ‘vieron la cara’ más de una vez por confiado, sabes perfecto de lo que hablo.
Como consecuencia, en algún mal momento decidimos que la solución para mantenernos a salvo es decir “no”. Y empezamos a decirle “no” a todo y a todos. Incluso cuando nuestro instinto, nuestras ganas, nuestra corazonada nos pide a gritos decir que sí. Así, terminamos yendo por la vida con el ‘no’ desenvainado, encajando noes a diestra y siniestra para evitar riesgos, no vaya a ser… El problema es que, ya encarrilados, acabamos diciéndole “no” a oportunidades magníficas, a ideas maravillosas, a gente excepcional, a aprendizajes invaluables, a la vida misma.
¿Entonces? Si no funcionan el ‘no’, ni el ‘sí, pero’, ni el ‘sí’ solito, ¿qué demonios se necesita para construir con el prójimo en igualdad de circunstancias, para crear equitativamente, para improvisar? EL SÍ-Y.
Lo escribo con guion y pegadito para que esté tan unido que sea como una sola palabra, una sola entidad. Ambas palabras están juntitas, como equipo, como unidad necesaria, pero sin perder la individualidad, el aporte indispensable de cada miembro; es como un ente grupal que resulta mucho más que la suma de sus partes: justo como debería ocurrir en la Impro, en las relaciones, en los equipos, las familias, las organizaciones… en la vida. Con el ‘sí’ estoy aceptando tu propuesta, tu ladrillo. Con el ‘y’ estoy poniendo mi propio ladrillo, construyendo a partir del tuyo.
Uno de los primeros ejercicios que enseño a un grupo de aprendices de Impro es el de ‘sí-y narrado’. Si olvidan el resto de las reglas de la Impro, con que recuerden y apliquen el sí-y podrán improvisar y crear con el prójimo.