Liliana Martínez Lomelí
Socióloga de la alimentación por parte de l’École des Hautes en Sciences Sociales de París. Presidenta de la Fundación para la Alimentación y Desarrollo (México). Presidenta de Spreading Knowledge Foundation (Miami, FL). Columnista de “Punto y Como” columna de alimentación y sociedad del periódico El Economista.
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La palabra Banquete viene del italiano banchetto que se refiere a las banquetas o tablas adosadas a una pared donde se colocaban los alimentos.
La característica principal de un banquete es que se toma sentado a la mesa, con lugares asignados, y con ciertas maneras y protocolo de la mesa.
Cuando invitamos a personas cercanas o a nuestras relaciones, no solamente lo hacemos con el propósito de nutrirnos. En TODAS LAS CULTURAS y en todas las épocas, compartir una comida es un acto social. Los banquetes de los poderosos, han servido también a través de la historia, para reafirmar una posición de poder, para celebrar acuerdos, para convencer, para obligar, entre otras cuestiones.
Los banquetes griegos: del symposium a las bacanales.
En la Grecia Antigua, los banquetes que se ofrecían servían para demarcar quiénes eran los ciudadanos, o sea, quienes tenían DERECHO A SER COMENSALES EN UN BANQUETE eran quienes tenían voz en la sociedad. Después de los banquetes se tenía una discusión amigable sobre diversos temas, entre ellos filosofía y política, y a esta discusión se le llamaba Symposium (hoy en día el Simposio es un intercambio científico). Algunas veces se ha hecho un equivalente entre la palabra banquete y Simposio, como sucede en la traducción de la obra del Banquete de Platón.
Las bacanales eran fiestas en honor del dios Dionisio o Bacco, en las que las personas bebían sin medida. Eran fiestas célebres donde participaban muchas personas, principalmente en Roma pero también en Grecia y Egipto. Duraban de 3 a 5 días. En un inicio eran fiestas religiosas que se convirtieron en ORGÍAS. Se hizo un escándalo porque una cortesana reveló a su enamorado que se hacían estas orgías, porque su madre lo quería iniciar en estos cultos. El chico fue a hablar con el cónsul para denunciar la existencia de estas fiestas, lo que desembocó en una investigación que prohibió el culto a Baco.
Los banquetes de los reyes que impusieron modas.
La alimentación de los nobles se distinguía por el hecho de que ingerir grandes cantidades de comida, y de ser posible, más que los otros invitados. Esto representaba un signo de riqueza y poder. La carne era el alimento simbólico de los más poderosos durante la Edad Media.
Los banquetes servían a los reyes para mostrar las diferencias de estatus social. Los banquetes de los reyes en la Edad Media no tenían un comedor, sino que la comida se tomaba en los castillos en el lugar más apropiado según la época del año.
Había un protocolo qué seguir antes de pasar a la mesa.
Los invitados se acomodaban por rangos. La cabeza de la mesa era ocupada por quien tenía mayor rango.
La mesa redonda del Rey Arturo servía para de cierta manera, simbolizar que todos los caballeros que lo acompañaban tenían el mismo rango, y no había distinciones.
Había modales en la mesa y había quiénes se encargaban de escribir textos para que las personas memorizaran lo que se podía o no podía hacer en la mesa.
En la época medieval las personas podían compartir sus cubiertos con el vecino de mesa.
En El Renacimiento, se puso especial atención a este comportamiento, puesto que la ideología de la época era que el hombre era el centro de todo.
Los reyes impusieron muchas de las costumbres de banquetes que aún hoy en día se siguen en la mesa:
Los banquetes reales hasta la fecha son objeto de un estricto protocolo en el que hasta mediciones milimétricas de la disposición de la mesa se hacen para acomodar a todos los invitados. La asignación de lugares también es parte de una estrategia meticulosa cuidando el rango y también el objetivo del banquete.
En la realeza se ofrecían banquetes para las coronaciones, bodas, cumpleaños, pero también para los funerales, para las victorias en las guerras, para los visitantes de otros reinos, entre otras ocasiones.
El pavo en Navidad: El pavo es originario de América y fue llevado por los conquistadores españoles a Europa. Era considerado una exotiquez, por lo que se servía en los banquetes de la nobleza, por ejemplo en el banquete de bodas de Carlos IX de Francia en 1570. La primera vez que se sirvió un pavo en Navidad, fue en la mesa del emperador del Santo Imperio Romano Germánico, Carlos VII.
Marie Antoinette y los croissants traídos desde Viena.
El té de la tarde y la Reina Victoria de Inglaterra:
Anna María Stanhope fue la Séptima duquesa de Bedford. Ella adoptó la costumbre de tomar té alrededor de los 1840s porque le daba hambre tener que esperar a la cena hasta las 8 o 9 de la noche. Pedía una pequeña comida con galletas, bisquets , scones y pequeños sandwiches e invitaba a sus amigos a comerse esta comida en su cuarto. A la reina Victoria le gustó esta costumbre y pronto fue anfitriona de la hora del té, en la que invitaba a diversos personajes.
Pronto esta costumbre se extendió en Inglaterra hacia las clases más populares. El Afternoon tea se instauró como tradición inglesa y se hacía alrededor de las 4 o 5 pm.
El High tea, fue el resultado de que muchas familias de clase trabajadora empezaron a tener la costumbre de tomar el té, solamente que tenían que esperar hasta terminar su jornada laboral. Como salían cansados de trabajar, la comida era más abundante y se tomaba en la mesa, con sillas altas, por lo que se le llama “high tea”.
Esta costumbre incluso instauró el uso del Tea Gown que era un vestido que las señoras usaban especialmente para tomar el té, con el que no podían salir a la calle, y era un vestido que no requería el uso de corsé.
