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2024-11-19 19:15:43
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Mesa: La pérdida de un hijo por suicidio

En esta mesa, tres mamás hablan sobre la cómo fue que sus hijos cometieron suicidio, las emociones que vivieron en ese último día que los vieron.

septiembre 10, 2024

Estos son los tres testimonios de mujeres que perdieron a sus hijos por suicidio. Cada una luchó valientemente contra sus emociones y sentimientos.

En esta mesa, tres mamás hablan sobre la cómo fue que sus hijos cometieron suicidio, las emociones que vivieron en ese último día que vieron a sus hijos y las lecciones que les dejaron para salir adelante y ayudar a otras personas que están batallando con el suicidio en adolescentes. 

Día mundial de la prevención del suicidio

El 10 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP ) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con el INEGI, en México, en 2023, se registraron 8 837 suicidios. El 81.1 % fueron hombres y 18.9 % mujeres, de estos, el 60% eran menores de 40 años. De acuerdo con la OMS, aproximadamente 1 cada 40 segundos, siendo ésta una de las primeras causas de muerte en adolescentes y personas en edad reproductiva.

El suicidio es la segunda causa de muerte en la población de 12 a 25 años. La razón es que el 75% de los trastornos mentales surgen a esta edad, y alrededor de un 33% de los universitarios presentan algún trastorno de ansiedad o depresión.

Una investigación de Statista en el 2023, reveló que el país con la tasa de suicidios más alta es Corea del Sur, con un 24,6%. Lituania y Eslovenia están en el segundo y tercer lugar. Según Las Naciones Unidas, de los suicidios en el mundo el 79% eran hombres, aunque se ha registrado un incremento entre las mujeres.

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Suicidio en Adolescentes

La historia de Rodrigo y Ana Elsa

Rodrigo era un chico guapísimo, muy noble, siempre dispuesto a ayudar y con mucha empatía hacia los demás, muy inteligente y tenía muchos amigos, muy íntimo con sus dos hermanos. Era ese hermano que consentía y lo querían mucho, el hermano que se llevaba bien con todos.

Ana se divorció en el 2014 cuando Rodrigo tenía 13 años. Fue un golpe muy duro para él, ya que él estaba entrando a la adolescencia. Fue un divorcio muy complicado y doloroso, donde sus hijos fueron usados para chantaje, y los compraron para que estuvieran con su papá, sobre todo el mayor. El menor se quedó con ella y Rodrigo siempre fue el que quedó en medio del caos. Siempre le decía que no se divorciara, que la prefería peleando pero casada. Fue entonces donde empezó todo, su estrés, ansiedad y mucha rebeldía.

Ana se volvió a casar y Rodrigo la apoyó y se llevó muy bien con su esposo Walter. Rodrigo se fue a estudiar a un internado militar a los 15 años, realmente él se veía feliz y físicamente muy bien esos años, hasta que se graduó de prepa.

A los 18, al momento de entrar a la universidad, quiso seguir sus estudios en Estados Unidos, pero tuvo dificultades al no pasar su examen de admisión. Parecía algo sin importancia ya que podía entrar en cualquier universidad de México porque él era muy inteligente, pero para él fue algo importante.

Empezó a tener días donde se veía triste a pesar de que seguía saliendo con sus amigos, la chica que le gustó durante su adolescencia se puso de novia ese mes, cosa que también lo puso triste. Un día comentó que él no servía para nada, que quería morirse y Ana se soltó llorando, diciendo que él tenía todo, que lo amaban, que no pensara eso. Ahora sabe que tenía una oportunidad muy importante para preguntarle sobre si pensaba suicidarse.

En esos meses siempre le decía “mamá yo era feliz antes y no me daba cuenta”. Eso se le hacía una frase muy profunda pero a la vez de mucha madurez donde por fin empezaba a valorar lo que tenía. Ese año, en diciembre, lo veía unos días triste y otros normal, pensaba que era parte de su adolescencia.

Llegó Enero y lo empezó a notar ausente con ella. Él siempre le hablaba y se escribían a diario. Los días del 4 al 9 le preguntó qué le pasaba y él le decía que nada. Llegó el 9 de Enero, ese día fue la última vez que habló con él. Le dijo que se sentía mal, le preguntaba el por qué y le decía que no sabía, pero que él ya había tomado la decisión de acabar con su vida.

Yo solo le dije ”RODRIGO HAGAS LO QUE HAGAS SIEMPRE TE VOY AMAR”y él le contestó “YO TAMBIÉN SIEMPRE TE VOY AMAR MOM”. Recuerda que colgó con mucho amor en el pecho porque él había dicho la frase completa.

Ese día nadie le avisó que Rodrigo se sentía mal, su papá regresaba de viaje y lo encontró en mal estado, él no decía que tenía y menos qué había tomado, pasaron horas hasta que lo llevaron al hospital donde no se pudo hacer nada y murió en minutos.

El papá la llamó 2 horas después de que Rodrigo murió y solo le dijo que estaba muy grave en el hospital. Cuando llegó no la dejaron entrar a verlo, habían tenido que evacuar el hospital ya que era muy tóxico lo que Rodrigo tomó. Después de ese momento tuvo un duelo muy complicado porque nunca vio muerto a su hijo y nunca supo qué pasó realmente ese día.

Nunca nadie le había hablado del duelo, no sabía qué era eso. Fue a una Tanatóloga muy querida y le dijo “o caminas tu duelo de pie y con la cara en alto o te arrastras…al final el dolor será igual”.

Al llegar pandemia, el encierro la ayudó a tener tiempo para el duelo, pero no encontró grupos de apoyo que la ayudaran, fue así unos meses después que decidió formar su comunidad “El regreso a casa”, un grupo de acompañamiento para personas en todo el mundo por línea, gente  que ha perdido hijos o familia por suicidio principalmente.

Después amplió a cualquier motivo de muerte e hizo uno de hermanos al ver el dolor de sus otros dos hijos y después el de pérdida de pareja. Conoció al Dr Alejandro Aguila, presidente de la red mundial de suicidologos y la invitó a ser vicepresidente de los sobrevivientes de suicidio de la red mundial.

No sabía la importancia que hay en la posvencion al igual como la prevención del suicidio. Ahora está formando una fundación para poder ayudar no solo de forma virtual a gente de todo el mundo, si no presencial. llevándola a realizar su primer retiro con conferencistas profesionales en el duelo.

Mensaje: Quiero decirles a todas las personas que están atravesando un dolor tan grande como es la pérdida por suicidio, sobre todo de un hijo, que no estás solo, y que el dolor que estás viviendo jamás volverá a ser tan doloroso como ese primer día que te dieron la noticia, tú puedes caminar tu duelo de pie el dolor ahí estará siempre pero vamos aprender a llevarlo muy dentro de nuestro corazón, porque no se cae una hoja sin la voluntad de Dios.

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La historia de Rubén y Mayté

Rubén nació el 24 de marzo de 1998, en Monterrey. Rubén fue un niño PAS (altamente sensible), soñador, amaba los animales, las reuniones familiares, daba los mejores abrazos. Siempre tuvo pasión por la música, a partir de los 14 años empezó a componer música y letras. Siempre estuvo enamorado del amor. Solo tuvo dos relaciones en su vida, que lo marcaron profundamente. Su frase: “Mira las flores, ahí está la respuesta”.

Cuando Rubén tenía 5 años (en 2002) se mudaron de Monterrey a Tampico. Ahí nació su hijo David. A los 7 años les reportan que Rubén muerde los lápices en la escuela, mostrando con esto signos de ansiedad. Lo llevaron con una psiquiatra especialista en niños. Les dicen que Rubén tiene síntomas de TDA y que es muy probable que cuando sea grande sea propenso a las adicciones. Regresaron a Monterrey en 2006.

Su divorcio ocurre cuando Rubén tiene 12 años en 2011. En secundaria él empieza a tener problemas de bullying en la escuela. Deja de juntarse con los amigos con los que siempre se juntó. Debido al proceso de divorcio, tardó en darse cuenta de lo que estaba ocurriendo con él. No se dio cuenta que había dejado de sonreír. Entró a terapia.

Entró a la preparatoria en 2013. Fue una época muy difícil para él, porque sentía que no tenía la capacidad de tener amigos. En 2015, cuando Rubén tenía 17 años descubrieron que Ruben consumía marihuana. Fue internado voluntariamente en una clínica en Mazatlán. Después de regresar de Mazatlán reingresó a preparatoria y la terminó. Entró a la Universidad. Al poco tiempo, descubrieron que seguía consumiendo y que estaba experimentando otras sustancias. Fue ingresado nuevamente en Monterrey en una clínica pero sin su consentimiento.

Antes de salir de la clínica, la convocaron a una sesión y se enteró que Rubén había sufrido de abuso sexual por parte de una mujer que trabajó en su casa cuando vivían en Tampico. Rubén tenía 7 años. Esta mujer también lo expuso a la pornografía. Rubén tardó 14 años en poder hablar de este tema. Rubén salió de la clínica, continuó en terapia, y comenzó a trabajar. Su papá y ella querían que reingresara a Universidad, y por ellos decide regresar en 2019.

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Una semana antes de entrar a la Universidad (agosto de 2019), estando en la sala con ella, le confiesa llorando que él tiene muchas ganas de vivir una vida normal y regresar a la Universidad, pero que siente que su ansiedad social no le va a permitir hacerlo. Le dijo “Mami, estoy muy cansado, preferiría morirme”. Lo único que se le ocurrió decirle en ese momento fue: “Si tú te mueres, yo me muero contigo”. Se la pasó toda la tarde llorando. Él fue a consolarla y le dijo: “Mami no quiero que estés preocupada, te prometo que si un día siento en realidad ganas de morirme te lo voy a decir. Pero tú debes prometerme que nunca me internarás en una clínica de ningún tipo, ni de adicciones, ni psiquiátrica”. En todo ese tiempo jamás pensó en la muerte y nunca la idea de que su hijo pudiera suicidarse pasó por su cabeza.

El 1 de enero del 2021 Rubén empieza una relación de pareja. Estaba muy feliz y motivado. Durante ese tiempo trabajaba y continuaba en terapia. El 23 de septiembre termina la relación con su novia. Estaba desolado.

El 4 de Octubre por la noche va a hablar con ella para regresar aproximadamente a las 11:30 am. En ese momento me confiesa que no soporta más seguir viviendo. Rubén muere por suicidio a las 2:15 am el 5 de octubre.

Su vida se rompió en pedazos en ese momento. Sin embargo nunca ocultó la causa de muerte de su hijo. Cuando estaba en la misa del funeral, sintió una paz difícil de explicar. Esto le permitió hablar en nombre de su hijo. En febrero de 2022 su hijo David y ella decidieron crear la cuenta de instagram “Que se Escuche Fuerte mi Grito” y comenzaron con la labor de hablar del suicidio sin estigmas en redes. Adriana Garza y Gabriel González se unieron a su iniciativa y fundaron oficialmente la Asociación. Que se Escuche Fuerte mi Grito A.C

Desde ese día y hasta la fecha se han enfocado en acciones para eliminar el estigma que rodea al suicidio y todas sus múltiples causas. Tienen un equipo de 18 voluntarios de diversos países; todos ellos han estado relacionados de alguna manera con el suicidio.

Ofrecen de manera gratuita sesiones por zoom todos los martes, jueves y sábados. Las sesiones se llaman: Hablemos de ansiedad, depresión y suicidio sin estigmas. A sus salas entra gente de México, Latinoamérica, Estados Unidos y España.

También tienen 3 grupos de WhatsApp funcionando 24 horas al día. Han patrocinado la terapia de más de 30 jóvenes, gracias a padrinos que han ofrecido su apoyo. Creen firmemente que el suicidio puede prevenirse, si logramos eliminar el estigma para poder detectar las señales, hablar con nuestros jóvenes de manera abierta y buscar una solución de manera conjunta.

Mensaje: Somos una conciencia colectiva que necesita despertar. Están más cerca de ti de lo que crees. Debemos eliminar el estigma que rodea al suicidio para poder hablar del tema y aprender de los expertos, que son los jóvenes que padecen en silencio. Si la idea de suicidio ha pasado por tu cabeza o si ya has tenido un intento de suicidio: No estás solo. Por favor háblalo, si es necesario gritar, grítalo. Que se escuche fuerte tu grito, mi grito y el de todos los que necesitan ser escuchados.

A las mamás que perdieron hijos por suicidio: Sus hijitos murieron por suicidio, así como pudieron haber muerto por cualquier otra enfermedad. Sus hijos no querían morir, solo querían terminar con su dolor. Aunque el dolor nunca desaparece, el amor por ellos va siempre en aumento. Y nos da la fuerza para seguir adelante. Mis hijos han sido y seguirán siendo mis maestros de vida. Estoy muy agradecida por los 23 años de vida que Rubén se quedó a nuestro lado. Volvería a vivir todo esto tan doloroso si pudiera tener la oportunidad de caminar a su lado aunque fuera un instante.

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La historia de Naomi y Pilar 

Es sobreviviente de la pérdida de su hija Naomi Belianka, quien murió el 19 de Julio de 2023 a causa de suicidio a la edad de 21 años.

Beli siempre fue una niña bastante normal, era alegre, risueña, feliz, con una risa escandalosa. Era muy, pero muy aplicada para la escuela, una alumna sobresaliente que siempre obtuvo las mejores calificaciones. Una chica de buen corazón.

Todo ocurría con normalidad, aunque siempre fue víctima de bullying desde temprana edad, quizás fue por su aspecto físico e inteligencia, eso contribuyó para que los otros chicos le hicieran pesadeces porque la percibían como alguien distinta. En ese tiempo el Bullying no se resolvía como ahora, antes solo era cuestión de hablar con los padres del agresor, quizás imponer un leve castigo, y listo, fin del asunto.

Luego vino la adolescencia y las cosas se empezaron a complicar. Comenzó con episodios de rebeldía, empezó a confrontarse con ella y ser algo retadora. También empezó a aislarse de manera gradual, se convirtió en una chica antisocial, porque decía que no encajaba en ningún lado, dormía poco, su competitividad aumentó considerablemente. Pily lo asociaba a su fervor por las buenas calificaciones en la escuela, pero en realidad eso formaba parte de otro problema.

Hubo un momento en que esos síntomas de la adolescencia quedaron atrás, pero luego entró a la universidad, y esas conductas volvieron, pero de manera más regular y aguda. Se deprimía, lloraba con mayor frecuencia, dejaba de comer, dejaba de dormir, bajó mucho de peso, se encerraba en su habitación, y entonces pasaban unos días y todo volvía a ser dulzura y normalidad, por ende, Pily lo asociaba con temas de la edad. Pero no era así.

Empezó con síntomas de que todos la observaban, todos hablaban mal de ella, seguido decía que la venían siguiendo (delirios de persecución), no sabían que muy probablemente eran síntomas de la esquizofrenia. De alguna manera Beli nunca se sintió parte de esta sociedad, ella decía en repetidas ocasiones que no pertenecía a este mundo, a esta dimensión.

Días antes de su partida le dijo a su mamá que ella iba a estar mejor sin ella. Dejó de contestar el teléfono, no respetaba la hora de llegada, se la pasaba metida en su celular. Un mal día, después de una discusión por su mal comportamiento, Beli decidió salirse de su casa y se fue a vivir con un amigo de la escuela a un municipio bastante peligroso del Estado de México.

Ahí mostró algunos cambios, ayudaba con las labores de casa, preparaba la comida, estaba contenta con su decisión. Beli se fue de casa un 29 de Mayo, dos semanas antes de su cumpleaños número 21, y solo 52 días después, el 19 de Julio, es cuando toma esa fatal decisión.

Ese último día que Pily habló con ella, estaba triste porque no había conseguido trabajo, lloraba un poco. Pily estaba trabajando, pero pensaba en llamarla más tarde para ver cómo se sentía. A las 3:23 de la tarde recibió la peor llamada de su vida, su amigo, con el que vivía, le avisó que Beli se había colgado.

Esos focos rojos que no vio en su momento por normalizar sus actitudes, los vio cuando ella ya no estaba. A los 15 días de que Beli ya no estaba empezó con terapia con una tanatóloga para trabajar su pérdida. Estuvo con ella unos meses y después siguió con un psicoanalista con el cual sigue hasta la fecha.

Empezó a trabajar a los 15 días y todo eso le ha ayudado a seguir adelante. También trata de hacer ejercicio regularmente y sigue en búsqueda de un sentido para seguir viviendo.

Mensaje: a todas las madres que están pasando por lo mismo les quiero decir que entiendo perfectamente su dolor, que nuestros hijos están en un lugar mejor después de terminar su misión en este mundo, (fue su decisión). Entiendo que estamos en un hoyo profundo pero que es nuestra decisión rascar para arriba para salir adelante o rascar hacia abajo para hundirnos más. Que el dolor es fortísimo pero si se puede aprender a vivir con él. Y para las que no llegan a esto, no minimicen las emociones y conductas de sus hijos, no tengan miedo de preguntar o buscar ayuda, estén alertas ante los cambios que no podemos evitar, pero sí podemos ayudarlos a trascenderlos.

¿A dónde acudir y pedir ayuda?

Si ustedes o alguien que conocen están pensando en el suicidio, es momento de hablar y buscar ayuda, aquí pueden hacerlo:

LÍNEA DE LA VIDA

  • 800 – 911 – 2000

LÍNEA DE EMERGENCIAS

  • 911

SAPTEL

  • 55 52 59 81 21 // 55 55 33 55 33

LOCATEL SERVICIO PSICOLÓGICO

  • *0311

SALVEMOS UNA VIDA

  • 800 273 8255 / (999) 924 59 91

TELÉFONO DE LA ESPERANZA MÉXICO

  • 55 5259 8121

LÍNEA UNAM

  • 55 5804-644 y 55 5804-4879.

INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA

  • 55 5655-3080 y (800) 953-1704.

ASOCIACIÓN MEXICANA DE SUICIDOLOGÍA

  • 800 900 8432

LIFE LINE (ESTADOS UNIDOS)

  • 988 Life Line

INVITADAS

Mayté Herrera Legorreta. 56 años. Madre de dos hijos: David y Rubén. Fundadora de la Asociación Que se Escuche Fuerte mi Grito A.C. y conferencista en Prevención del Suicidio.

IG: @mayte_herreral @queseescuchefuertemigrito / FB: queseescuchefuertemigrito / Web: queseescuchefuertemigrito.org / mayteherrera.com / TikTok: qsefmgoficial / WA oficial de la Fundación: 8122037426

Pilar Navarro. 42 años. Emprendedora y micro empresaria y trabajadora en aplicaciones tecnológicas (uber) originaria de la capital mexicana.

FB: Pily Nava / TikTok: @pilynava1 / IG: @nava.malak

Ana Elsa Parada. 48 años. Mamá de Roberto, Rodrigo y Rogelio. Creadora de la fundación “El regreso a Casa” desde 2020 ayudando en la posvencion (duelo después del suicidio). Ex-Vicepresidenta de sobrevivientes de la Red mundial de Suicidólogos.

IG: @elregresoacasa / FB: @elregresoacasa / YT: @elregresoacasa / WA: 64 4143 0776

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