Vamos a leer poesía erótica y a platicar sobre los beneficios que tiene el hacerlo tanto en solitario, como en pareja.
Les traje de nuevo a Mónica Soto, experta teórica y práctica en infidelidad, amor libre y erotismo, a que nos lea poesía erótica y tienen que poner en práctica esto sí o sí.
¿Qué es la literatura erótica?
En la literatura erótica no todo tiene que ver con sexo. El erotismo es un estilo de existir en contacto intenso con el mundo y sus manifestaciones.
Es vivir consciente de las texturas, los sabores, los olores, los sonidos, lo bello y lo repulsivo; es experimentar las emociones y los sentimientos a profundidad, dejando que pasen por el cuerpo para enriquecer lo cotidiano.
El erotismo está presente en grandes obras de la literatura. No es extraño, a fin de cuentas es una de nuestras dos grandes pulsiones, la pulsión de eros, que nos permite crear, estar motivados, ir por la vida con brillo en los ojos (según el psicoanálisis).
Autores de literatura erótica
Thomas Mann, autor de La montaña mágica, la plasmó como sufrimiento y anhelo en su Muerte en Venecia; Carlos Fuentes la describió como decadencia y nostalgia en La muerte de Artemio Cruz; Juan García Ponce, el famoso erotómano mexicano, la celebró de manera culposa en Inmaculada o los placeres de la inocencia, uno de los libros más lujuriosos que he leído; la premio Nobel de Literatura 2022, Annie Ernaux, dedicó una de sus obras a describir la anticipación de la lascivia en la novela Pura pasión.
Poema 1
Él es mi hombre de olas e historias
guardián de mis noches
desde su insomnio.
Sus dedos largos
toman posesión de mi espalda
trazan poemas entre sus lunares
y abrevan al fondo de mi vientre.
Mi hombre de fulgor en las pupilas
me mira y calcina sus ausencias
ilumina mi lecho con mareas de antaño
y calienta el aire por donde paso.
Este hombre de recuerdos
es el dueño de mis más nuevas humedades
me toca con sabiduría de años
y susurra promesas en mis sueños.
De los ojos de mi hombre de hogueras
aprendo más de mil formas
de invocar al fuego.
Poema 2
Fuiste tú quien eligió ver las nubes
que tapaban las estrellas.
Tú quisiste conquistar las arrugas
de esa cama ajena.
Fue tu decisión mentirle: no ibas a marcharte.
Nadie te obligó a tomar su mano aquella noche
ni te pusieron al borde de un abismo
para olvidar tu promesa
de “amarme y respetarme hasta que la muerte nos separe”.
No. No era mi intención dejar de amarte,
pero ya sabes:
Es imposible obligar al corazón.
Poema 3
Si supieras lo que te voy a hacer mañana
hoy te levantarías del habitual lado de la cama
disfrutarías de tu desayuno de siempre
saludarías a los vecinos con la sonrisa de ayer.
Si adivinaras que mañana te voy a besar
hasta beberte entero
y voy a enseñarte una forma nueva
de experimentar las sensaciones,
hoy te deleitarías con la vista desde tu ventana
le dirías a ella las palabras
que no te has atrevido a pronunciar.
No te imaginas lo que pasará mañana
cuando vuelva a verte:
Será el fin de una época
para los dos.
Poema 4
Hay hombres que duelen.
Hombres que salvan.
Hombres de una noche que se quedan para siempre
Y hombres cotidianos que se pierden entre los recuerdos.
Hay hombres lobo y hombres sirena
hombres con voz de volcán
y hombres con garganta de arpa.
Existen hombres de papel moneda y autos caros
hombres de castillos en el aire
y promesas imposibles.
Los innombrables, los cliché, los de lengua fácil y corazón complicado. Los de mentiras, los de rosas rojas. Los de piel y sangre. Los de vinil y lágrimas.
Hombres de asbesto. Hombres de papel de lija. Hombres de satín y hombres de agua. Hombres de alarido y hombres de sonrisa.
Hombres como todos. Hombres como ninguno.
Y tú.
(Yo, mujer de fuego y letras,
A todos los he conquistado
Con los universos escondidos en las pupilas).
Poema 5
Me declaro abiertamente
una loba con piel de oveja.
En mis ojos habitan balas y algodones de azúcar.
La textura de mis besos
te hará volar entre nubes,
pero su recuerdo se sentirá
punzocortante como mil púas.
Cuando no tenga buenas intenciones
te llevaré a la cama
para aumentar mi conteo de amantes,
jugaré contigo
y olvidaré tu nombre.
Lo más seguro si me amas
es que termines con el corazón roto,
y si malinterpretas mi ternura
te acercarás a conocer el odio.
Ven a vivir a mi lado
el placer que creías imposible
la realidad que sobrepase
los límites de tus fantasías.
Te juro que cada segundo
valdrá su brevedad en oro.
Penétrame bajo tu propio riesgo.
Poema 6
Somos las insaciables
Las que caminan por los bordes
Las que desgarran etiquetas
Las que con una sonrisa conquistan universos.
Somos las hechiceras
Las que conjuran en los orgasmos
Las que son capaces de abandonarlo todo
Para ser fieles a sí mismas.
Somos las aventureras
Las que bailan descalzas
Las que corren como niñas bajo la lluvia
Y se atreven a saltar en las fronteras.
Somos las alquimistas
Las que tejen el dolor con los dedos
Las creadoras de remembranzas
Las que adivinan los días por venir.
Somos las valientes
Las que nombran todo por su nombre
Las que hablan en voz alta
Las que incomodan porque transparentan la verdad.
Somos las que caminan erguidas
Las que pisan con fuerza
Las sin dudas
Las tan nuestras
Las que transforman el fragmento de historia
Que les tocó vivir.
Poema 7
Mis martes solicitan dueño:
busco a un compañero para practicar
la danza del vientre en su cadera.
Deberá ser un hombre que crea en la magia
para comprender a mis dedos
cuando se multipliquen por cinco.
Otro requisito es que sepa jugar al mudo
no me importa ser la primera, décima
o su mujer número 60,
quiero creer que mis caricias
son las mejores de su vida.
Mi hombre / compañero será halcón,
aroma de café tostado,
cama recién tendida
y silencio listo para tocar una primera nota.
Se reciben candidatos
los martes de nueve a una.
Los demás días de la semana
seré artífice de mis propias historias,
mi propio colibrí.
Poema 8
Jamás pretendí ser inmaculada
De niña me soñé aventurera
y de aventuras
he filmado mis recuerdos.
No tengo vocación de santa.
A mí me gusta provocar orgasmos
confeccionar humedades
y sonrisas traviesas.
Nunca aprendí a sentirme culpable:
el cuerpo está hecho para el placer.
Uno no viene al mundo a dormir cada día en sábanas de seda
ni a poner los dedos un día tras otro sobre unas teclas.
No.
Uno viene al mundo a cimbrar la tierra
a reconfigurar el espacio
a resignificar el tiempo con el significado de su Nombre Propio.
No vinimos a ser humanos de arcilla
ni peones que se sacrifican para que otros ganen el juego.
No.
Nos crecieron piernas para inventar caminos
manos para extender las palmas o apretar los puños.
No llegamos a este mundo a esquivar espinas
ni a dejar que el temor inunde los sueños.
No.
Vinimos a domar huracanes:
El mundo no es apto para cobardes.
Invitada: Mónica Soto. Escritora, editora y conferencista. Experta teórica y práctica en infidelidad, amor libre y erotismo. Ha participado en las ferias de libro de México, Los Ángeles, Bogotá y Fráncfort, Alemania. Es columnista de las revistas Vértigo Político, Playboy México y del portal cuestione.com. Ha publicado siete libros de poesía, tres de cuento, cinco novelas y una crónica de viaje. Es licenciada en Comunicación y Maestra en Periodismo. Fundó Amarillo Editores, sello con el que publicó a más de 300 autores en 200 libros. Su novela Tacones en el armario es un Best Seller.
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