¿Por qué aumentan las infecciones después de desastres naturales? Les vamos a explicar a detalle, todo…
Después del paso del huracán Otis, Acapulco se enfrenta a un nuevo reto: las infecciones, como el dengue, que aumentan hasta un 40% cuando ocurre un desastre natural de esta magnitud. Por eso invité a Paco Moreno, nuestro infectólogo de cabecera para que nos diga por qué ocurre esto y cómo podemos protegernos, y también ayudar a los que están en situación de riesgo.
¿Qué pasa después de un huracán con las enfermedades?
Según la Pan American Health Organization, en casos de desastre natural, las principales enfermedades transmitidas por vectores en las Américas son la malaria, el dengue y el dengue hemorrágico. De acuerdo con la OPS, es probable que la densidad de los mosquitos se eleve después del azote de un huracán.
De acuerdo con la magnitud del desastre y las características del lugar y la población, las infecciones más frecuentes que se pueden presentar son: gastrointestinales, respiratorias, de heridas y las transmitidas por vectores.
¿Por qué aumentan las infecciones después de desastres naturales?
Cuando ocurre un desastre, los factores de riesgo de transmisión de enfermedades aumentan, las actividades de lucha antivectorial se interrumpen, y se tienen que ejecutar los planes de emergencia previstos.
Infecciones gastrointestinales. Aumentan la cólera, salmonella y giardia por la mala calidad del agua y alimentos que se echan a perder. Es importante beber agua embotellada en caso de no poder hervirla. Los alimentos enlatados tienen menor riesgo de estar contaminados.
Infecciones transmitidas por vectores. La basura, los escombros y residuos provocados por el desastre favorecen el incremento de insectos y roedores que transmiten enfermedades como tifo, peste y leptospirosis. La limpieza ayuda a evitar esta fauna nociva.
Infecciones respiratorias. Son comunes por hacinamiento, el estar en espacios cerrados, la ventilación inadecuada en los hogares, el polvo y el clima frío.
Los virus respiratorios que aumentan en forma considerable en invierno son: meningitis, virus respiratorio sincicial (VRS), influenza, entre otros. Las infecciones transmitidas por vectores incrementan en inundaciones, ya que esto propicia el crecimiento de las larvas de los mosquitos, tales como: dengue, chikungunya, zika y paludismo o malaria. El uso de cubrebocas en sitios como albergues puede ayudar a evitar la transmisión de estas infecciones.
Infecciones por heridas. Las infecciones de las heridas son muy frecuentes en todo tipo de desastre, éstas son causadas por golpes, atriciones o aplastamiento y se ven afectados tanto las víctimas del desastre como los rescatistas.
En general, estas heridas tienen un alto riesgo de contaminación, principalmente con tierra, barro, agua salada y agua de alcantarillado, siendo lo anterior un factor importante, pues de eso va a depender qué agentes son los causales de la infección.
Salud mental. La salud mental se ve afectada en estos casos por la destrucción, incertidumbre, soledad, pérdida de vidas humanas y daños materiales. Mensajes breves que den información puntual y esperanza a la población los ayuda a sentirse acompañados.
Desapego a los tratamientos crónicos por falta de medicamentos:
- Personas con hipertensión, elevaciones de glucosa o problemas cardíacos se pueden ver en crisis por falta de los medicamentos que les ayudan a controlar sus condiciones.
- Es importante tener centros donde se atienda a los pacientes y puedan tener acceso a medicamentos.
Dengue. El dengue es una infección vírica. Los virus del dengue se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos infectados. En la actualidad, cerca de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraerlo y cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones.
El dengue no se transmite de una persona a otra y actualmente no hay vacuna para combatirlo. Es común en regiones tropicales y subtropicales como Centroamérica, Sudamérica y lugares donde se estanca el agua. Existen 3 manifestaciones diferentes de la enfermedad: Fiebre de dengue, Fiebre hemorrágica y Shock hemorrágico.
Síntomas del dengue. Aparecen después de un periodo de 4 a 7 días. Se presentan como: Fiebre, Dolor de huesos, Dolor de cabeza intenso (en la frente), Dolor de ojos (que se incrementa al moverlos), Erupción en la piel (parecida al sarampión), Náuseas, Vómito, Insomnio, Prurito (comezón), Falta de apetito, Dolor abdominal. En casos graves: Hemorragia, Convulsiones a causa de la fiebre, Deshidratación severa.
Medidas de Prevención. Usa ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo, usar repelente contra mosquitos, evitar que se acumule basura, no dejar recipientes donde se acumule agua.
Fuente: Dr. Francisco Moreno Sánchez. Internista e Infectólogo del Centro Médico ABC. Jefe de Medicina Interna del Hospital ABC. Miembro del IAS (International AIDS Society). Hospital ABC Observatorio. Premio Nacional de Salud 2020.
TW: @DrPacoMoreno1
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