Jacobo Dayán
Especialista en derechos humanos y asuntos internacionales
TW: @dayan_jacobo
El Ejército de Israel y las milicias palestinas Hamás y Yihad Islámica se enfrentan desde el pasado lunes, 10 de mayo, en una contienda abierta. Los intentos de mediación internacionales, especialmente desde Naciones Unidas, Egipto y Qatar, han fracasado por el momento.
¿Qué es lo que está pasando en Israel y Palestina?
El problema empezó cuando una orden de la Corte de Israel dictaminó que las familias palestinas ubicadas en el barrio de Sheikh Jarra en Jerusalén Este debían ser desalojadas porque ahora esta zona pertenecería a los israelíes, quienes poco a poco han extendido su territorio.
¿Pero cómo la justicia les quita la casa a unos y se las da a otros?
En 1948, en la primera guerra árabe-israelí, varias familias palestinas fueron expulsadas de ciudades costeras como Jaffa y Haifa (hoy Israel) y reubicadas en Sheikh Jarrah. Allí, recibieron casas a cambio de su condición de refugiados, en un acuerdo entre Jordania y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Israel aprobó una ley, en 1950, que prohibía a los palestinos acceder a sus propiedades perdidas y, tras la victoria en 1967, añadió otra más que daba la posibilidad a los judíos de reclamar sus hogares en propiedad antes de 1948.
Los judíos que han ganado el caso dicen que esa tierra era de sus antepasados y se la tienen que devolver. Unos 210,000 colonos israelíes viven hoy en Jerusalén Este, el sector palestino de la ciudad ocupada y anexada por Israel, donde aún viven más de 300,000 palestinos.
La ejecución de esta decisión judicial ha sido aplazada precisamente por los incidentes que vinieron como reacción.
Todo se juntó en un mismo conflicto
Además, en mitad de esa tensión, el 10 de mayo, se celebró también la Marcha de la Bandera, un evento nacionalista israelí que conmemora la ocupación del este de la ciudad.
Y, estamos ahora en la semana del aniversario de la independencia de Israel y de la llamada nakba, la catástrofe palestina que supuso aquel paso y el inicio de la guerra, en 1948. Todo se juntó para que la ciudad se tense.
Pero es que, además, las autoridades israelíes, que mandan también en toda la ciudad vieja de Jerusalén, decidieron imponer limitaciones a las celebraciones de Ramadán. No es una medida anticovid, sino algo que sucede prácticamente en cada gran fiesta musulmana, limitando los accesos a la Mezquita de Al Aqsa, la más venerada, y añadiendo esta vez el cierre de la Puerta de Damasco, acceso principal al viejo barrio musulmán y lugar de encuentro diario para la comunidad.
Esto provocó protestas que se sumaron a las que había contra los colonos y que se han cobrado más de 500 heridos y otros tantos detenidos.
Gaza entra en juego
Los movimientos islamistas Hamás y Yihad Islámica comenzaron el mismo 10 de mayo a lanzar cohetes contra territorio israelí, en respuesta a lo que sucedía en Jerusalén.
Los lanzamientos se fueron intensificando, lo que hizo que Israel, que tiene bloqueada la Franja desde hace 13 años, empezara a bombardear la zona como represalia.
Se calcula que los milicianos han disparado unos 1,600 cohetes en este tiempo (de los que el 90% han sido interceptados por la Cúpula de Hierro que protege Israel y hasta 400 cayeron en la misma franja), mientras que las IDF, las Fuerzas Armadas de Israel, han lanzado cerca de 800 bombardeos en la llamada Operación Guardián de los Muros.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que Hamás, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, había cruzado una “línea roja” al disparar cohetes hacia Israel, y prometió una respuesta contundente. “Si Israel quiere una escalada, estamos preparados y si quiere detenerse, también estamos listos”, respondieron los islamistas, que están demostrando un poderío importante, capaz de mantenerle el pulso a la gran potencia armamentística que tiene enfrente.
Pese a que Tel Aviv sostiene que sus objetivos eran cabecillas de los grupos armados palestinos, se calcula que al menos el 60% de los 67 muertos registrados hasta ahora en Gaza son civiles, entre ellos, 17 menores de edad. Hay 388 heridos, más de cien de ellos niños. Se han dañado hasta escuelas de Naciones Unidas. Hay 350 viviendas destruidas o gravemente dañadas, cientos más con daños moderados y 1.750 personas desplazadas, según la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU.
En Israel, los muertos por los cohetes son ya siete, un militar y seis civiles, entre los que hay dos menores. Las alarmas por cohetes han saltado en todo el centro y sur del país, lo que ha obligado a al menos tres millones de personas a ir a los refugios que tienen en sus casas o bloques.
Altercados en el interior de Israel
Esta nueva ofensiva trae una crisis desconocida: está provocando altercados en el interior del propio Israel, en ciudades mixtas, con población judía pero también árabe. Ahora mismo, hay aproximadamente 1,8 millones de árabes israelíes.
Las imágenes de la ofensiva en Gaza y, sobre todo, de Jerusalén sublevada, han llevado a estos ciudadanos, que siempre se han sentido maltratados, de segunda, a levantarse junto a sus parientes palestinos.
Grupos de judíos y de árabes israelíes se están enfrentando entre sí y con las fuerzas de seguridad, con quema de vehículos y templos, especialmente en la ciudad de Lod, donde una tercera parte de la población es árabe.
Justo en esa ciudad, un padre de 52 años y su hija de 16 murieron cuando un cohete palestino disparado desde Gaza impactó en el vehículo en el que viajaban. Árabes israelíes muertos por un compatriota. Las vueltas y revueltas de este conflicto. Interminables.
Lo que dice la comunidad internacional
Naciones Unidas y la Unión Europea han pedido “calma” para evitar una “guerra a gran escala”.
El enviado especial de la ONU para el Medio Oriente, Tor Wennesland, fue más claro, pidió que se detenga de forma inmediata los enfrentamientos.
Los miembros del Cuarteto de Oriente Medio (la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia) habían expresaron el sábado su “profunda preocupación” por la violencia en Jerusalén, horas después de que más de 200 personas resultaran heridas en enfrentamientos. Sin más.
Mientras, EU ha impedido en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución o pronunciamiento de condena (o solidaridad, siquiera), pero sí llamó a los líderes de los dos Gobiernos:
El secretario de Estado, Antony Blinken, habló con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y condenó los lanzamientos de cohetes.
Joe Biden habló con el primer ministro israelí Netanyahu para decirle que están con ellos.