Sergio Zirath Hernández Villaseñor
Director General de Calidad del Aire
sedema.cdmx.gob.mx
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Contexto
Desde el fin de semana, hemos notado un ambiente brumoso en la Ciudad de México
Esto es, porque de acuerdo a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y las áreas de protección civil, entre el 9 y 13 de mayo se han registrado más de 395 incendios: 130 en el Estado de México, 66 en la Ciudad de México, 112 en Hidalgo y 87 en Morelos.
La calidad del aire se ha visto afectada por:
Los incendios en la región centro y sur del país
Un sistema de alta presión que evita la dispersión de contaminantes
Altas temperaturas
Y, además de una prolongada sequía.
Según la la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), hemos tenidos elevados índices de contaminación por partículas finas.
Y aunque en la Zona Metropolitana del Valle de México se registró un valor de 142 puntos en el Índice de Calidad del Aire por ozono y no se rebasó la norma (que es de 150), se activó la Contingencia Ambiental Extraordinaria por ozono como medida de prevención y para disminuir los niveles de contaminantes por partículas PM2.5
Esto significa que se establecen medidas importantes para el cuidado de la salud y la reducción de contaminantes.
OJO, es la primera vez en la historia que hay una contingencia ambiental por PM 2.5
¿Qué son las partículas suspendidas PM2.5?
Hay varios tipos de partículas suspendidas en el aire, pero una de las más dañinas para la salud es la PM2.5 (partículas de 2.5 micrómetros, o sea, de menos grosor que un pelo), que pueden venir de coches, fábricas o de la quema de madera.
Las partículas PM2.5 están formadas por nitratos y sulfaltos originados por oxidación, aerosoles orgánicos como el persociacetil nitrato, así como hidrocarburos pilicíclicos aromáticos.
Son muy pequeñas y entran más fácil al cuerpo, por lo que tanto niños como adultos están en riesgo de tener problemas con los pulmones, infecciones respiratorias y asma agravado.
En el caso de las mujeres embarazadas, la contaminación ambiental puede causar resultados adversos en el parto. Por ejemplo, bajo peso del bebé al nacer, parto prematuro y el nacimiento de niños pequeños en edad gestacional.
Además, la mala calidad del aire puede afectar a las personas con diabetes, el desarrollo neurológico en los niños, mayor riesgo de enfermedad del corazón, infartos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, entre otros padecimientos.
Estas partículas aumentaron en los últimos cuatro días por la gran cantidad de incendios, altas temperaturas y falta de viento.
Como algunas partículas tienen compuestos tóxicos pueden producir cáncer de pulmón y reducir la esperanza de vida de las personas.
Provocan irritación, resequedad y tos.
¿Dónde se originan las partículas?
Cualquier contaminante puede originar partículas finas, desde la combustión en las casas, el uso de coches, la producción de la electricidad y los procesos industriales.
Las partículas se registran con mayor presencia en ciudades y áreas metropolitanas
Otra fuente que las origina son la quema de diésel, combustibles de los vehículos, así como plantas industriales y la producción de metal y acero.
También hay factores naturales como el polen, incendios forestales, erupciones volcánicas y la sal marina que viaja a través de las corrientes de aire.
¿Cuáles son los contaminantes más comunes?
Material particulado (PM): es una mezcla de gotas sólidas y líquidas que surgen del combustible.
Dióxido de nitrógeno (NO2): causado por el tráfico en carreteras y por cocinas de gas.
Dióxido de azufre (SO2): producido por la quema de combustibles fósiles.
Ozono a nivel del suelo: ocasionado por la reacción de la luz solar con los contaminantes de las emisiones de vehículos.
¿Qué debemos hacer?
Evitar actividades al aire libre, como ejercicio o actividades vigorosas. Esto aumenta la dosis de contaminantes inhalados.
En las escuelas, no se deben realizar actividades cívicas, culturales, deportivas o de recreo al aire libre.
Permanecer en interiores, cerrando puertas y ventanas.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomienda permanecer en interiores desde las 10 de la mañana hasta las 19:00 horas, periodo en el cual los índices de ozono son más altos y potencialmente más dañinos.
Mantenerse hidratado, sobre todo niños y adultos mayores.
No utilizar leña o carbón para cocinar; no encender velas o incienso y no fumar.
Evitar uso de lentes de contacto
Utilizar aire acondicionado en modo ‘recirculación’ y realizar cualquier tipo de limpieza en húmedo para evitar la propagación de partículas tóxicas en interiores, cerrando puertas y ventanas.
En lugares cercanos a incendios, colocar toallas húmedas en zonas donde pueda entrar el humo. Retirarse del área lo antes posible. Evitar contacto con las cenizas.
No quemar cohetes ni fuegos artificiales.
Suspender uso de materiales de construcción.
Utilizar autos o motos propias únicamente cuando sea absolutamente necesario.
