Si creían que la Semana Santa era solo de rezos y procesiones, prepárense para conocer unos platos que literalmente se les va a antojar, así que vayan preparándolos.
En México, España y toda Latinoamérica, esta época también se celebra ¡a mordidas! Cada lugar tiene sus propios platillos estrella y costumbres culinarias que son una verdadera delicia y, a veces, ¡hasta tienen su lado curioso!
México: Del Ayuno a los Festines de Cuaresma
En México, la cosa empieza «light» con la Cuaresma, donde muchos le entran al ayuno de carne roja. Pero ¡ojo!, que «light» no significa aburrido. Aquí muchos hacen platos como los chiles rellenos de queso, capeados y bañados en salsa de tomate (¡un manjar!), el pescado empanizado crujiente, o los caldos llenos de sabor como el caldo de camarón.
Además de la famosa capirotada, un pan tostado con aceite y bañado con piloncillo, canela y miel que es un favorito de la región occidental de México.
Dato curioso: Se dice que el pan, simboliza el cuerpo de Cristo, la miel de piloncillo, su sangre y las especias que se utilizan, como clavos y canela, simbolizan los clavos y la cruz de la Pasión de Cristo, en tanto el queso que cubre el pan simboliza el sudario de la Verónica y la Sábana Santa.
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España: Entre torrijas y potajes de vigilia
Cruzando el charco, en España la Semana Santa también tiene su propio sazón. Uno de los dulces más emblemáticos son las torrijas. ¿Se imaginan una rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo, frita y luego endulzada con miel o azúcar? ¡Una bomba de sabor que te carga las pilas para seguir las procesiones!
Dato curioso: Se cree que las torrijas surgieron como una forma de aprovechar el pan duro durante la Cuaresma. ¡Nada se desperdicia!
Pero no todo es dulce. En muchas regiones de España se preparan potajes de vigilia con bacalao, garbanzos y espinacas, platos contundentes para aguantar la jornada. Y en algunas zonas costeras, los guisos de pescado y marisco son los protagonistas.
Latinoamérica: mucho sabor en Semana Santa
En el resto de Latinoamérica, la diversidad culinaria se desborda. En Perú, por ejemplo, la sopa teóloga, un caldo de pavo o gallina con pan remojado, almendras y pasas, es un plato tradicional en algunas regiones.
En Colombia, la lechona (cerdo horneado relleno de arroz y especias) puede ser un plato central en algunas celebraciones familiares, aunque no esté directamente ligado al ayuno. ¡La tradición manda!
En Argentina, las empanadas de vigilia, rellenas de pescado o verduras, son una opción popular durante la Cuaresma. Y en muchos países, los dulces caseros como los buñuelos o las conservas de frutas endulzan la mesa.
Dato curioso: En algunos lugares de Latinoamérica, se evita comer carne roja el Viernes Santo como un acto de respeto al sacrificio de Jesús.
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Costumbres en la mesa
La Semana Santa no se trata solo de los platillos en sí, sino también de las costumbres que los rodean. Reuniones familiares alrededor de la mesa, compartir recetas que han pasado de generación en generación, y la sensación de que ciertos sabores solo aparecen en esta época del año, creando recuerdos imborrables.
Así que ya lo sabes, la Semana Santa es mucho más que recogimiento espiritual. Es una oportunidad para explorar la riqueza culinaria de México, España y Latinoamérica, descubrir sabores únicos y conectar con las tradiciones que nos unen.