Carlos Jalife
Experto en automovilismo. Editor de la revista Fast Mag. Autor de la biografía de Los Hermanos Rodríguez.
TW: @scuderiargz
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Primero cumple con los servicios de tu auto; si es nuevo eso hace que retenga mucho de su valor.
Si ya pasó la garantía de 50 o 70 o 100 mil km., es conveniente muchas veces un servicio autorizado aunque son muy caros en muchos casos.
Si no vas a ir al servicio autorizado elige un mecánico que tenga una reputación de conocer tu modelo o marca de autos, es como tu dentista.
Pregunta a amigos, siempre hay uno que tiene un mecánico de confianza de toda la vida y que te respeta.
Si no estás seguro pide referencias de clientes que haya atendido, obvio si no te las dan ni le lleves el auto. O pregúntale a alguien que vaya saliendo con su auto de ahí.
Checa el taller, ve como está de equipado, limpio, cuántos autos hay y su estado, todo eso cuenta.
No todo es el mismo puede haber especialistas en distintas cosas, por ejemplo llantas, eléctrico, escapes
Pide facturas aunque te cueste más, son deducibles los gastos de auto y obligas a que la gente se formalice.
Los que usan lenguaje rebuscado o engatusador húyeles, nada de que “la chafaldrana está rota y tenemos que cambiarla”.
Pide las piezas cambiadas aunque luego las tires en tu casa.
Pide presupuestos y compara, igual que el doctor, siempre una segunda opinión con una agencia te dice el rango que tienes.
Reza mucho y encomiéndate a la Virgen porque es difícil aun cuando le sabes
