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2024-11-19 19:43:13

Cásate con Martha Debayle: Historias finalistas

Estas son las diez mejores historias que recibimos este año.

marzo 23, 2018

Xani Montes de Oca y Julio Lopez Cuevas

¿Y este si va a poder? Las primeras palabras que dije al Ingeniero que trataba de arreglar la extracción de mi obra. El mejor hombre de la empresa me aseguraron al mandarme a Julio. Yo, 1 año mayor, su jefa, comprometida y esquizofrénica. Él en una relación seria, retraído y con asperger. Trabajamos juntos 8 meses, y llegó la obra más tranquila que he dirigido, 1 mes cada tarde juntos, nos hicimos amigos, ambos decepcionados por nuestras parejas, su dolor me hería, quería recuperar su sonrisa, sin aceptar mis sentimientos por él. Y una tarde de mucho viento viendo nubes dijo “ESTOY ENAMORADO DE TI”. Salí huyendo 4 pisos abajo, el miedo me recorrió completa, para mí el amor era dolor. Pero Julio me enseño algo que lleno mi cabeza por completo “Chingue su madre el miedo”, llore toda esa noche y a la mañana siguiente, me quite la armadura, fui valiente y decidí aceptar que lo amo. Noviembre de 2017 en Xcaret me pidió matrimonio entre la selva y el mar, acepte feliz. Al final, sí pudo.

Abril Denisse Martínez y Rafael Arteaga 

Me hizo reír hasta llorar. Estudiando la carrera nos encontramos. Llegó de Monterrey y lo juzgué sin conocerlo… Rafa, el que logra hacerme sonreír, arriesgarme a lo desconocido y descubrir la vida sin timidez. Lo más redituable: me pagaba por estudiar juntos; con fiestas y conciertos. Con ese trueque lo pasé increíble. Hasta que me plantó un beso delante todos. Cuando obtuve una beca para estudiar en España, tenía la idea de dejar atrás Cd Juárez. Meses después recibo una llamada. Mi gordito en Madrid listo para tomar el metro a quién sabe dónde, porque ni eso sabía. Fue nuestra oportunidad de vivir 3 años en España. ¿La propuesta de matrimonio? ¡El Día de los Inocentes! ¿Es broma? No, es mi Rafa. Hace dos semanas tuve una cirugía en el útero. “Amor creo que únicamente seremos los dos” Sigo en recuperación y sé que podré casarme como una mujer sana. Hoy siento esa valentía cuando voy al médico, dentista y hasta con el estilista. Como en Estadística: Una Teoría de Conjuntos.

Pablo Eduardo Ferrer y Lui Fernando Valdés 

Entre nosotros dos había un tercero: el miedo. Pero no somos película de terror. Somos comedia. ¡Nos conocimos en el cielo! Sí, en un vuelo. Ventanilla y pasillo. Hubo miradas, un hola, risas. Aterrizamos y desaparecimos. Meses después coincidimos en una app: Piscis y Virgo vs el compromiso. Escribimos días sin ubicarnos. Hasta reencontrarnos y recordar el avión, hablamos horas, dolores, decepciones. Quedamos como amigos (con derechos) 8 jueves después, llegó un abrazo y pensamos: ¡Te quiero! Callamos, por tontos, por miedo a sentir, a ser vulnerables. ¡Lo tonto se nos quitó y llevamos 2 años amándonos!. El 19 de septiembre la vida nos enfrentó a un miedo mayor. Los dos nos quedamos sin depa. Nuestros edificios perdieron sus cimientos, pero nuestro amor los reforzó. Desde ese día vivimos juntos. Ha sido duro, porque perdimos cosas, pero ganamos el ser invencibles Hoy el único tercero es un pitbull. Y elegimos 18 de noviembre. Boda en domingo es más barato y puente. Un día para ser valientes.

Rodrigo Zavala y María Paulina Gnecchi Mora

Hablar de mí es gastar tiempo, hablaré de Paulina. Regresó a mi vida cuando más la necesitaba, después de las tormentas y bajando de la montaña con las piernas rotas. Con su espíritu lleno de virtudes y uno que otro defecto que la hacen un hermoso ser humano. Al poco tiempo robó mi atención con sus sueños, fortaleza e historias, que a bien decir, son iguales a las mías, es más, podría jurar que atravesó aquellas tormentas y escaló la montaña a mi lado. Después de las caídas llegaron cosas bellas, decidimos cambiar de hábitos, ayudar personas y formar una familia. Con ello llegó nuestra tienda de Fitness y una evolución espiritual. Me reencontré con la felicidad. ¿Por qué me quiero casar con ella?… Fácil, ella significa todo para mí, es el motor que le faltaba a mi avión para despegar, es la manera más grande de agradecerle a Dios y a ella por tanto. No es que no pueda vivir sin ella, pero con ella la vida se viste de colores e ilumina mis días con su sonrisa.

Samuel Rageney García y Nadia Gascon

José José y whiskey, el último recuerdo de ese sábado 5 am antes de recordar que era mi primer día de maestría: ni modo, llegué en vivo, lente obscuro, silencio para pasar desapercibida, la voz del teto sentado junto a mí trituraba mi cabeza dolorida al hablar de política -cállate das hueva- susurré-. ¿Crudita? dijo despectivamente al escucharme. Lo mandé al carajo sin imaginar que pasaría después. Saliendo me abordó e invitó un gatorade para sentirme mejor, ofreció llevarme a casa, me regañó por llegar happy y ni lo conocía, o sea ¿qué onda, no? pero bueno, parecía decente. Acepté y me llevó, pero a tratar de apantallarme a una casa del Pedregal, tenía cita para comprarla «jaja sí wey» pensé, wannabe fresa el niño ¿ven? Yo así de, ¡no please! quiero mi casa, pero le valió, llegando tomó mi mano, vio a la dueña, dijo que yo era su esposa, entramos y nació mi vida again, en segundos nuestras almas se reconocieron pues ya se pertenecían en otra vida, lo crean o no, a 4 años acepté casarnos.

Alicia Félix y Javier Lara

¿Casarte o emprender? En los 10 años que llevamos escuchándote seguimos tus consejos al pie de la letra, primero nuestra maestría en el extranjero, enfrentar todas las adversidades más difíciles al otro lado del mundo lejos de tu familia y de tu zona de confort no fue nada fácil. A nuestro regreso de la maestría la decisión entre casarnos y emprender, elegimos emprender nuestro negocio pero no ha sido fácil. Desde hace 12 años día con día le doy gracias a Dios por haber puesto en mi camino al más maravilloso, guapo y encantador hombre del mundo, juntos hacemos un grandioso equipo, nunca se rinde y luchamos juntos día con día, hombro a hombro tanto en las malas y en las buenas, en la enfermedad y la salud. Él, es el mejor hombre del mundo, lo admiro y respeto con cada centímetro de mi ser y sé que con él quiero pasar el resto de los días que me queden de vida. Nuestra meta para el año que viene ganemos o no, con dinero o sin él nos casaremos.

Elia Marina Avilés y Juan Carlos Espinosa Vazquez

Ésta es nuestra cita anual. Deseando que sepan más de ti y de mí. De la serenidad que nos da elegirnos día a día. Somos esos que escribimos Once Upon a Time y al año siguiente narramos como dormíamos en un catre. Juntos vivimos la alegría de escuchar 2 veces nuestra historia, leída en la radio, retumbando en el universo ¡Ese es nuestro regalo! Difícil recordar detalles de 15 años ¡Qué más da! Están tatuados en nuestra alma. Muchos sueños y giros al timón; miedos y confianzas. Yo, con mis muchas palabras y tú, con tus tantas acciones. Burbujas de enojo tronadas con un perdón. Intensas conversaciones, selladas con risas. Nuestros hombros impidiendo la caída al piso de nuestras lágrimas. Carencias, sí…menos de ganas de dormir juntos. Certeza de que estarás ahí cuando llegue la noche, sanando mis tragedias con tus besos. A mi lado, hasta cuando yo no quiero estar conmigo. Reinventándonos una y otra vez. Escribirte es un homenaje a nuestra vida juntos. Compañero, un año más, recordando cuanto TE AMO.

Eloina Rodríguez Miramón y Orlando Alexander López Rodero

¡Ay Elo!, pues yo tengo el testimonio de una amiga que se va a casar con su ligue de “Tinder”, se casa en dos meses. No basto más para decidir bajar la App, y conocer al hombre de mis sueños. Dos años antes yo ya me había dado por vencida, segura de quedarme a “vestir santos”, llorando no, chillándole a mi abuelita y hermana preguntándoles si alguna vez iba a conocer al Amor de mi vida, ¡todo un dramón!. Innumerables noches pase rezando y pidiéndole a mis angelitos que me cuidan en el cielo, mis papas, me mandaran a esa persona especial. Mi papá murió cuando yo tenía 21 años y mi mamá cuando yo tenía 24 años. Pero yo juraba que a mis 29 años ya estaba solterona. Sabía perfectamente que estaba exagerando, pero después de pasar la década de mis 20´s con un montón de dificultades veía muy difícil poder cumplir uno de mis grandes sueños. Me acuerdo perfecto, era un sábado de mayo, cuando habíamos quedado de conocernos en una pizzería en Coyoacán. El día de la cita desayuné con mi prima y abuelita, dando explicaciones específicas de qué hacer durante la cita a ciegas que iba a tener con mi “Tinder”, mi prima quedo explícitamente en marcarme a las 9 pm para corroborar que no estuviera en la cajuela de un carro, ya saben las historias de terror de las citas a ciegas. La clave era que sí contestaba era un pretexto para salir corriendo de la cita, si no es que estaba sana y salva. Y así fue, no hubo necesidad de ver el teléfono durante las siguientes 3 horas que duro nuestra cita. A los 3 meses de salir nos hicimos novios, y a los 6 meses ya sabíamos que íbamos a estar juntos el resto de nuestras vidas. A los 14 meses ya estábamos comprometidos y decididos a vivir juntos. Juntos hemos aprendido que la vida no es color de rosa, que inclusive para estar con el amor de tu vida se tiene que luchar, que juntos todo es más fácil. No sé si sea casualidad pero resultó que él y yo íbamos en la misma secundaria y nuestras mamas se conocían, 15 años después víctimas de Tinder y flechazo total. Basto que me dijera que el cuidaría de mí y que estaríamos juntos toda la vida, para saber que la vida valía la pena. Hoy mi ilusión más grande es entrar a la iglesia de la mano de mi hermana, que como bien dijo era la indicada para entregarme en el altar porque obvio era la mitad de mi mamá y mi papá. Y salir de la mano del hombre más bueno y maravilloso del mundo, listos para seguir conquistando el mundo junto.

Dana Gabriela Rodríguez y Jorge Alejandro Gómez Herrera

«Y vivieron feliz para siempre» Al menos eso es lo que nos contaron a Alex y a mí. Intentamos el VIVIR, intentamos el FELICES e intentamos el PARA SIEMPRE, en nuestra incipiente relación de 6 meses. Y aprendimos que no somos ni el príncipe azul, ni la princesa del cuento de hadas, ni dos medias naranjas. Que Alex tiene sus defectos y yo los míos, que él es chilango y yo potosina, que a él le gusta la mayonesa y a mí la crema. Pero coincidimos en el baile, en la música, en los objetivos y en el propósito de vida. Y así, entre los meses y los días y los años cumplidos de nuestra hija Sofí, los problemas, las alegrías, los retos, las terapias y los podcast de Martha, es que cada día tomamos la decisión de amarnos, y es que entendemos que el amor es hoy, respetamos lo que cada uno es y lo que no es. Hoy decidimos amarnos, ayer, y todos los días y ser testigos de la vida del otro y compartir juntos cada día de nuestra historia. Y colorín colorado, este cuento de amor se seguirá contando.

Lorena Vázquez y Jordi Planella Reyes

-Puki mándale nuestra historia a Martha- grita Jordi desde su oficina un martes por la mañana. -¿Y qué le pongo? El año pasado le conté como nos presentó mi mamá y quedamos finalistas. -Cuéntale que en tres años hemos pasado por dos mudanzas, tres empleos perdidos, la creación de dos negocios, un año completo buscando bebé sin éxito, homeoffice de ambos, un accidente, deudas y más funerales que bodas. Dile que, si mañana amaneces midiendo 4 cm, te metería a la bolsa de mi camisa y te llevaría a todos lados y si amaneces pesando 950 kilos te haría un altar alrededor y si se te borra el cerebro pasaría la vida recordándote por que te enamoraste de mí. Por qué tardé 38 años en encontrarte y aquí voy a seguir porque eres mi persona favorita y la mejor socia de vida. Con lágrimas en los ojos solo respondí -OK amor yo también te amo. Y remató con -Y dile también que tú no me dejas cobrar cover en nuestra boda.

marzo 23, 2018