Adriana Esteva
Especialista en Nutrición Emocional
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De qué va
• La idea de este libro, es abrir “líneas de investigación”, en torno al papel del peso en la relación con nosotros mismos, con el mundo y con la pareja.
• En el libro, Adriana expone las experiencias de mujeres que han ido a sus talleres, y reflexiona como pasamos el tiempo, gastando mucha energía en tratar de cambiar el exterior para no ver el interior, que preferimos cegarnos con los números de la báscula que mirar el balance de nuestros actos y las realidades que nos muestran nuestras relaciones de pareja, que preferimos encerrarnos en nuestra obsesión por el peso, que abrirnos al verdadero amor y arriesgarnos a pedir lo que necesitamos y dejar entrar la luz de la intimidad.
Nuestra relación con el peso
• Poner grasa y kilos en el cuerpo es una de las formas que probablemente aprendimos a hacer para poner este aislante entre nosotros y el mundo exterior.
• Si comenzamos a ver al peso desde esta perspectiva, podemos entonces abrirnos a la posibilidad de entender un poco más, el papel que ha jugado en nuestras relaciones y comprender por qué nos ha sido imposible quitarlo de encima.
• ¿Qué mensajes está dando nuestro cuerpo y/o nuestro peso en relación a nosotros y a nuestra forma de relacionarnos?
• Si nuestro peso pudiera hablar tal vez diría frases como esta: Me volví enorme por fuera……pequeña por dentro
• Creo que cuando algo es muy intenso o abundante de un lado, es porque es débil o carente en el otro.
• Cuanto más necesitamos de algo, es porque sentimos que carecemos de algo más.
• Muchos de nosotros fuimos invalidados, criticados, lastimados, abandonados, y de alguna manera nos “acostumbramos a no crecer” emocionalmente.
• En muchas ocasiones el exceso de kilos habla de la carencia para afrontar la vida.
¿Saben por qué les da culpa comer? Escuchen
¿Adulto yo? Jamás
• ¿De dónde viene esta incapacidad de tomar las riendas acorde a lo que hoy somos? Creo que son varios factores, pero uno de los que a mí más me ha llamado la atención es la idea que nos formamos en la niñez en relación a lo que nuestras figuras de autoridad nos modelaron o a miedos fantasiosos creados a partir de una experiencia.
• Si pudieras ponerle palabras a lo que percibías siendo pequeña ¿Cuáles serían?
• “Los adultos abandonan a las personas”
• “Cuando crezca voy a poder lastimar a los demás”
• “Los adultos deben ser perfectos”
• “La gente grande no se divierte”
• “Los adultos mienten”
• “Cuando crezca voy a estar solo”
• “Solo podré ser adulto cuando tenga mucho dinero”
• ¿Querrías ser adulto bajo estos escenarios? ¡Yo no!
¡Kilos por favor deténganme!
• He escuchado muchas veces la frase: “Si adelgazara y me sintiera ligera y hermosa, no sé si tendría entonces la fuerza para quedarme en esta relación”.
• No es que una mujer con bajo peso sea más fuerte que una con sobrepeso, esa idea está muy implantada en las creencias de muchas mujeres.
• Tener sobrepeso es renunciar a todo eso
• Culpan al sobrepeso cuando el sobrepeso es sólo su pretexto
• La vida es demasiado sabia y nos deja ver lo que necesitamos ver en el momento que estamos listos para hacerlo.
¡Me apanica la sexualidad!
• El cuerpo va a buscar siempre lo mejor para nosotros en el terreno físico, compensando las carencias, mandando señales de cansancio, dolor, hambre etc., poniéndonos en alerta, protegiendo los órganos vitales. El cuerpo es el contacto entre nuestro mundo interno y el externo. En él se reflejan nuestros miedos, heridas, orgullos, hazañas, crecimiento, salud…
• Poner la atención en la obsesión por el peso, puede ser una de las formas de “evadir” recordar temas dolorosos.
Sí se puede controlar el hambre, escuchen cómo
Prefiero que veas mis kilos a que me veas a mí
• ¿Qué puede ser más evidente en este mundo capitalista y material que el exceso de peso?
• Esos kilos que hoy nos ponemos de más obedecen sin duda a muchos factores, sin embargo, es indudable que brindan un servicio “multitask” para muchos de quienes los cargamos o hemos cargado.
• Así como nos ponemos una barrera hacia nosotros mismos, nuestros miedos (Es mejor temerle a la báscula que a mis reacciones), sentimientos (prefiero sentirme hambrienta o reventada que triste y sola) y necesidades (prefiero tener la necesidad de adelgazar que de enfrentarme conmigo), también nos ponemos una barrera para con el otro.
“No te puedo amar si no adelgazas”
• ¿En qué momento nuestro peso es algo con lo que se negocia?
• ¿Cuándo perdimos el derecho sobre nuestro cuerpo y se lo entregamos a la sociedad, a nuestros padres, amigos, hijos o pareja?
• El hecho de que alguien se meta con nuestro cuerpo, es similar a que le perteneciéramos.
Me desaparezco
• Estar tan absorbidos en el tema del peso, deja vacíos irremplazables, es como si dejáramos ese espacio para ver si alguien se puede hacer cargo de nuestra vida imperfecta.
• De ninguna manera, tener peso es tener más presencia y tener menos sea lo contrario.
• Perdernos en los kilos o en la obsesión por perderlos, nos hace entrar en un mundo aparte al que no dejamos entrar a nadie.
¿De verdad hay gorditos felices? Escuchen esto
Me pesan mucho mis creencias
• Las mujeres delgadas son más felices
• Los hombres hacen sufrir
• Los hombres quieren una flaca en su mesa y una gorda en su cama
• Las mujeres delgadas son más amadas
• Las mujeres delgadas son infieles
• Las mujeres con sobrepeso son más nobles
• Las mujeres gorditas son más amorosas
• Las buenas mujeres atienden a sus maridos
• Los hombres jamás engañan a su mujer si es delgada
• Una mujer gorda no abandona a su marido
• Una mujer con sobrepeso aguanta más