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2024-11-20 01:30:18

10 preguntas que nos tenemos que hacer antes de votar

Estamos cerca de las elecciones y la mejor manera de tomar una buena decisión estando bien informados.

junio 29, 2018

Max Kaiser
Director Anticorrupción del IMCO (Instituto Mexicano para la competitividad)
Es Asesor de Naciones Unidas en temas de combate a la corrupción y compras gubernamentales. Es miembro de la ACAD (Anti Corruption Academic Initiative) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Es autor del libro “El combate a la corrupción, la gran tarea pendiente en México”.
Tw: @imcomx
Tw: @MaxKaiser75

• El abstencionismo electoral el eterno vencedor en México
• En la pasada elección presidencial en 2012:
• 79.4 millones de mexicanos tuvieron la oportunidad de elegir al Presidente de la República
• Sin embargo, sólo 50 millones 323 mil 153 ciudadanos salieron a votar
• O sea, 63.33% del padrón total de electores votaron y aun así, significó un triunfo en comparación con el 59% de los mexicanos que votaron en 2006.
• La participación más alta en una elección ocurrió en 1994 con 67%

¿Cómo votan los mexicanos?
• De igual manera, en 2012, los mexicanos votaron así.
• El 37% ya tenía su voto definido antes de que iniciara la contienda por la Presidencia, o sea, aquellas personas que pase lo que pase siempre votan por el mismo partido.
• 23% tomó su decisión cuando supo quiénes eran los candidatos
• 29% votó por lo vio y escuchó durante las campañas
• 9% tomó su decisión el mismo día de la votación
• Votar es un derecho y una obligación constitucional. No tiene consecuencias jurídicas dejar de hacerlo, pero las consecuencias de renunciar a este derecho, y dejarles a otros la decisión, son enormes.
• Hay diferentes formas de ejercer este derecho.

La forma en que votamos
El voto duro

• El llamado voto duro se divide en tres: hay quienes militan activamente en un partido, y por lo tanto, su voto está decidido por su afiliación; hay quienes, sin militar, trabajan en un gobierno que surgió de una alternativa política, y se ven inclinados a mantener su encargo, eligiendo la misma opción; y finalmente están aquellos electores que tienen un voto condicionado, debido a presiones políticas, programas sociales, dádivas o compra de voto.

El voto de estómago

• Se trata del voto que surge de la emoción. Suele ser un voto poco informado y poco reflexivo.
• En esta elección se perciben tres emociones en juego: el odio a un partido por su deslealtad a la sociedad, evidenciada por un caso de corrupción tras otro; el miedo a un candidato que amenaza una y otra vez con pasar por encima de las instituciones de estado y las privadas; y la decepción que generó un partido que parecía una alternativa, pero provocó frustración en una parte importante de la población, por su incapacidad para resolver problemas esenciales.
• Estas tres emociones guiarán el voto de una parte importante de la población, que renuncia a la reflexión y al ejercicio pleno de su derecho a elegir.

El voto reflexivo

• Se trata del votante que toma en serio la relevancia y trascendencia de su derecho, y decide de forma inteligente y estratégica. Es aquel que analiza las opciones, las posiciones, las posibilidades, las historias, las necesidades, y con base en todo eso, marca la boleta de forma estratégica.
• Es falso el argumento “todos son iguales, no hay alternativas”.

Según el INE, en las próximas semanas se registrarán más de 20 mil candidatos, para más de 3,400 puestos de elección que habrá en juego.

Los habitantes de la capital, así como los de varios estados, tendremos 6 boletas diferentes en las manos. Y nuestro futuro depende de cómo se integren las autoridades de todos esos niveles.

Por eso, proponemos 10 preguntas que debemos hacernos, para ejercer un voto inteligente:

1. Nivel y tipo de estudios
2. Trayectoria profesional
3. Proyectos que ha liderado
4. ¿Tiene escándalos? ¿Denuncias? ¿Son reales?
5. Declaración patrimonial, de intereses y fiscal (3 de 3)
6. ¿Son congruentes con los cargos que ha tenido?
7. ¿Cómo es su campaña?
8. ¿A qué grupo político pertenece?
9. ¿Quiénes formarían parte de su equipo?
10. ¿Tiene proyectos claros, realizables, relevantes?

1. Nivel de estudios

Gobernar es una profesión. Requiere técnica y preparación. ¿Harías director de tu empresa a una persona que no acabó la carrera? ¿Le encargarías tu restaurante a un veterinario? ¿Dejarías que una persona sin carrera fuera el maestro de tu hijo? Y entonces, ¿Por qué permitimos que personas sin preparación académica adecuada dirijan el país?

2. Trayectoria profesional

• Una empresa transnacional jamás haría CEO al encargado de paquetería o al asistente de ventas que tiene 1 año en la compañía. ¿Por qué permitimos que personas sin la menor trayectoria profesional, de pronto hagan leyes o manejen presupuestos millonarios?

3. Proyectos que ha liderado

• Si se trata de cargos ejecutivos, como Presidente, Gobernador o Presidente Municipal, es importante saber si la persona ha tenido a su cargo equipos, estructuras, proyectos exitosos y ha sido capaz de dar resultados.

4. Escándalos de Corrupción

• La integridad de quienes pretenden gobernarnos debe ser prioridad en nuestra decisión. En el programa sobre Fake News aprendimos a distinguir entre escándalos reales y acusaciones con fines electorales. Es importante tenerlo claro, y no dar nuestro voto a quienes ejercen su profesión sin integridad.

5. La 3 de 3

• Las declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal son una gran herramienta para conocer todo lo anterior, y para saber tres cosas muy importantes: ¿qué tienen? ¿con quién se relacionan? ¿pagan sus impuestos?
• A partir del 1 de marzo, la página www.tresdetres.mx empezó a recibir las declaraciones de los diferentes candidatos, y se harán públicas a partir del 1 de abril. Esta será una gran fuente para responder varias de las preguntas aquí planteadas, y son un gran referente sobre la confianza que puedes tenerle a un candidato.

6. Vida congruente y razonable

• Una vez consultadas las declaraciones de tus candidatos podrás fácilmente saber dos cosas: es congruente su vida con los cargos que ha tenido, y si es razonable el patrimonio que ostenta. Si esto es así, es digno de confianza.

7. El tipo de campaña

• Las campañas que se concentran en ataques a los contrincantes, en la imagen de la persona y en llenar de basura visual la calle y las redes, suelen esconder penurias profesionales, y carecen de soluciones reales. Las campañas austeras y propositivas, que abordan problemas reales y preguntas incómodas, suelen ser las más relevantes.

8. El grupo político

• Además de la experiencia y la trayectoria profesional, el grupo político importa. Ahí suelen construirse redes e intereses, historias y hasta complicidades. No se trata de responsabilizar a nadie por asociación. Todos tenemos incluso parientes incómodos. Pero las relaciones suelen definirnos como personas.

9. El equipo

• Una condición innegable, sobre todo en los cargos ejecutivos, es que nadie gobierna solo. Los equipos de los candidatos serán las personas que ejecutarán las decisiones y proyectos más importantes, son los que pueden construir un proyecto exitoso, o destruirlo por completo.

10. Su proyecto

• ¿Hay sustancia en su propuesta? ¿son viables sus proyectos? ¿son razonables y realizables sus promesas? Esa aquí donde las 9 preguntas anteriores se juntan en una. ¿Coincide la persona, su trayectoria, su capacidad, su equipo con sus promesas? Si existe congruencia, aunque sea mediana, entre los distintos elementos, entonces tienes a alguien digno de tu voto. No es una exageración decir que el futuro de México está en juego. El próximo presidente de México, y las otras 3,400 autoridades que escogeremos el próximo 1 de julio, pueden ponernos en el camino de convertirnos en una democracia desarrollada, o en el camino contrario. Tu voto decidirá el camino.

junio 29, 2018