fbpx
2024-11-20 03:41:22

Libro: AMLO y la tierra prometida

*Es un análisis del proceso electoral del 2018 y lo que viene con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador

noviembre 30, 2018

Bernardo Barranco
Sociólogo y experto en religión.
Maestro en sociología del catolicismo contemporáneo por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París.
Conduce el programa Sacro y Profano de Canal Once de México.
Es autor de varios libros, entre ellos, El evangelio social del obispo Raúl Vera (2014), y recientemente, de El infierno electoral (2018), todos bajo el sello Grijalbo.
TW:@Bernar2Barranco

Encuentren el libro de Bernardo Barranco aquí 

De qué va
Es un análisis del proceso electoral del 2018 y lo que viene con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador
Son diez ensayos cortos, escritos por diferentes especialistas, todos coordinados por Bernardo, que evalúan lo que pasó el 1º de julio y expresan las expectativas, dudas, incertidumbres frente al nuevo gobierno de AMLO.

Bernardo Barranco, Coordinador
Carmen Aristegui, Prólogo
INVITADOS:
Francisco Abundis
María Amparo Casar
Juana Inés Dehesa
Rogelio Gómez
Julio Hernández
Daniel Moreno
Ricardo Raphael
Ana Saiz
Jenaro Villamil

¿Qué supimos con este proceso electoral?
1. La elección del 2018, el mayor terremoto electoral registrado en México luego de la convocatoria de Madero a revolucionar al país en 1910.
2. Se generó un dislocamiento grave del sistema político mexicano al extremo de parecer que podría significar su fin, para dar paso a uno distinto.
3. La cascada de votos AMLO-Morena quebró la estabilidad de los partidos políticos tradicionales, hoy en crisis.
4. La elección 2017-2018 ha sido la más violenta en la historia moderna electoral.
5. Uno de cada tres mexicanos fue tentado para vender su voto, es inaceptable la opacidad de los programas sociales.
6. El proceso electoral fue un laberinto de pasiones y mapa emocional electoral.
7. Las grandes televisoras imponían a los presidentes. Ahora el debate cuantitativo y cualitativo pasa por las redes sociales.
8. El resultado electoral hizo pasar desapercibido los grandes errores del INE y de los Oples, debemos repensar el futuro de la casta electoral y redefinir los límites de la electocracia.
9. Debemos transitar de una democracia electoral y representativa a una participativa. Democratizar el Estado.
10. La calidad de la democracia pasa por la democratización del poder a partir de la intervención y participación social. Debemos dejar de ser solo votantes, para ser ciudadanos.

MORENA gana TODO
López Obrador es el primer presidente desde 1988 que ganó la presidencia con más de 50%
Con 53% de la votación, la coalición que encabeza AMLO, en apenas cuatro años de vida, desplazó no sólo al PRD, sino al PRI y al PAN.
Además, habría que agregar que la diferencia entre el primero y el segundo lugar fue de 30.9% y entre el primero y el tercero de 36.8 por ciento. Un escenario nunca visto desde la elección de Miguel de la Madrid en 1982.
La suma total de la votación de las coaliciones de sus dos adversarios (Por México al Frente y Todos por México) más la del candidato independiente (Jaime Rodríguez Calderón) no alcanzan siquiera la votación que obtuvo Morena sin sus aliados: 24.86 millones de todos los candidatos versus 25.19 millones de Morena
Sumando los votos computados para el PT y el PES, el número sube a 30.11 millones.
AMLO ganó la elección presidencial en 31 de las 32 entidades federativas en 82% de las casillas, en 92% de los distritos electorales y en 80% de los municipios.
Además, gobernará cinco de las nueve gubernaturas que estuvieron en disputa, en 13 de las 24 capitales, en 314 de los municipios que se renovaron y en 11 alcaldías de la Ciudad de México y tendrá mayoría en 19 congresos locales.
En la Ciudad de México, por añadidura y gracias a la reforma que pasó el PRD, Morena no tendrá contrapesos de los concejales en las alcaldías pues por ley al ganador le corresponden seis de cada 10 de ellos
La distribución del poder político es relevante por muchas razones, pero una de las más importantes es la de los recursos públicos que manejará cada formación política.

¿Hacia dónde?
Nuestra democracia sigue siendo igual de virtuosa o defectuosa antes que después de la elección del 1 de julio.
Lo mismo puede decirse de las instituciones.
Falta ver la forma en la que ejercerá el poder presidencial López Obrador.
Una cosa es cierta: la llegada de AMLO al poder no romperá la llamada “ley de hierro de la oligarquía” acuñada por Robert Michels, quien postula que no se puede tener grandes organizaciones, como los gobiernos, sin ceder el poder efectivo a los pocos que ocupan los cargos superiores.
Las soluciones propuestas por el nuevo gobierno a partir del 1 de diciembre sustituirán a las de los pasados gobiernos.
Sus expertos y allegados serán otros, pero el poder recaerá en esos pocos, quienes serán los nuevos intérpretes de lo que necesita México y de cómo lograrlo.
El pueblo no gobierna ni nunca ha gobernado.

¿Qué nos espera?
Imposible saber qué esperar del nuevo gobierno.
López Obrador se contradijo una y otra vez respecto a lo que haría si llegara a la Presidencia.
Un día prometió amnistía al crimen organizado y al otro que pondría a consideración de expertos la política criminal; un día que se hará el aeropuerto y al siguiente que no; uno que echaría atrás la reforma energética y otro que revisaría los contratos de inversión privada; uno que nadie por encima de la ley y otro que Peña no debe preocuparse.
Tendremos que esperar para saber qué nos espera.
Lo que es claro es que habrá una gran concentración de poder, una Presidencia poco acotada y un estilo personal de gobernar que se basa en certezas a priori.

noviembre 30, 2018