Cada año, a 5,000 niños en Estados Unidos se les diagnostica cáncer de cerebro pediátrico, la principal causa de muerte de menores de 15 años.
Sin embargo, el conocimiento médico sobre cómo tratar el cáncer de cerebro en niños está muy por detrás de otros cánceres de adultos. ¿Por qué?
«Porque los niños no votan», dijo Amy Weinstein, directora nacional de inversiones en investigación y defensa de la Pediatric Brain Tumor Foundation.
«No tenemos defensores vocales con una voz lo suficientemente fuerte como para comunicar a nuestros líderes con audacia y fuerza que existe una necesidad.», dijo Weinstein.
Septiembre es el Mes Nacional de Concientización sobre el Cáncer Infantil, y algunos padres están alzando la voz para decirle a la población cuánto los necesitan en la lucha contra el cáncer cerebral pediátrico. «Necesitamos que los ciudadanos se unan en torno a esto y digan: ‘No es justo que un niño no pueda hacer realidad sus sueños, que no pueda llegar al jardín de niños».
«Tenemos que llegar a un punto en el que no solo estemos indignados … sino que los padres con hijos perfectamente sanos también lo estén».
¿Por qué se desarrolla el cáncer en los niños?
El cáncer en los adultos se puede atribuir a varias opciones de estilo de vida: fumar, beber, comer carnes rojas y procesadas, obesidad, inflamación crónica y falta de ejercicio, por mencionar algunos.
Pero los niños aún no han abusado de sus cuerpos de esta manera. Se cree que la mayoría de los cánceres en los niños son el resultado de una mutación errante o deleción en la forma en que las células copian su ADN en las primeras etapas del desarrollo del bebé.
¿Podría deberse a la exposición en el útero a la radiación u otro contaminante químico o ambiental en el mundo moderno? ¿O es realmente una aberración aleatoria desafortunada? Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, «se desconocen las causas de los cambios en el ADN en la mayoría de los cánceres infantiles».
La falta de conocimiento sobre el tema en el área médica se debe a la falta de investigación y esto, a su vez, sucede porque no hay financiamiento por parte del gobierno. En 2018, solo el 4% del presupuesto de casi 6 mil millones de dólares otorgados al Instituto Nacional del Cáncer , se dirigen al cáncer pediátrico, porque se considera que todos los cánceres infantiles son muy «raros».
