Juan Pablo Arredondo
Terapeuta Familiar, conferencista, psicólogo con más de 25 años de
experiencia. Especialista en niños, adolescentes, adultos, parejas y familias.
FB: Juan Pablo Arredondo H
Twitter: @jparredondoh
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Los tiempos han cambiado y pareciera que la mentalidad en general de las personas también. Cualquiera pensaría que en los momentos actuales de tanta globalización e inmersos en una era digital que nos conduce de manera vertiginosa a la inmediatez y a la información instantánea, la forma en que las personas conciben situaciones cada vez más abiertas debió haber cambiado radicalmente.
Aceptar la condición homosexual:
Es muy difícil acceder a la aceptación de los demás de cualquier característica propia, cuando no se ha logrado la auto aceptación de dicha condición. Y podríamos llevarlo a cualquier terreno. Incluso en cuestiones de nuestro físico, de nuestra forma de ser, de nuestro propio estatus, etc. Si yo no me acepto, ¿cómo podré acceder a la aceptación de los demás?
Busca ayuda
Si tienes problemas con tu propia condición, busca ayuda para que te ayuden a entenderte, tal vez a encontrarte y muy probablemente a aceptarte.
No existen momentos iguales para todas las personas.
Por supuesto que no se puede hablar de plazos en los que deberás ir enfrentando a las personas que te rodean. Cada quien tiene sus tiempos personales de asimilación de una situación como esta. En muchos casos, cuando ya estás preparado y es el tiempo correcto, aquello que veías imposible de pronto se pinta de un color mucho más sencillo.
Respetar tus procesos
Es cierto que los comentarios, los consejos, las propuestas e incluso hasta las presiones de los que te rodean pueden jugar un papel importante y decisivo, también es cierto que deberás respetar tus propios procesos y tus propios tiempos.
Haz caso a tu intuición
Dicta el dicho popular: “Yo conozco a mi gente”, y esto suele ser muy cierto. No obstante, en ocasiones el miedo, la inseguridad y los propios prejuicios nos llevan a tener percepciones tendenciosas negativas de nuestros seres queridos. No es extraño encontrar personas que se han hecho una idea errónea de las reacciones que sus familiares y amigos pudieran tener al enterarse de la orientación sexual de ellos. Es por esto que debes tener cierta precaución y hacerle caso a tu intuición cuando te dicta que no es el momento adecuado para “salir del clóset”. Sin embargo, tampoco te prejuicies tú solo suponiendo situaciones que tal vez lejos están de la realidad que pudieras vivir con sus reacciones.
Empieza con personas allegadas y de confianza para ti.
Personas cercanas emocionalmente que puedas percibir que tu orientación sexual en nada cambiará los lazos que tienen contigo. Una buena forma de hacerlo de inicio, pudiera ser también con persona neutras. Personas que no te impliquen mayor cosa, personas que muy probablemente les dé lo mismo quien te guste o quien te deje de gustar. Aquellas personas que no te resulten para nada amenazantes.
Procura hacerlo de manera completamente natural.
Si tú hablas de éstas cosas de manera natural, la probabilidad de que lo tomen de manera natural es mucho mayor. Si tú lo transmiten con angustia, miedo, ansiedad, preocupación, vergüenza o cualquier otro sentimiento negativo, la probabilidad de que lo tomen de esa manera también se incrementa. Tú no estás haciendo nada malo ni nada de lo que debas de avergonzarte. Solo es una diferente orientación sexual.
La resiliencia.
¿Qué es la resiliencia? Es la capacidad de una persona para sobre ponerse a la adversidad; es decir, para pararse de los golpes que la vida le den por difíciles que sean. Una persona resiliente sabe brincar los obstáculos que la vida le pone. Trabajar en tu resiliencia es aprender a pararte cada vez que te caigas. Es seguir adelante a pesar de las cosas difíciles que te sucedan. La resiliencia no se trae o no se trae. La resiliencia se desarrolla al enfrentar lo que nos sucede.
Sé tolerante
Recuerda que una de las situaciones que más desearás, es que las personas que te rodeen sean tolerantes a tu condición homosexual. Es importante que tú también seas tolerante ante las personas que les cueste trabajo asimilar tu condición e incluso a aquellas que definitivamente la rechacen.
Es probable que te enfrentes a muchas cosas que no sean como tú quieres.
A una realidad que no es o no fue como tu hubieras querido que fueran. Aceptar a fin de cuentas, es no pelearte con esas cosas o con esa realidad que simple y sencillamente tiene una característica única y particular: que no es como tú quieres.
Infórmate.
No estamos hablando de cualquier cosa. Estamos hablando de algo que te caracteriza. Algo que te acompañará toda tu vida y que acompañará a las personas que te rodean también toda la vida. Es por esto que sería necesario que te informes. Que conozcas del tema, de los antecedentes, de las condiciones, de donde viene, que se sabe de esto e incluso, de personas conocidas y famosas que pudieran vivir esta situación. Las dudas de las personas que te rodean quien mejor para resolverlas que tú.
Rodéate de personas con las que te identifiques.
En ocasiones los círculos en los que nos rodeamos pueden carecer de personas con las que nos sintamos identificamos. Es por esto que resulta muy conveniente que busques grupos de personas con los que te sientas a gusto e identificado. En los que te acepten como eres y en donde puedes ser éste que eres. Eso ayudará a que te aceptes y a que vivas más tranquil@ contig@ mism@.
Busca grupos de apoyo.
Si tu situación de verdad la vives muy ajena a ti o a tu entorno; si lo que tú estás viviendo lo experimentas como algo de otro mundo que no es el tuyo, busca grupos de apoyo que te ayuden y orienten para sobre llevar estos procesos de auto aceptación y de salida del clóset de una manera más acompañada.
No centres tu vida en tu condición homosexual.
Tú eres mucho más que eso. Eres una persona en toda la extensión de la palabra sin que por ello puedas considerarte (o que los demás te consideren) menos, diferente o por debajo de los demás. Restringir tu importancia y tu valía a esta situación es tan limitado, como el hecho de que los demás así lo consideren.
La aceptación
La aceptación de la condición homosexual de uno mismo, o de un hijo, un nieto, sobrino, amigo, vecino, familiar o conocido, blinda del rechazo que pueda recibir en todos los ámbitos. Por el contrario, el rechazo de uno mismo, de un hijo, un nieto, sobrino, amigo, vecino, familiar o conocido, dificultará la posibilidad de enfrentar el rechazo en todos los lugares en donde puedan recibirlo; es cómo mandarlos a la guerra sin fusil.
