Siempre les he dicho que después de la codez, no puedo, de verdad no puedo con la deshonestidad. Es una de las cosas que más me trauma en la vida, la gente deshonesta en todas sus formas, o sea que mienten, que son desleales, que son infieles.
A ver, ¿qué es para ustedes ser honesto? Porque déjenme decirles… cada quien tiene su propia definición. Como dice mi mamá: “En el arca abierta hasta el más justo peca”, así que háganse la pregunta, ¿son honestos por convicción o simplemente porque no han tenido la oportunidad para ser deshonestos? ¿Quién de ustedes ha mentido para quedar bien o para conseguir algo? Pero desde copiar en un examen, exagerar en un currículum, mentirle a su pareja, o se han vendido como alguien que realmente no son.
A ver, ocho de cada 10 personas le pintarían el cuerno a su pareja si les aseguraran que no los cachan, este dato me trauma y me parece impresionante.
El tema es infernal, y por eso hay que a hablar detalladamente qué onda con la deshonestidad en cada una de sus formas. Desde chiquitos aprendemos a mentir para protegernos de las consecuencias de nuestras acciones, y es algo que copiamos de nuestra familia y repetimos como adultos. Y es que, claro, para muchos no es lo mismo robar un lápiz que un millón de dólares, y yo tengo muy claro que sí, SÍ es lo mismo.
Para mí no hay nada peor que la decepción y saber que un amigo, mi familia o mi equipo no son honestos conmigo, y me están mintiendo. Porque como nos platica el rockstar Mario Guerra, nos da muchísimo miedo que alguien sea capaz de mentirnos de una manera tan fácil, de sentirnos engañados, y que saquen ventaja de esto.
¿Qué nos lleva a mentir? ¿Es lo mismo que engañar? ¿Se vale decir mentiras piadosas? ¿Qué pasa por nuestro cerebro cuando somos deshonestos? Ya entrados en este tema, les dejo estos textos que seguro les interesa leer sobre las mentiras: