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2024-11-17 17:40:54
Bio

¡Estoy harta de ir a la farmacia!

Mi carta editorial de moi marzo, para darles una idea de todo lo que van a encontrar este mes en la revista.

marzo 1, 2016

«Hola, Martha. ¿Qué pasó?» Así muy amable, pero muy directa me contesta el teléfono Ana Teresa Abreu, mi gastroenteróloga de cabecera. Sabe que soy yo porque después de tantas llamadas ya me tiene uber registrada. Ya sabe que o me estoy retorciendo de dolor con una colitis infernal, que Spiderman está con el reflujo en su máxima expresión, que alguna de mis hijas tiene un retortijón inexplicable, o que algún otro miembro de mi familia anda fatal del estómago, colon, esófago o ¡hasta del recto! jajajajaja. Así somos muchos, muchísimos, y si no me creen, nada más lean la encuesta que hicimos con Lexia. No vayamos lejos, hablamos de mi más grande cómplice en esta cuestión: Rebeca.

Lunes
-Rebeca, tengo un hoyo en el estómago
-Ay, hija, tómate un Dexivant.
Martes
-Rebeca, siento como que traigo una úlcera
-Tómate una Ranitidina
Miércoles
-¿Sabes qué? Ya tomé mi Libertrim, sentía que me faltaba regular el tono y la motilidad gastroesofagíca e intestinal, por aquello de mi síndrome de intestino irritable.
Bueno, esta última plática no fue exactamente así, pero cada vez nos ponemos más técnicas y hablamos de las medicinas que sirven como inhibidoras de la bomba de patrones, o sea, los omeprazoles y pantoprazoles que se recetan para el reflujo; o de la trimebutina y, ¿qué tal esta?, el magaldrato y la dimeticona, que los demás mortales conocen como Riopan.
¿Les recito más nombres? Nexium o esomeprazol,Prevacid o lansoprazol, dexlansoprazol, Zigerid (que es omeprazol con bicarbonato de sodio), Zantac, Zantac 75, bloqueadores H2 o Pepsane, y ¡así me puedo dejar ir tres hojas más!Jajaja.

Mira el vídeo Moi Marzo: ¿Qué te panza? Para de sufrir

Nos tomamos unas libertades impresionantes para recetarnos cosas. Si tenemos que ir a Acapulco el fin de semana, no falta el que se toma su laxantes irritativo, pa´bajar la panza, el té de las 3 bailarinas o el de hierba sen. Así le hacía yo de muy joven cuando iba a ir a la playa y me urgía estar flaca, me retacaba Tamarine. Corte a: literal aullando en el baño con santos retortijones. ¡Nunca más! ¡Basta! ¡Ya dejemos de ser tan irresponsables! Algunos tés que ustedes creen que son inofensivos por ser naturales, le hacen cosas horribles al sistema digestivo, acaban con las vellosidades del intestino y, como me explica Ana Teresa, uno termina por no absorber ningún nutriente.

Cuando quieren cortar el correquetealcanzo, entonces se toman cualquier cosa. Y me entero con la gastroenteróloga que está prohibidísimo andar deteniéndola, porque la diarrea, for lack of a better word, es un mecanismo de defensa del cuerpo para deshacerse de lo que hace daño. Detenerla es como tapar la cañería y dejar toda la cochinada se quede ahí.
Esta respuesta sí me la sé: en todo caso, tendrían que tomar algo que les alivie los síntomas, como Iprikene, que inhibe la fermentación, reduce la producción de gases y ayudad a adsorber (así se escribe, no es absorber) las toxinas.

Ahí voy otra vez a ponerme de doctora. Porque, eso sí, yo creo que es una señal de la edad. Antes, cuando viajaba a Estados Unidos la primera parada era BergdorfGoodman o de perdida Saks. Ahora, no he aterrizado cuando ya le estoy pidiendo al chofer que deje corriendo el taxímetro, pero que por favor nos paremos un segundo en Walgreens, CVS o Duane Reade para comprar alguna cosa que se me olvidó traer de México.

Mira esto: Manual de usuario para tu panza

Cuando menos allá, los anuncios de medicinas de la televisión dicen que hay efectos secundarios y contraindicaciones.

Así que si uno se muere de ganas de tomarse alguna medicina al menos sabe que puede causar dolor de cabeza, náuseas, picazón, infecciones, fracturas, sordera, visión borrosa, hemorragias internas y, oigan esto: «Hipomagnesemia», que quién sabe qué sea pero ¡suena fatal!

También puede pasar que se echan una medicina y sientan que se curaron, pero en realidad están complicando algún problema o escondiendo otras cosas. Si su panza está gritando o gorgoreando es porque les quiere decir algo: que ya no le estén dando tan mala vida, que coman bien, que tomen agua, que hagan ejercicio. Yo qué sé. Mejor hagan caso, lean esta moi y consulten al doctor, porque aunque no lo crean, ¡no soy!

firma-de-martha-debayle

 

 

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marzo 1, 2016