Por eso, aunque de forma atrasada, decidimos que sí había que celebrar el sexto año de esta revista que nos cuesta sangre, sudor y lágrimas sacar cada mes.
Por eso quise dejar que alguien más hiciera las preguntas, para mostrarles una cara de mí de la que poco hemos platicado. Y ese alguien fue my good friend, Carlos Loret. Porque necesitábamos a alguien de su nivel. Dejé que Carlos abriera el libro y señalara
el capítulo del que íbamos a hablar. El que fuera. Sobra decir que nos fuimos como hilos de media, jajaja, desde Nicaragua, hasta
México. Desde que nací, hasta que nacieron mis hijas.
Así fue. El señor me hizo platicarle cosas de las que NUNCA había hablado a profundidad, que me hicieron revisitar momentos y logros, tanto míos como de mis papás, que yo ya tenía medio dados por hecho. Me volví a sentir orgullosa de mí, de mi familia, de mi
apellido. Mientras lo contaba lo veía desde afuera y caí en cuenta de que sí soy mucho más fuerte, más valiente y hasta más luchona de lo que a veces me doy crédito. En fin, ya lo leerán y ustedes me dirán.
Volviendo al hecho de que este es nuestro número de cumpleaños, nuestro esperado #AnivdelaRevi, quiero decirle lo siguiente a moi,
al riesgo que fue y sigue siendo, a la revista que ha acompañado a tantos durante 70 ediciones, 79 meses y casi 9 mil páginas,
el espacio que ha hecho a la gente reír, llorar, aprender y entender, que estoy orgullosa de haberla hecho, de haber confiado en mi tripa y que le deseo, ¡LARGA VIDA!
Gracias a todos nuestros especialistas, a todo el equipo y, por sobre todas las cosas, a ustedes que nos siguen, nos comentan y que
nos leen. Let’s celebrate!