Martha Debayle es un excelente ejemplo de cómo una marca personal se flexibiliza y logra migrar de ser una simple personalidad a una línea de productos para el cabello, en un hecho que se ha convertido en una importante lección de la importancia de trazar una buena estrategia que abone al reconocimiento de tu personalidad.
Ahí radica la oportunidad que han encontrado las marcas, en poder desarrollar pautas desde las cuales logran comunicarse con el consumidor conociendo al cliente.
La estrategia de Debayle es crear un producto que da voz al cliente, al presentar un champú formulado en su propia experiencia como consumidora.
Los datos valen oro y cuando tu eres fuente de estos, el valor es único.
Con información de merca2.0.com