«Y dormirás por 100 años hasta que… bla bla bla». Eso le dijo Maléfica a Bella Durmiente. Es Disney, es fantasía, da igual. ¡Cero! Cero da igual. Es el poder de la palabra llevado a su máxima expresión, dramatizado, exagerado, pero súper basado en la realidad.
Exhibit A: cómo se explican el: «Bájate de ahí que te vas a caer; que te bajes te estoy diciendo, ¡te vas a caer y te vas a poner uno bueno en la cabeza!» Corte A: te dabas un santo trancazo de ahí te encargo, y tu mamá se volteaba y te decía: «¡Te lo dije! Te lo dije y ahí vas».
Exhibit B: 12, 15, 25 años escuchamos de manera sistemática lo matados que éramos… y nos acabó yendo rebién en el colegio. Lo gordos que estábamos y cómo seríamos forever alone para siempre, siemprísimo… y hoy estamos pasados de peso y nomás no se nos arma con nadie. O lo fuertes, luchones, guerreros que somos… y corte A: somos al que todos le hablan para pedirle ayuda, el albacea, mediador, cuidador, proveedor y operador de toda la familia, papás y hermanos, tíos y hasta sobrinos.
Uno es lo que piensa que es, y nuestras palabras lo sellan, así que nunca se les olvide que…
Watch your
thoughts
for they become
words.
Watch your
words
for they become
actions.
Watch your
actions
for they become
habits.
Watch your
habits
for they become
character.
Watch your
character
for it becomes
your destiny.