Nada supera el comprobar por ti misma el efecto que tiene algo que usas. Para mí fue un pantalón holgado, que con el movimiento parecía un falda, el cual combiné con una simple camisa negra –que en ocasiones llevo a la oficina– y unos tacones que no se asomaban. Mi look para asistir como invitada a una boda.
Esos pantalones recibieron cumplidos toda la noche y en distintos momentos. En la pista de baile, cuando cómodamente me puse a bailar salsa o cuando peculiarmente en el tocador mis amigas «envidiaron» mi outfit, por lo práctico que resultaba a comparación de un vestido. Recibí desde un «tú trabajas en moda» o un par de «necesito tus pantalones» mientras apuntaban directamente a ellos. Mi respuesta: «son de una marca mexicana». Parecían no creerlo.
Solo unos días antes había visto la colección de Martha Debayle –a empresaria, presentadora y locutora mexicana– quien a su vez me había contando todo acerca de su nueva colección para la marca Ivonne. Me explicó acerca de la manufactura de las prendas, hechas en nuestro país, también del acabado, los materiales, de calidad. Me compartió todos los detalles –como botones, cierres y la complejidad de telas como el satín– que había cuidado para lograr una colección de 52 piezas distintas.
