Con Eduardo Calixto
Médico cirujano, neurofisiólogo de la UNAM
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PARTE 1
El investigador japonés Hideiko Takahashi realizó algunos experimentos en los que pretendía encontrar cuál es la sección de nuestro cerebro que nos hace sentir celosos.Los resultados fueron claros, y el indeseable monstruo que habita nuestros cerebros se encuentra en el lóbulo frontal
Mensajeros emocionales:
La serotonina es una del centenar de sustancias «mensajero» que permiten a las células del cerebro comunicarse entre ellas. Conocida también por su vinculación al sueño, la serotonina es una sustancia clave para entender la percepción del dolor, el apetito, la secreción hormonal, la alegría o la depresión.
Explicación psicológica:
Los celos son expresión de «una vulnerabilidad subyacente, que se desencadena sobre la marcha por esa verdadera tormenta bioquímica que puede ser una relación sentimental». Según una investigación realizada en la Universidad de Pisa, analizaron el papel de la serotonina en los disturbios obsesivos y compulsivos, a nivel bioquímico en las personas enamoradas.
Detalles del estudio:
250 personas entre los 25 y los 30años, sometidas a un cuestionario que han dado como resultado que un 10% eran celosos de modo excesivo. De esos 25, han sido examinados 21 de manera más profunda y de sus análisis de sangre se ha comprobado que sus niveles de serotonina eran notablemente reducidos. Otro cuestionario y nuevas muestras de sangre han confirmado las anteriores conclusiones y, de esa manera «los celos corresponden a una vulnerabilidad de la personalidad, a una fragilidad excesiva que puede ser desencadenada por una relación afectiva», según los médicos
Los celos distorsionan la percepción visual, es una conclusión del estudio de Jean Philippe Laurencau y Steven Most de la Universidad de Dalawer en Estados Unidos
En el experimento reúnen a un grupo de parejas el objetivo del estudio es verificar si habría relación entre la emoción de sentir celos y la percepción de esa persona.
¿En qué consistía el experimento?
– En decirles a las parejas que visualizaran imágenes en el ordenador algunas imágenes eran agradables a la vista , otras desagradables.
– Las mujeres estaban en una misma estancia separadas por una cortina de los hombres. Se les ofrecían imágenes para visualizar de paisajes, fotos arquitectónicas giradas 90 grados y otras de contenido desagradable. Solo tenían que clasificar las fotos, recordar ligeros detalles. Nada más.
– Lo investigadores les piden a las mujeres participantes que contaran sus emociones mientras visualizaban las imágenes y mientras sus parejas estaban viendo fotos de mujeres guapas en el ordenador.
– Los resultados revelaron que cuanto más celos sentía una mujer más difícil le era identificar correctamente las fotos, detalles, paisajes, como si su percepción estuviera alterada. Los celos volvían distraídas a quienes los sufrían.
– Cuanto más celosa se sentía la mujer, no solo era más distraída sino que las imágenes de contenido desagradable la “repelían aún más” .
