Actívate
Deja el coche más lejos de lo normal o bájate una estación antes para caminar, utiliza las escaleras en lugar del elevador, usa bicicletas para ir al trabajo.
Hidrátate
Según el Instituto de Medicina de las Academias Nacionales (IOM, por sus siglas en Inglés), cerca de 80% del consumo total de líquidos debe provenir del agua natural y otras bebidas, mientras 20% restante de los alimentos. La cantidad que necesita una persona para mantenerse hidratada depende de su edad, actividad física y el clima donde vive, pero por lo general ronda los 2 litros diarios.
Come más lento
Si comes lento, puedes reducir la cantidad de comida que ingieres, ya que permite comer menos sin tener hambre o sea solo comer lo necesario. Porque usualmente comemos muy rápido, y no alcanzamos a saciarnos.
Cinco comidas al día
Hacer cinco comidas al día, nos permitirá mejorar nuestros hábitos alimentarios. Pero tan importante como el número de comidas diarias es saber qué comer en cada momento del día.
Disminuye el consumo de bebidas azucaradas y alcohol
No aportan beneficios a tu organismo ya que no tienen vitaminas, proteínas o minerales, en cambio contienen muchas calorías. Al reducir la el consumo de estos productos se reduce la cantidad de calorías que entran al organismo.
Duerme bien
Con más horas de sueño sentirás menos apetito y los antojos estarán bajo control. Un estudio publicado por el American Journal of Clinical Nutrition reveló que dormir menos de seis horas aumenta el apetito y los antojos de carbohidratos y grasa.
Acostúmbrate a disfrutar la fruta
Sí, porque es el refrigerio más conveniente. Aunque tenga calorías o azúcar, siempre será tu opción más saludable.