Ya saben que soy una fanática de la salud, y como soy del deber ser, les cuento que hace poco escuché un episodio de Bendita Nutrición, uno de los podcasts de Martha Debayle Podcast, donde Bea Boullosa y Nicolás Mier y Terán platicaron sobre la importancia de los carbohidratos en personas que viven con diabetes.

Y es que, decían que es súper importante checarse y tener un diagnóstico. Empezando por saber cómo andan de su glucosa y su insulina porque no es lo mismo alguien que apenas empieza, a diferencia de quien que lleva años con este padecimiento, además de que sí o sí tienen que visitar a su médico, ya sea el internista o el endocrinólogo, que son los dueños de la diabetes.

También explicaron que para seguir teniendo buena salud, aparte de trabajar con su especialista, hay que tener en cuenta que los carbohidratos son una gran fuente de energía para el cuerpo y no son el enemigo. Piensen que se necesita energía para todo, desde caminar, tener una buena salud pulmonar, que su corazón trabaje correctamente, hasta para que su cerebro esté al cien.

Pero, ¿qué pasa cuando todo esto se pone en riesgo por la diabetes? Los niveles de azúcar en la sangre empiezan a estar elevados, porque comen cosas que suben la glucosa por encima del rango saludable y entonces la insulina empieza a reaccionar en desequilibrio. O sea, cuando le entran con ganas a la tortilla, a la leche, a los postres, entre otros, y además hay alguna predisposición genética y estilos de vida poco saludables, se crean niveles altísimos de glucosa en la sangre, haciendo que el páncreas mande insulina para nivelarlo, pero no produce suficiente y la glucosa se acumula en la sangre.

¿Son o no son malos los carbohidratos en las personas diabéticas?

Bueno, la cosa es que no hay alimentos ni buenos ni malos, lo que sí es que hay buenos y malos hábitos que necesitan trabajar de la mano de una dieta correcta y del ejercicio, porque ya los he cachado que empiezan la dieta, dejan la ejercitada de lado y ¡no!

Y algo que dijo Bea es que no hay que enfocarse en la cantidad, sino en la calidad de lo que le están metiendo a su cuerpo, por ejemplo el pan blanco en moderación, les da energía inmediata, pero hay que saber en qué momento del día comerlo y con qué combinarlo.

Otra gran opción son los panes de granos enteros, que acompañados de unas rebanadas de pechuga de pavo, atún o aguacate, ayudarán a retardar el impacto de los niveles de azúcar en sangre.

Entonces, para todos los que viven con diabetes, el mejor consejo es que conozcan las diferente opciones que existen, que sigan el plan de alimentación que les recomiende su nutriólogo sin eliminar de golpe un grupo tan importante como son los carbohidratos.