Se han puesto a pensar que en el momento en que nos enteramos de que un bebé viene en camino, nos cambia la vida por completo y empezamos a preparar todo para la llegada de nuestros hijos. Pensamos en preparar su cuarto, la cuna, los juguetes, su ropita, buscamos al ginecólogo, el hospital para el parto, pensamos con mucha ilusión en cómo se va a llamar, tomamos suplementos, medicinas, leemos libros y revistas, escuchamos podcast, vemos programas de maternidad, consultamos doctores, a nuestras mamás, tías y abuelas. Queremos tenerlo todo listo, perfecto y estar preparadas para su llegada.
Pero muchas veces no nos damos cuenta de que no solo parimos a un bebé, nosotras también nacemos como mamás. Es uno de los roles más importantes de nuestra vida y todo cambia, todo es nuevo y retador. Y no vamos a mentirnos, ser mamá es una cosa increíble, pero también tiene sus momentos difíciles.
Cambia nuestro cuerpo, nuestro estado de ánimo, nuestras rutinas, a veces tenemos que dejar nuestro trabajo, subir varios kilos, dejar de usar la ropa que regularmente usamos, llegan las estrías, el dolor infernal de los pies, los antojos. No sé si les pasó a ustedes, pero desde antes de que mis hijas nacieran yo vivía angustiada pensando: y si no estoy preparada, y si nace mal y si viene con algún problema de salud, dónde va a estudiar, cómo voy a pagar su carrera y después de que nacen ya ni les cuento, siempre se los he dicho uno no vuelve a tener paz ni a dormir en la vida.
Las noches en que no duermen, se despiertan de madrugada a pedir comida, las primeras fiebres, el dolor de los primeros dientes, la cambiadera de pañales, aprender a bañarlos, preparar la mamila, cuidarlos del calor, del frío, el miedo de sacarlo a sus primeros paseos y cuando crecen, las tareas, el disfraz del día del niño, pero no come bien, pero le hacen bullying y ya más grandes, la angustia de andar con “dónde estás”, “por qué no me contestas”, “con quién vas”, “ a qué hora llegas”, es que no paramos.
Ser madres es algo que nos cambia la vida por completo, porque no hay tarea más titánica y retadora que formar a otro ser humano, educarlo, darle valores, cuidar de su salud, de su alma, de su bienestar, de sus ilusiones, de hacerlo una persona de bien y sorprendentemente nadie nos prepara para eso.
Pero tristemente nuestra mayor y más importante tarea como mamás es lograr que nuestros hijos puedan vivir sin necesitar de nosotros lo antes posible y después de tanto esfuerzo, dedicación y amor, resignarnos a que un día nos toca verlos partir.
Por eso este año con Bonafont queremos reconocer, celebrar y hacerles el camino más ligero a todas las mamás de México, a las que se están estrenando, a las que van por el segundo o tercer bebé y a las que llevamos años siéndolo. Vean qué increíble video hicieron para esta campaña:
Ustedes también celebren a todas las mamás que estén cerca de ustedes, en su familia, en su oficina, en su círculo de amigos, no solo este diez de mayo, sino todos los días.
Si quieren saber más de está increíble campaña síganlos en Facebook como BonafontMX, vean todo lo que prepararon para esta celebración y compártanlo.
¡Feliz día de las madres!