Angustias que puedes ahorrarte desde YA

“No obedece a la primera”

La meta e la educación no debería ser que te obedezca, sino que te haga caso. Sería muy extraño que un niño obedezca a la primera.
Da un tiempo para el cumplimiento, dale un colchón para que cuando te haga caso no haya agotado ni tu tiempo ni tu paciencia.
Además es algo pasajero pues la formación de hábitos hará que no tengas que estar dando órdenes posteriormente.

Excepciones preocupantes:

“Bajó de calificaciones”

Salvo casos excepcionales, todos los niños tendrán altibajos académicos, los cuales pueden deberse a situaciones emocionales pasajeras, maestros con los que no conecta, amistades con las que se divierte y se distrae, clases aburridas, o incluso que dicha materia no es su fuerte.
Regulariza cuando sea necesario y asegúrate de que no sea un problema de percepción de tus hijos (oído, vista, déficit de atención, etcétera)

No conozco niño que no los haya hecho. Lo que define el tiempo para superar esa etapa es el manejo apropiado o erróneo de ellos por parte de los padres.
No pegues, no generes situaciones que los agota emocionalmente y los lleva al berrinche. Tu propia ansiedad te conducirá a tener tú también berrinches.

“Se resiste a irse a dormir”

Hay niños que hacen esfuerzos enormes por mantenerse en la jugada y no irse a la cama antes que los demás integrantes de la familia.
Sin embargo no debería ser parte de lo que te preocupe. Es solo un problema de insistencia, persistencia y paciencia, hasta que tengan un horario establecido al que se habitúen.

“No se quiere bañar”

Es una etapa pasajera también. Hay etapas en las que parece que el agua y el jabón son ácido y se resisten al baño como gatos.
El juego en el baño o el baño familiar compartido son buenas estrategias que te recomiendo probar. Y si un día no se bañó, no hagas tanto drama, realmente no pasará nada en su futuro por ello.
No será alguien sucio, sólo es niño. No exageres tus exigencias ni tus reacciones. Dales el ejemplo y deja que llegue el tiempo en el que ellas o ellos deseen agradarle a alguien. Verás el cambio.

“Me vio desnuda”

…¿Y?
Mientras más te preocupes por ello, más contagiarás a tu hijo al respecto.
Déjalo pasar y vale la pena que revises tus extrañas ideas sobre el cuerpo desnudo frente a tus hijos. No se trata de que seas exhibicionista, solo de que no te avergüences de que te vean desnuda.

Es un hecho que esto es algo que tendrás que atravesar tarde o temprano. Qué bueno que te haga las preguntas abiertamente, no cierres esa puerta con respuestas torpes, temerosas o incluso falsas.
Asegúrate primero de comprender lo que desea saber realmente y no des menos ni más respuestas de las requeridas. No hay curiosidad precoz. Puede haber tenido contacto con imágenes o pláticas que por su edad todavía no sabe como ordenar o contextualizar y por ello observas esa curiosidad.
Pon a su alcance información confiable.

“Juega con sus genitales”

Tu hijo o hija va a descubrir sus genitales; es obvio. Recuerda que la gran cantidad de terminaciones nerviosas que tienen los convierte en una zona muy atractiva de manipulación. Simplemente déjalos saciar su curiosidad, sin pegarles, darles manazos, ni creer que alguien precoz o enfermo.
Es una etapa que pasará en la medida que no generes angustia a tu hijo. Déjalo en paz. Si lo hace delante de gente, llama su atención a otra cosa y platica con él o ella diciéndole que a los demás les incomoda que haga eso delante de ellos.

“Mi hijo(a) se masturba”

De pequeños se llama jugueteo genital, no masturbación. Solo cuida lo público de lo privado y debe haber respeto por la intimidad, las creencias y las costumbres de otros.
La masturbación es otro asunto y es totalmente esperable que ocurra durante la adolescencia en ambos sexos. Aunque los hombres seamos más fanfarrones, hay una gran cantidad de chicas que lo hacen.
Según estudios médicos, no produce ningún daño. El daño será más bien por sugestión, culpa o por ideas absurdas e ignorantes respecto al funcionamiento del organismo.

“No me gusta cómo se viste, ni cómo se peina”

Antes de seguir adelante, ve por tus cajas o álbumes de fotografías y encuentra algunas tuyas de cuando tenías la edad de los hijos que te preocupan. ¿Qué tal? ¿Cómo tenías el pelo? ¿Cómo te vestías? ¿Recuerdas los comentarios de tus padres al respecto? La moda es pasajera y cíclica.

Excepción preocupante:

Que desee ponerse un piercing que pueda deformarle la oreja permanentemente.
Que desee ponerse un tatuaje permanente que luego no pueda eliminar sin pasarla realmente mal.

Comunicación y negociación son la clave. Volúmenes permitidos en ciertos horarios y momentos, y el resto es cuestión de gustos.
No vaya a ser que entonces opinen sobre tú música y no quedes bien parada(o).

“Es hijo(a) único(a)”

Que no sea alguien que solo esté con adultos. Con esto evitarás problemas de socialización. Tener hermanos es deseable, pero no indispensable.

Últimamente solo hay regaños para mamás y papás… Ya necesitan paz. Por eso hoy les vamos a decir todas las cosas por las que pueden empezar a dejar de preocuparse.