Mario Guerra
psicoterapeuta
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• Lo privado no necesariamente tiene que ser algo que se oculte
• Lo secreto necesariamente tiene que ser oculto.
• Oculta algo que va más allá de lo privado; es lo que, si es revelado, puede causar sorpresa, indignación, tristeza o enojo, aunque hay cosas secretas que sólo incumben al individuo que las ejecuta.
Secretos explícitos
• Los que alguien expresamente me pide guardar.
Secretos implícitos
• Alguien me dice o muestra algo sólo a mí y que evalúo que al revelarlo podría ocasionar un mal.
• Alguien me comenta que piensa renunciar al trabajo en diciembre.
• Alguien me muestra el reloj de oro que le dieron sus hijos el día del padre.
• Algo de lo que yo me entero que evalúo como que no se supone deba suceder.
• Veo al esposo de mi amiga entrar del brazo con otra mujer a un lugar.
• Saber que alguien obtiene un 300% de utilidad por algo que vende.
¿Secreto o indiscreción?
• El secreto es algo que se guarda o se revela porque alguien me lo ha pedido o yo se que es algo nadie debería saber.
• La indiscreción es contar algo que alguien me ha contado, o me he enterado, que no es que alguien debería o no saberlo, pero que es propio de la persona y que nadie debería de enterarse, al menos por mi conducto.
• Miguel me contó que antes de casarse tuvo un hijo con otra mujer.
• Aunque en este ejemplo MIguel no pidió guardar el secreto ni lo contó como algo confidencial.
Temas más comunes sobre los que se cometen indiscreciones o se revelan secretos
• Competencia profesional;
• Declaraciones poco acertadas que la persona haya hecho;
• Las preferencias o ideas (políticas) de la persona;
• Aspectos legales o fiscales de la persona en cuestión;
• Modo de vestir, creencias religiosas o estilo de vida;
• Forma de ser en el trato con la gente.
• Supuestos sobre un embarazo o un aborto accidental;
• La infidelidad marital y/o visitas a burdeles;
• Preferencias sexuales no estándar en cierta sociedad (que no sean ilegales);
¿Por qué revelamos o no secretos?
• Se dio seguimiento durante un período de 2 meses a 342 individuos que guardaban un secreto.
• Se trató de determinar los predictores y resultados de la revelación.
• Se puso especial énfasis en la rumiación, autoestima y aspectos relacionados con la identidad.
El modelo de la “fiebre” sostiene que la angustia psicológica influye para promover la revelación de un secreto.
• Esto funciona, según estudios de William Stiles, de la Universidad de Miami, de manera análoga como lo hace la fiebre física cuando hay una infección patogénica.
• Esto nos lleva a la conclusión que cuando la persona está angustiada por un secreto tiende a revelar más que la gente que no lo está.
• En otras palabras, así como la fiebre tiende a combatir una infección externa, la revelación tiende a aliviar la angustia.
• Esto es que diversas formas de angustia, como el enojo, la preocupación y la ansiedad, tienden a promover la atención hacia aspectos internos de la persona más que hacia aspectos externos.
• Las personas tendemos a disminuir la angustia externalizando ciertos comportamientos motivados por presiones internas.
• En conclusión; la decisión de revelar u ocultar secretos involucra un choque de motivaciones.
• Por un lado la necesidad de no quedar mal y no buscarse un conflicto y, por el otro, la necesidad de aliviar la angustia interna de la carga subjetiva de guardar un secreto.
Las intenciones
• La intención que tiene alguien de ocultarme algo que no quiere que sepa.
• Temor a un castigo, represalia o pérdida.
• Cuando algo ha sido prohibido
• Evitar hacerme sufrir.
• Aunque esto generalmente habría de ser temporal como una enfermedad, un engaño o una pérdida.
• Aunque habría que pensar si evitar un sufrimiento inmediato me impide empezar a generar las estrategias para afrontar lo que vendrá.
• Tener una ventaja u obtener un beneficio para sí.
• Como poder, ganancias o control.
• Darme una sorpresa
• Como en un cumpleaños o un embarazo.
• La intención que tiene alguien al confiarme un secreto
• El descargar culpa
• El pedir un consejo o ayuda
• El hacerme cómplice
• La intención que tengo yo al guardar un secreto.
• Si me lo han confiado
• Mantener la confianza de esa persona
• Evitar un mal, para mí o para otros
• Complicidad contra el engañado
• Si me he enterado
• Evitar causar más daño
• Evitar meterme en un problema
• La intención que tengo al revelar un secreto.
• Un supuesto sentido de rectitud o justicia
• Perjudicar a otro
• Cobrar venganza
¿Te cuento algo y no lo dices?
¿Qué responder?
• Si dime (si se está seguro que no se contará)
• Eso depende de lo que me cuentes
• Se puede aclarar en qué circunstancias:
• Si involucra a otro amigo o familiar
• Si es sobre algún tema en particular (infidelidad, etc)
• Prefiero no saber cosas que no pueda contar si lo considero oportuno
¿Qué hacer si me he enterado de algo que puede afectar a otro?
• De entrada, el que yo estime que algo es verdad el que otro me pregunte directamente o porque yo piense que alguien “debería saberlo”, no me da el derecho ético de revelar lo que se.
• A veces no tenemos tan claras las circunstancias, intenciones o motivos de aquello que nos hemos enterado.
• Si sientes el impulso a revelarlo porque, por ejemplo, sea tu hermano o padre el afectado, deberías reconocer que tu intención está sesgada justo por el parentezco o cariño que los une y no tanto por la ética de lo correcto.
• De igual manera si revelar el secreto te dará un beneficio (como quedar “bien” con otro) o evitará un perjuicio (como que otro pierda credibilidad antes que cuente algo que sabe sobre ti), sesgará tu intención.
Implicaciones y consecuencias indeseables de revelar un secreto.
“El saber es un derecho, no una obligación”
• Que lo que yo se no sea verdad.
• Que el otro ya sepa, pero quiera que otros no sepan que sabe.
• Que el momento de revelar lo que se sabe sea inoportuno.
• Que la manera de revelarlo sea poco afortunada.
• Si el secreto es propio y revelarlo me perjudica debería resolver lo antes posible el asunto en cuestión para que se tenga que hablar de algo que ya ha pasado y no de algo que sigue pasando.
¿Y si el secreto es mío, debería revelarlo?
• La otra persona tiene el derecho a saber cuándo algo está en curso, no ha sido resuelto y potencialmente podría afectar de manera física o psicológica.
• De otra manera estarás en libertad de decidir o no revelarlo, especialmente si dudas de la calidad de la relación o confiabilidad del confidente.
¿Qué hacer?
Si ofreciste guardarlo, guárdalo
• Si es muy grave, hazle saber a la persona que no puedes guardarlo y que le das tiempo a ser ella la que lo cuente.
• Si de verdad es muy grave (violencia, terrorismo), tienes la obligación moral de revelarlo.
• Asegúrate de ser objetivo (lo que viste o sabes)
• Tu intención (aliviar o ayudar)
• Cuéntalo a un confesor o terapeuta
• Escribe sobre ese secreto en un diario o carta y luego destrúyelo.
