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Adversidad

¿Estás listo para la adversidad? (La resiliencia)

¿Por qué hay personas que manejan mejor la adversidad que otras? ¿Es una cuestión genética o aprendida? El rockstar del amor responde y te da tips para manejar mejor la adversidad.

agosto 27, 2013

O Mario Guerra
 Tanatólogo, terapeuta
Consulta a nuestro especialista 

 

 

 

 

 


¿Por qué hay personas que manejan mejor la adversidad que otras?

  • Hay factores genéticos, epigenéticos y aprendidos, es decir, ambientales, que influyen sobre la manera en que afrontamos y nos adaptamos a la adversidad.
  • En los primeros años de vida, el ambiente más la herencia van mapeando nuestro cerebro para hacer ciertas conexiones, o no.
  • Aunque hay factores ambientales que no siempre se pueden controlar (por ejemplo, haber nacido en una familia disfuncional, en la pobreza o en un pueblo en guerra), las personas pueden hacer cambios mentales y físicos para alterar la percepción e interpretación de esa experiencia.

¿Las personas que tienen esta predisposición genética, son personas que viven sin estrés?

  • No, son personas que aprenden rápidamente cómo adaptarse a él.  No toda experiencia que clasificamos como “estrés” es necesariamente es negativa.
  • Eustress: Es el estrés que te mueve a la acción.
  • Distress: Es el estrés que rebasa tus capacidades de resolución.

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¿Entonces son personas súper dotadas?

  • Hablamos más bien de personas que tienen una gran resiliencia.
  • Algunos nacen con esta capacidad y el resto la puede ir desarrollando.

¿Qué es la resiliencia?

  • La Asociación Psicológica Americana define la resiliencia como el proceso de adaptarse con éxito la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o incluso fuentes importantes de estrés.
  • Es la habilidad de modular y aprovechar constructivamente la respuesta de estrés.
  • Una persona resiliente no es la que evita las situaciones estresantes, sino alguien que aprende a lidiar con él cuanto éste se presenta.

¿Qué efectos tiene una baja resiliencia?

El estrés crónico puede:

  • Debilitar el sistema inmune.
  • Contribuir a enfermedades como úlceras gástricas, asma, depresión, diabetes y enfermedades cardiacas.
  • Puede incentivar el consumo de alcohol y tabaco.
  • Disminuye tus posibilidades de actuar y resolver problemas, pues te da una visión de túnel;  angosta y focalizada al problema y no a la solución.

¿Ayuda tener una buena resiliencia?

  • Se dice que el éxito puede estar muy vinculado a la resiliencia porque ningún proyecto o tarea está exento de adversidades.
  • Ser resiliente nos ayuda a reaccionar de manera constructiva y creativa ante ellas.
  • La adversidad, cuando sabemos enfrentarnos a ella puede:
  • Facilitar el crecimiento personal.
  • Incrementa la autoestima
  • Aumenta la sensación de autoeficacia.
  • Nos hace sentir que tenemos nuestra vida más en nuestras manos y menos en las del destino o las circunstancias.
  • Cuando sientes que puedes hacer algo (así sea esperar), y que ese algo hace una diferencia, entonces actúas.  Cuando no, te resignas.

En el 2002, se publicó un artículo en el Harvard Business Review donde Dean M Becker, fundador de Adaptiv Learning Systems (una empresa dedicada desarrollar resiliencia y ofrecer Coaching) dijo “Más que la educación, más que la experiencia, más que el entrenamiento, el nivel de resiliencia de una persona determinará quién tiene éxito y quién fallará…”

¿Cómo desarrollar o incrementar la resiliencia?

1.Aprender a regular las emociones

  • Básicamente la tristeza, el enojo y el miedo.
  • No se trata de no sentirlas, sino de manejarlas para que no controlen nuestros pensamientos y nuestro actuar.
  • La diferencia no está en lo que sientes, sino en lo que haces con lo que sientes.

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¿Cómo hacerlo?

  • Revisando y modificando nuestras interpretaciones de los eventos que clasificamos como negativos.
  • No es igual colocar un evento en el cajón de las “tragedias” que en el de los “hechos de la vida”
  • Hacer esto incrementa la actividad en la corteza prefrontal (inteligencia) y disminuye la actividad en la amígdala (emociones).
  • Al menos deberíamos desafiar nuestras creencias y dudar de nuestras certezas con preguntas básicas
  • “¿Es esto cierto así como me lo he contado?”
  • “¿Qué otra explicación podría haber para esto?”.
  • “¿Estaré catastrofizando o exagerando el impacto de esto?”.
  • “¿Podrá ser posible que esto al final acabe por fortalecerme en vez de debilitarme, como me lo he venido diciendo?”.

Otra forma es a través de prácticas como la meditación consciente (Mindfulness)

  • Mindfulness o Atención Plena significa prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
  • Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar.  “Lo que es, es como es aquí y ahora”.

2.Tener una visión realista de la vida, pero positiva.

  • Es esperar y desear lo mejor sin cegarnos a la posibilidad de que las cosas pueden no salir como las planeamos y que, de ser así, deberemos tener listo un plan B.
  • Estudio realizado en el 2001 por la Dra. Deborah Danner de la U. de Kentucky.  Analizaron dibujos autobiográficos que habían realizado un grupo de monjas en un colegio de Milwaukee.
  • 90% de las que habían hecho dibujos que reflejaban optimismo habían rebasado los 85 años.
  • Sólo 34% de las que habían hecho dibujos pesimistas lograron la misma edad.

¿Cómo hacerlo?

  • No se trata de ver todo color de rosa, sino de creer que los problemas pueden ser resueltos, aunque no siempre de la manera en que quisiéramos, y que lo que hay que hacer es encontrar el “cómo se puede” no el “si se puede”.
  • En todo caso es un entrenamiento que puede obtenerse con un psicoterapeuta, por ejemplo.

3.Estar físicamente activo.

  • El ejercicio puede activar genes para la producción de proteínas que promueven el crecimiento y la reparación de neuronas que han sido dañadas por el estrés.
  • Hoy ya no se hace ejercicio sólo para bajar de peso; hoy el ejercicio se ha demostrado que es una parte fundamental de nuestra salud física y mental.

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4.Aceptar retos.

  • Es buscar hacer progresiva y gradualmente cosas que se encuentren un paso afuera de tu zona de confort.
  • No se trata de dar saltos cuánticos hacia retos imposibles para ti en este momento.
  • Por ejemplo, si tienes temor a hablar en público no convocarás a una conferencia en el auditorio nacional.
  • Pero sí puedes atreverte a dar tu opinión en una junta sobre un tema no tan relevante, partiendo del hecho que, hasta ahora, no te atreves ni a estornudar por temor a que ni eso te salga bien.
  • Aceptar retos progresivamente más grandes significa encontrar también mayores espacios para la recuperación y relajación.

5.Mantener una red social de soporte (buenos amigos y familia en la que se sienta apoyo).

  • Altos niveles de soporte emocional se han asociado con una mayor recuperación psicológica tras un trauma, incluso tan grave, como un abuso sexual en la infancia.

¿Qué hacer?

  • Elabora un mapa o lista con los nombres de las personas a las que te sientes conectado.
  • ¿Con quién interactúas diariamente?
  • ¿Quién te ayudaría sin dudarlo?
  • ¿A quién le pedirías consejo?
  • ¿Quién sientes que realmente te entiende?
  • ¿Con quién puedes contar para ayuda?
  • Si no encontraste al menos a alguien para cada pregunta de la lista y al menos no hay tres personas distintas en esas respuestas, tal vez deberías buscar maneras de ampliar tu red de apoyo social.

6.Observar y modelar a personas resilientes.

  • Entre tus conocidos, observa quienes se recuperan más rápido de las adversidades.
  • Obsérvales, y mira qué hacen.
  • Escúchales, y nota qué y cómo hablan de lo ocurrido.
  • Cuestiónate, por absurdo o imposible que te parezca su método, acerca de qué pasaría si tú lo hicieras parecido.
  • Incluso utiliza personas o personajes reales o ficticios

No puedes tomarte pastillas de resiliencia, pero sí puedes hacer algunos cambios que favorezcan o patrocinen una mayor flexibilidad y mejor afrontamiento ante las adversidades de la vida para, eventualmente, poder desarrollarla.

Referencias:
-Southwick, Steven M. y Charney, Dennis S.- “Ready for anything”.- Scientific American Mind.  July/August 2013 (Cover Story).
-American Psychological Association.- “Guía de resiliencia para padres y maestros” (en español) http://www.apa.org/centrodeapoyo/guia.aspx, Agosto 2013
-University of Illinois – “Estado de arte en resiliencia” (en español). http://resilnet.uiuc.edu/library/resilencia/resilencia.html, Agosto de 2013

agosto 27, 2013