fbpx
2024-12-18 16:55:15

¿Le temes a los cambios?

Los cambios son inevitables, sin embargo debemos aprender a vivir con ellos.

octubre 8, 2013

Le-temes-a-los-cambiosMario Guerra
Tanatólogo
Consulta a nuestro especialista 

 

¿Qué es un cambio?

• Se define como la transición de un estado o circunstancia a otra.
• Viene del latín cambium, que significa hacer trueque o dar una cosa a cambio de otra. Entonces implícitamente conlleva la idea de recibir, pero también de dar.
• El cambio es como una gran ola que de pronto, cuando miras, la tienes ya a un par de metros de ti. Es inevitable que te toque, entonces es inútil tratar de evitarla y es mejor dirigir tus energías a salir tan bien librado de ella como sea posible.
• No puedes controlar a la ola ni a su fuerza, pero siempre puedes decidir cómo mover tus brazos, buscar tener la cabeza fuera del agua, evadir objetos que puedan golpearte y sujetarte a algo sólido.

¿De cuántas maneras puede darse el cambio en nuestras vidas?

1. Físicamente
• Como en una pérdida de un ser amado o un bien material.
• Cuando algo nuevo llega a tu vida.
• Casa, persona, posesión…

2. En nuestro sentir, o en el sentir de otros hacia nosotros.
• Como cuando perdemos la confianza.
• Como cuando sufrimos una decepción.
• Cuando te enamoras de alguien

3. Intelectualmente
• Cuando te enteras de algo que no sabías.
• Cuando comprendes algo que no habías podido por mucho tiempo.

4. Circunstancialmente
• Cuando una relación se deteriora, pero no se rompe
• Cuando dejas el hogar de los padres para casarte o vivir por tu cuenta.
• Cuando tu rol familiar o profesional se modifica por sucesos que no dependen de ti.
• Cuando te ascienden o mejoras tus ingresos o nivel de vida.

Los de mayor impacto son los que conllevan una mezcla de los 4 tipos.

¿Por qué nos asustan los cambios?

• Porque no se nos habla de ellos y nos se nos inculcan estrategias para afrontarlos.
• Porque sí se nos ha inculcado una adicción a la permanencia y la posesión.
1. Creemos que nuestros padres y nuestros hijos en verdad le pertenecen a alguien y que ese alguien soy yo.
2. Sentimos un justo derecho a tener en la vida lo que queremos y a que lo que queremos nunca se vaya de nuestra vida.
3. Depositamos nuestra seguridad en objetos y relaciones externas.
• Por la fantasía de que el cambio, para ser deseable debe estar libre de:

1. Miedo

• Por las fantasías negativas que nos hacemos a partir de ellos.
• Porque al final las cosas no sean como las imaginamos:
1. ¿Y si me estoy equivocando?”
2. ¿Y si me va peor?”
3. ¿Y si se ríen de mí”?
4. ¿Y si me arrepiento?”
Recuerda que el miedo es un aliado que te acompaña y te previene. El miedo no se combate, la ansiedad provocada de nuestras historietas mentales, sí.

2. Incertidumbre

• Porque pensamos que para avanzar debemos estar seguros y creer que sabemos perfectamente hacia dónde vamos.

3. Renuncias o pérdidas.

• Por el temor a perder lo que se tenía.
• Por temor a nunca volver a tener algo que me ofrezca lo mismo que lo que ya no tengo o dejaré de tener pronto.

¿Por qué a veces tenemos tanta frustración con los cambios y las pérdidas?

1. Tener expectativas poco razonables en forma o tiempo.
• Creer que es demasiado pronto para algo o que “ya habrá tiempo”
• Esperar más allá que lo que las circunstancias del momento o tus capacidades razonables pueden lograr por ahora.

2. Hacer resistencia a lo inevitable o querer cambiar lo incambiable.
• La resistencia no puede verse, no puede ser tocada, saboreada u olfateada.
• La resistencia puede sentirse como una fuerza repelente, negativa, que nos expulsa, nos distrae y evita que vayamos con el fluir de la vida.

3. Nuestras defensas contra el cambio.

4. Evitación de lo que se considera amenazante.
• En vez de confrontar nuestra ansiedad y tomar acción.

5. Ser reactivos e impulsivos.
• Tratando de ocultar nuestras vulnerabilidad mediante el enojo constante con otros, especialmente cuando nos recuerdan nuestra realidad.

6. Guardar resentimiento y buscar “justicia” o venganza contra lo que provocó esto en nuestra vida
• -En vez de aceptar la realidad de lo ocurrido y poder seguir luego con la reconstrucción de nuestra vida.

¿Qué actitudes ayudan ante el cambio?

1. Aceptar lo ocurrido.
• No implica estar de acuerdo o celebrarlo, especialmente si fue indeseado.
• Es simplemente reconocer que las cosas no son como antes y que es no es ni bueno ni malo (que me guste o no, eso es distinto), sino que simplemente “es”.
• Reconoce que hay cosas que no pueden ser cambiadas (el pasado, la muerte).
• Abandona los porqués infinitos.
1. ¿Por qué me robaron el auto?” – “Porque lo estacioné en la calle”.
2. ¿Por qué lo estacioné en la calle?” – “Porque me quería ahorrar lo del estacionamiento”.
3. ¿Por qué soy tan estúpido y mezquino?” – “Porque está en mis genes”.
4. ¿Por qué tuve esos padres que me heredaron esos genes?” – “Porque dios me castigó porque de seguro en otra vida hice algo muy malo…”
• Deja de ver los sucesos como enemigos y míralos como circunstancias.
• Cuando las cosas no pueden evitarse, lo mejor es adaptarse.

2. Actúa sobre lo posible.

• Cuando algo esté en tus manos para mejorar las circunstancias, amortiguar los efectos del cambio o redirigir tu camino, pon manos a la obra.
• Se entiende que temporalmente caigas en rebeldía, enojo o resignación, pero eso no tendría por qué traducirse en una parálisis permanente de tu actuar.
• Es verdad que hay cosas que ya no puedes, pero hay muchas otras cosas que sí
• A veces antes de actuar, también en este caso te ayudaría adaptarte.
• Puede resultar favorable conocer el terreno antes de buscar salir de él.

3. Expresar las emociones que surjan ante él.

• Reconocer la alegría, la sensación de triunfo, el miedo, la incertidumbre, la frustración, la tristeza o el enojo.
• El expresar las emociones no te debilita ni las invoca, sólo estás expresando lo que de todas maneras ya sientes.

Una muy buena idea es aplicar el principio de la homeopatía “Similia Similibus Curantur” (lo semejante se cura con lo semejante).
Si el resultado de un cambio que ha ocurrido en tu vida no te gusta o no te hace sentir bien, busca propiciar un nuevo cambio, pero no te precipites
Da oportunidad a lo que ha ocurrido madure en tu vida y sólo recuerda que nunca se puede regresar a lo que había antes de la misma manera en que antes era.

“Todo mundo quiere progresar y mejorar, pero nadie quiere vivir el cambio”

Para saber más:
Cloud, Henry.- “Cambios necesarios”.- Editorial Vida, 2012
Watzlawick, Paul.- “Cambio”.- Editorial Herder, 2003

 

octubre 8, 2013