Helios Herrera
Director general de HH Consultores: desarrollo humano para la Productividad
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• La referencia formal podría ser la de Erick Berne en su libro “juegos en que participamos”
• Alan Pearson con su Juegos que la gente Juega, muchos años estuvo en teatro la aportación de Alejandro Jodorowski, juegos que todos jugamos en el Ágora.
El tema es que por la palabra “juegos” pareciera hacer del tema algo divertido, deseable, casi imperdible, pero en todos, absolutamente en todos los casos son mecanismo manipulatorias y patológicos en los que damos soluciones a problemas cotidianos a partir de nuestras dependencias, codependencias y carencias infantiles.
Así pues, para cada juego existen 3 jugadores:
• Víctima, perseguidor y salvador. Este triangulo dramático es un eje dinámico.
• Los que fueron Salvadores pueden terminar como víctimas o victimarios de los perseguidores y hacer girar los roles indefinidamente.
• Son cotidianos, eficaces, tan socorridos que parecieran deseables y afortunados, pero nada más lejano a la realidad.
• En todos los juegos se obtiene un beneficio… pero es un beneficio digamos tan caro que se convierte en beneficio miserable.
• Como ejemplo podemos decir que todos los juegos se parecen a la pesca (Cebo, carnada, flaqueza, respuesta, beneficio, consecuencia miserable)
Existen según los autores más de 150 juegos “clasificados”, pero abordaremos algunos ejemplos de algunos de ellos…. recordemos no se vayan por la fin de lo aparentemente divertidos… Todos te pueden llevar a la cárcel o a la morgue.
Cómo no:
1. Darnos cuenta
2. Abrir canales nuevos y nuevas formas de comunicarnos
3. Romper con esquemas de crianza
4. Pedir ayuda
5. Medir el costo real de cada juego, ponerlo en la balanza y trabajar por construir una mejor versión de nosotros mismos