Feggy Ostrosky
Directora del laboratorio de neuropsiología de la UNAM
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No es tarea fácil detectar a un mentiroso patológico, no basta con someterlo a un detector de mentiras o verlo actuar sólo una vez. Hay que intentar detenerse en los detalles, observar su lenguaje corporal, el tono de su voz, etc.
La ciencia conoce muy poco aún acerca de los mentirosos patológicos y hay muchos estudios por realizar, sin embargo, algunas de las señales que delatan a un mitómano son:
- Cambian sus historias todo el tiempo, incluso en ocasiones, no mantienen algo que habían sostenido previamente
- Exageran demasiado los relatos acerca de cualquier cosa, desde la más simple hasta la más importante
- Siempre tienen una historia semejante, incluso mejor, que la que alguien les cuenta a ellos
- Viven una especie de realidad paralela, le dan otro significado a los conceptos de mentira y verdad
- Se defienden enérgicamente ante cualquier cuestionamiento de sus dichos
- Suelen tener baja autoestima aunque nunca lo demuestran
- Suelen olvidar lo que contaron
- Suelen ser personas muy inseguras aunque nadie pueda notarlo