Anamar Orihuela
Terapeuta
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-Muchas mujeres sienten hoy por una parte ser muy fuertes y autosuficientes, incluso pueden tener un buen puesto de trabajo, tener estudios, maestrías, doctorados, gente a su cargo y mostrar una parte muy segura
-Por otro lado sobre todo en la parte de las relaciones, sentir una Niña Mujer, por momentos perdida, confundida, insegura, llena de inmadurez, impulsiva, irracional y berrinchuda, que nos pone muy incómodas porque nos hace perder el control.
La Mujer Niña | La Mujer Hierro |
– Es emocional sobredimensionada – Necesito que otros me ayuden
– No sabe poner límites
– Que otros se hagan cargo de mí
– La incondicional
– Pasiva
– No sabe protegerse
– No puede estar sola
– Es dramática
– Siente tristeza desestructurada
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– Es racional obsesiva
– Yo puedo sola
– Límites para todo
– No sé ser cuidada
– A como veo, doy
– Activa
– No confía en nadie
– Prefiere estar sola
– En ella cabe la cordura
– Siente enojo y ansiedad
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-En la mitología griega es una Diosa representada por Perséfone.
-Escuchamos ambas voces en nuestro día a día y a veces son tan antagónicas que pelean en nuestro interior y nos confunden mucho o nos enojan con nosotras mismas porque elegimos desde una parte y la otra piensa todo lo contrario.
-El reto es lograr que la de hierro guie a la frágil, aprender a vivir con ellas.
-Las dos son lo mismo, son una parte de nuestra personalidad una desde una energía muy masculina negativa y la otra una energía femenina negativa.
-Ambas son la niña interior, formadas en nuestra personalidad a partir del dolor y las creencias que las mujeres de nuestra época fuimos introyectando.
¿Cómo integrarlas y madurarlas?
5 pasos:
1.Autoconocimiento
2.Autodiálogo
3.Paciencia e Integración.
4.Trabajar con el dolor de fondo.
5.¿Qué protege cada una? Ganancias Secundarias.