Aura Medina
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Reacciones y control
- Nuestras reacciones están guiadas por el miedo de que a menos de que reaccionemos algo malo sucederá o nunca obtendremos lo que queremos.
- Nos movemos en automático de lo que detona a la reacción sin ninguna conciencia de lo que está sucediendo o porque. Y el espacio entre lo que detona y la reacción es infinitesimal.
Expectativas y demandas
- La parte infantil tiene expectativas, de otros, de la vida. Esperan que sus necesidades sean satisfechas y que sus miedos e incomodidades desaparezcan.
- Nos sentimos con derechos, como si la vida nos debiera!.
- Exigimos, demandamos, culpamos o nos sentimos con el derecho de estar enojados o dolidos cuando las cosas no suceden como quisiéramos o cuando no nos dan la atención que queremos.
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Conceder (compromiso) complacer
- Es normal que cuando estamos en el miedo y en la vergüenza, vivamos una vida donde concedamos, cedamos continuamente.
- La vergüenza y el miedo nos llevan a ceder por los demás continuamente porque estamos aterrados de lo que otros puedan pensar de nosotros.
- No confiamos en nuestros pensamientos, sentimientos e intuición. En corto, vivimos para los demás, no para nosotros.
Adicciones
- Es este estado de inmadurez emocional somos muy proclives a las adicciones.
- Queremos alivio y gratificación instantáneos de la forma que los niños lo quieren, y esto nos lleva a todo tipo de conducta adictiva.
- Cuando la ansiedad o el miedo surgen o aumentan inconscientemente buscamos algo que nos calme.
- Frecuentemente estas adicciones son crónicas y ni siquiera sabemos que está sucediendo, que las detona.
Pensamiento fantasioso
- En este estado mental del niño emocional, tenemos una esperanza fantasiosa que la persona correcta llegará y se llevará todos nuestro dolores y nuestros miedos.
- Tenemos la esperanza de que nos aliviará de nuestra soledad .
- Con amigos y amantes, intentamos cambiarlos a lo que deseamos que sean o brincamos de relación en relación esperando que este finalmente cumplirá nuestras expectativas.
Es muy fácil reconocer las conductas de nuestro niño emocional pero para descubrir lo que ya debajo de estas conductas, debemos tomar un paso más profundo.
Las cinco heridas del Niño Emocional
1. Miedo y shock
2. Vergüenza, culpa e inseguridad
3. Necesidad extrema y vacios
4. Tristeza y dolor
5. Desconfianza y enojo
- Cuando estamos en las manos de nuestro niño emocional es como estar en trance. Estamos atrapados en nuestras creencias y expectativas.
- En este estado de trance no podemos ver el mundo exterior como es, lo vemos a través del filtro de nuestras creencias y expectativas.
Que detona al niño emocional
- Amenazas- sentirnos atacados, invadidos, criticados, juzgados, que se metan con nosotros.
- Dolor- sentirnos no apreciados, no considerados, rechazados
- Expectativas- sentir las expectativas o demandas de alguien más sobre nosotros
- Reflejarnos- ver cualidades en otros que no aceptamos o vemos en nosotros.
- Compararnos- compararnos de manera desfavorable con otros
- Miedo de perder algo o a alguien
TIPOS DE REACCIONES
- Reacciones hacia afuera- demandar, culpar, atacar, rebelarte, vengarte, enojarte, criticar, juzgar y quejarse.
- Reacciones de movimiento hacia – armonizar, suplicar, complacer
- Reacciones de alejamiento – retirarse, colapsarse, deprimirse, rendirse y resignarse.
- Atrás de cada reacción hay un niño aterrado
MIEDOS DEL NIÑO EMOCIONAL
Los cuatro miedos de nuestro niño interior herida son:
1. El miedo a la presión y a las expectativas
2. El miedo al rechazo y al abandono
3. El miedo a la falta de espacio, a ser incomprendido o ignorado
4. El miedo al abuso físico, o energético o a la violación
Estos miedos aparecen en todas las áreas importantes de nuestra vida, la sexualidad, la creatividad, la autoafirmación, la capacidad de sentir y la forma en que nos relacionamos con las parejas, amigos, conocidos y figuras de autoridad.
EJERCICIO
Observarmolestias y reacciones
1. Nota durante un día cada vez que te sientas incomodo por alguna razón. Pregúntate: “¿qué causó esta molestia?”. “Qué fue lo que alguien dijo o no dijo, hizo o no hizo que creó esta molestia?”. Si fue una situación, no persona en específico, pregúntate. “¿Qué situación y que de esta situación específicamente causó mi molestia.
2. Observa como reaccionaste ante esta situación. ¿Qué hiciste o no hiciste? ¿Cómo trataste de cambiar la situación o a la persona? ¿Cómo trataste de cambiarte a ti mismo?
3. Observa la respuesta que la reacción crea en la otra persona. ¿Enojo, distanciamiento, pleito, shock, complacer? ¿Cómo sientes su respuesta? ¿estás obteniendo lo que deseabas de la otra persona?
4. Finalmente considera las heridas que yacen bajo la reacción. ¿De que manera te sentiste rechazado, avergonzado, aterrado, congelado, abrumado, con desconfianza o controlado?
5. Nota si este mecanismo de detonante/reacción es familiar o nuevo. Es posible que veas que nace en la infancia.
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IDENTIFICANDO PATRONES REPETITIVOS DEL NIÑO EMOCIONAL.
Tómate un momento para investigar tus relaciones más significativas, iniciando con relaciones amorosas:
- De que manera has permitido ser abusado/a, maltratado/a, incomprendido/a?
- De que manera cedes y complaces a los demás?
- De que manera has sido tú quien abusa y checa si hay un patrón familiar en esto
- Has recibido retroalimentación similar de varias parejas? Reaccionas siempre de la misma manera?
- Notas algún patrón en la forma en que te proteges?
- Cuáles son esas creencias negativas acerca del amor y de abrirnos que son comunes en tu vida y reafirmas una y otra vez?
Continuar con el ejercicio, “escánea” las relaciones más significativas en las que te encuentras en el presente: tus amistades más cercanas, tus relaciones con jefes y con tus hijos , si los tienes. ¿Notas alguna similitud con tu infancia?
Por ejemplo:
- Con amistades cercanas, ¿hay algo que te recuerda tu relación con hermanos?
- Con figuras de autoridad, ¿Hay algo que te recuerda tus relaciones con padres o hermanos (casi siempre mayores)?
- Con tus hijos, ¿ves similitudes entre como eres con ellos y como fueron tus padres contigo?
Nota estas similitudes y escríbelas. Quizá sin darte cuenta, has creado estas relaciones en tu vida para completar algo. Frecuentemente, estas relaciones son las más díficiles, y es justo allí con las que queremos desparecer de nuestras vidas, donde tenemos más que aprender.
Ejemplo:
- Jefa autoritaria a quien necesitamos poner límites (posiblemente recuerda a mamá o papá)
- Novio emocionalmente ausente (quizá como papá).
- Amiga con quién competimos todo el tiempo (Hermana?)
ABRAZANDO AL NIÑO EMOCIONAL.
- Como podemos conocer y abrazar este estado emocional? De la misma manera que lidiaríamos con el niño o niña que entró en nuestro cuarto y demandó nuestra atención.
- No lo reprimimos ni le decimos que se vaya.
- Esto sólo causa más problemas porque simplemente irá a otro lado a portarse mal.
- Puede colapsarse y llevarse con él todos sus dones y entusiasmo y esto es lo que muchos hemos hecho.
- En vez de hacer esto, tratamos de entender su conducta y lo que está detrás de ella,- Le damos a este niño emocional nuestra atención y amor.
- Lo observamos sin juicios. Esto no lo desparece de nuestras vidas, pero deja de ser esta fuerza poderosa inconsciente de nuestras vidas que dirige nuestras emociones y conductas sin ninguna conciencia.
- Entender acerca del niño emocional explica mucho acerca de nuestras vidas.
- Llegamos a entender cómo y porque reaccionamos, porque tenemos tanto miedo adentro, porque tenemos tanta hambre de amor y atención o porque es tan difícil permitir que alguien se acerque.
- También entendemos porque estamos tan llenos de vergüenza y desconfianza, porque estamos siempre tan inquietos, porque tenemos problemas para expresarnos en nuestra sexualidad, en nuestra creatividad y en nuestra habilidad de ser asertivos.
- En corto, nos da una gran luz en mucho de nuestra vida diaria.
MANEJANDO LOS ESTADOS EMOCIONALES DE DOLOR
1. Respira profundamente varias veces, siéntate en silencio o toma una caminata, de preferencia en la naturaleza, en el parque, o algún lado que te guste.
2. Nota como se sienten en el cuerpo tus incomodidades.
3. Nota que detonó tu molestia
4. Nota, sin tratar de decifrar o entender, los pensamientos que acompañan la molestia
5. Nota, sin juicios, si reaccionaste y como reaccionaste
Acepta la incomodidad, el sentimiento, emoción y simplemente permite que esté en ti.