Tere Díaz
Psicoterapeuta
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Lo que hombres y mujeres no quieren escuchar más…
El feminismo, lento pero sostenidamente, puso de manifiesto la inequidad de género de la ideología patriarcal imperante en el mundo. Y si bien ancestralmente los hombres han gozado de privilegios de los que las mujeres han estado excluida, hoy hay infinidad de hombre que claman por un respeto a su masculinidad.
Aún muchos hombres se preguntan ¿por qué habría de interesarle a los hombres participar en la equidad de género? Más allá de la no tan obvia razón de que la la existencia de dicha equidad es justa, necesaria e importante pero, valdría la pena señalar que ésta beneficia a todos.
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Los hombres se van moviendo en las últimas décadas sin duda de diferente forma y a diferente ritmo dependiendo del contexto al que pertenecen y para muchos resulta lastimoso que no baste a la sociedad que sean lo que son sino que tengan que convertirse “en verdaderos hombres”
¿Qué escuchamos en las calles, en las familias, entre amigos, entre parejas, dicho por hombres y mujeres que favorece una masculinidad empobrecedora? ¿Desde los primeros años de vida hasta el ocaso de la existencia?
Los niños no lloran.
- Ese color es de vieja.
- ¿No te gustan los deportes? ¿Pus a qué juegas, a las muñecas?
- Pegas como nena.
- Uta, ¡ni a barba llegas!
- Esas sensibilerías déjalas para tu mamá.
- ¿Eres todavía virgen?
- Te gustan las piñas coladas como a mi abuelita.
- Entre tu un tu novio ¿quién es el hombre?
- No salgo con chaparros, gracias.
- Juega con las zorras, pero para casarte busca a una dama.
- Te traen de los huevos, güey. ¿Quién manda en esta casa?
- ¡Sé hombre y pártele su madre!
- No te metas con una que gane más que no obedece.
- ¿Vas a dejar que esta vieja te hable así?
- Me saliste profesor, o psicólogo, o maestro ¿No sabes trabajar de verdad?
- No dejes tan sueltita a tus hijas…
- Si no traes más de una no eres hombre.
- ¿Dejas que tu vieja tenga amigos?
- ¡Seguro no se te para!
Desafortunadamente responder con agravio a estos comentarios es motivo de mayor burla, bullying y humillación. Así muchos hombres callan el dolor que les genera tener que ser “hombres de verdad”
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Las mujeres por su parte viven escuchando y resistiendo y en ocasiones también sosteniendo estas frases y posturas…
- ¡Qué mandona!
- Te cela porque te quiere.
- Tu eres la catedral, las otras sus capillitas
- ¡No seas zorra!
- Calladita te ves más bonita ¡Deja de llamar la atención!
- No me contradigas.
- Depílate bonita que no venimos a tejer sino a coger
- ¡Solo es un piropo! No aguantas nada.
- Uta, ya ni los albañiles te chiflan.
- ¿No quieres conmigo? ¿Pus qué te crees tan bonita?
- Seguro estás en tus días…
- No te vistas así que lo provocas.
- ¿No quieres tener hijos? Que rara…
- ¡Tranquila! ¿Qué eres feminista?
- No adoptaste el apellido de tu marido.
- ¿Vas a dejar a tu hijo en la guardería?
- De joven debiste haber sido muy guapa.
- No le digas que ganas más que él, se va a sentir menos.
- ¡Atiende a tu hombre!
- Cocina tu esposo ¡qué bien entrenadito lo tienes!
- Seguro te cambio porque te descuidaste, prefirió un nuevo modelito.
- Para ser damita comes mucho…
Escucha el podcast: 6 mitos de género en las relaciones
Los hombres que dejan atrás los roles tradicionales de género se sienten menos presionados, su salud mejora y son más estables emocionalmente. Además, tienen mejor intimidad con sus parejas y menor presión para ser “fuertes, proveedores y príncipes azules”. La equidad de género es un juego donde todos ganan, pero para lograr empoderar a mujeres es necesario incluir a hombres. Visibilizar y señalar estas frases que refuerzan estereotipos lastimosos es empresa de todos.