Enrique Tamés
Licenciado en Filosofía por la Universidad Intercontinental
Tw: @EnriqueTames
¿Por qué preguntamos? ¿Preguntar nos hace más felices? ¿Los preguntones preguntan porque son inconformes infelices? Y lo más importante: ¿Preguntamos para aprender, o sólo para juzgar (a los demás)?
- Indagar es una activada exclusivamente humana, profundamente humana. Ni animales, ni dioses.
- Muchas personas tienen la creencia de que los “preguntones” son unos inconformes (¿amargados?), y por tanto son menos felices.
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Descartes escribió una de las máximas filosóficas: Cogito ergo sum. Pienso, luego existo:
- Puedo dudar de todo, menos de que dudo, y si dudo es que pienso, y si pienso es que existo.
¿Por qué preguntamos?
- Preguntamos porque con ello confirmamos nuestra existencia. Ahora, la pregunta es: Con la pregunta/indagación, ¿confirmamos algo más que nuestra existencia?
- ¿la existencia de los demás?
- ¿la existencia de dios?
La neurociencia dice:
- las preguntas tienen dos objetivos:
- aprender algo nuevo, y eso significa reacomodar nuestros conocimientos anteriores
- confirmar lo que ya sabemos
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EJEMPLO:
Si yo les preguntara: la mayor parte del tiempo hacemos preguntas para
- Aprender algo nuevo
- Confirmar lo que ya sabemos.
¿Qué contestarían?
La gran mayoría de las veces es la 2, es decir las preguntas las haces para:
- Confirmar lo que ya sabes.
- No estar en falta.
- Juzgar (o continuar con los mismos juicios).
Entre más te dediques a juzgar y menos te dediques a aprender (es decir, a fluir), menos feliz serás. Entonces, sí, preguntar te hace más infeliz.
- Si te enfocas a preguntar para aprender, esto significa: abrirte a lo nuevo, al cambio, a lo distinto, te diriges a aumentar tus niveles de felicidad.
Existe la teoría de que los niños, dado que tienen que lidiar con menos conocimientos previos, les cuesta menos trabajo aceptar lo nuevo, por tanto fluyen con más facilidad, y por tanto son más felices.
- La investigación nos muestra, tienen más momentos felices a los largo del día que los adultos.
- A los niños les cuesta mucho trabajo diferenciar entre sus gustos y opiniones y la “verdad”. Aun así, están más dispuestos a cambiar de postura que los adultos (ejemplo: los niños cuando juegan, se pelean, y vuelven a jugar)
- ¿Existe algún método para que nuestras preguntas generen más bienestar, o se dirijan a generar mayor bienestar?
- David Cooperrider creó la metodología llamada de indagación apreciativa que tiene como fin mejorar generar en las organizaciones (de todo tipo: negocios, familias, clubs, gobiernos…), mayor bienestar.
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Las 4 fases de la indagación apreciativa (las cuatro “D”):
- Descubrir (las fortalezas que tenemos, cuando estamos en funciones óptimas)
- Sueños (Dream) (oportunidades. ¿dónde quieres estar en el futuro cercano)
- Diseñar (crear caminos, diseña prototipos)
- Despliegue (deployment) (aplica, crea hábitos, manten el “momentum”.
Conclusión: las preguntas, cuando son apreciativas, pueden generar muchísima felicidad, en los demás, y por tanto en nosotros.
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