Gaby Pérez Islas
Tanatóloga
Consulta a nuestro especialista
• El dolor por la pérdida puede ser sumamente inhabilitante. Se necesita gran determinación para decidir que lo que te atormenta no te va a dejar tirado, sino que te va a impulsar hacia nuevas metas.
• Se trata de florecer ahí donde la vida te ha puesto y esto se logra movido por el deseo de ayudar a otros.
• Una manera de lograr encontrar paz en tu pasado es buscar ayudar a otros para que no pasen por lo mismo que tú has pasado.
• Se busca salir del dolor de una manera consciente y ocupado del dolor ajeno.
Altruismo nacido del sufrimiento: Es una teoría del psicólogo Ervin Staub profesor emérito de la Universidad de Massachusetts. Él asegura que quien ha sufrido por desastres naturales por ejemplo, es el mejor candidato para poder ayudar a otros.
Sin embargo no todos salen del dolor capacitados, otros se amargan y se vuelven duros. Si procesas tu dolor y recibes ayuda para ello estarás mejor capacitado para dirigir tu experiencia hacia la ayuda de los demás.
Pregúntate lo siguiente:
1. ¿Cómo pudiste superar lo que te pasó?
2. ¿Aprendiste algo que pueda ayudar a otros?
Si ganaste sabiduría en base a mucho dolor, pásala. Con eso no sólo mejoras la vida de alguien, también enriqueces tu propio proceso.
“Cada quien decide si sale aplastado o fortalecido de una pérdida” Elisabeth KÜbler-ross
“La actitud que tomes frente a lo que has perdido es la última de las libertades humanas y nadie puede quitártela” Viktor E. Franklin
Conclusiones:
1. La pérdida es un camino de crecimiento. De los buenos momentos aprendemos muy poco pero de los malos salen las transformaciones más profundas.
2. Tener un propósito en tu vida le da dirección, rumbo y viento.
3. La generosidad con la que compartas lo que has aprendido se traducirá en mayor crecimiento para ti y vibración más elevada para el cosmos.
4. Cada vez que eliges perdonar a alguien o compartirle algo valioso se altera el Universo, así de importante eres.
5. Lo que tú haces marca la diferencia en la vida de una persona.
6. El dolor nos pone un escalón más arriba que el resto de la gente pero no para voltearlo a ver hacia abajo sino para ayudarlo a subir.