Lucy Romero
Terapeuta familiar y de pareja
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La adolescencia es un periodo de desarrollo físico, intelectual, y moral. Se comienza a experimentar cambios evidentes en su propio cuerpo, a descubrir intereses y nuevas formas de relacionarse con sus pares y, como siempre, presionan los límites para examinar cuál es su verdadero alcance de acción y decisión (aunque, admitamos, esto lo han hecho toda la vida).
• Identidad. Los hijos buscan su identidad y lugar en el mundo, ya no es ni puede sentirse o comportarse como un niño, busca presentarse ante la sociedad como independiente, capaz de tomar decisiones de adulto (a veces…)
1. Los peligros. Presión social & estereotipos.
• Las ventajas. Sus fortalezas. Que tu hij@ experimente NO siempre es malo, desde géneros de música, cine, estilos de ropa, libros, hobbies y grupos de amigos, es en este momento donde comienza a distinguirse del resto y un punto CLAVE para ayudarle a construirse como el ser maravilloso que es.
¿Qué hacer?
Comunicación y distancia a la vez: ningún adolescente quiere que su papá/mamá sea su mejor amigo.
• En última instancia — ELLOS NO TIENEN EL CONTROL (a menos que tú se los des), aunque la intransigencia no es lo más adecuado, si por alguna razón sientes que tu hij@ está fuera de control, recuerda que tú tienes el poder de decisión y la responsabilidad de acción. El criterio del adolescente es apasionado y beligerante, pero si te dejas dominar, habrás perdido la batalla.
2. Ser padre, enemigo, o amigo.
• Lo negativo. Al parecer hemos olvidado que la misión como padres -al menos en estos periodos- no es ser amigos; el intentarlo agresivamente puede a) causar un rechazo que ponga en jaque la identidad de tu hijo o b) si lo logras, limitar tu autoridad y evitar que puedas ser una figura que dicta las reglas.
• Lo positivo. No estar en la “manada” no significa ser el enemigo, puedes acercarte a tu hij@ en momentos de intimidad, preguntarle por la noche cómo la ha pasado en el colegio o alguna actividad, y mostrarte como un guía ABIERTO a sus intereses y preocupaciones que al mismo tiempo le da su espacio.
¿Qué hacer?
Aceptar que están en momentos distintos, alejarte dos pasos te permitirá ser mucho más objetiv@ sobre lo que rodea a tu hij@, si es negativo, peligroso, o dañino.
Siempre dale la oportunidad de diálogo. Mantén la mente abierta, con perspectiva, y sé su guía.
3. La “TERRIBLE” Tecnología.
• Lo negativo. Vidas sedentarias, apps para ligar con desconocidos, consumismo.
• Lo positivo. La misma “Terrible” tecnología es la que le permite estudiar como si tuviera una biblioteca inmensa en casa, acceder a becas de estudio que de otra forma quizá no conocería, encontrar esparcimiento social en un mundo donde cada vez tememos más que nuestros hijos estén en la calle, y hacer amigos por todo el mundo. Además, es un refuerzo constante a su identidad.
¿Qué hacer?
No puedes culpar a la televisión de las actitudes de tu hij@ pues no es su deber educarle, ni internet ni videojuegos tienen voluntad propia. Limita sus horas en la computadora, ¿Es realmente necesario que tu hijo tenga un smartphone las 24 horas del día? Si crees que abusa de él restringe su uso.
4. Las salidas
Aquí hay una situación “puntillosa”, ya que pareciera que más que empeorar la sociedad de adolescentes se ha polarizado. Tenemos a una población adolescente sumamente consciente de los peligros, pero parece que hay más riesgos.
• Lo negativo. Una sociedad fuera de control. Antes tus hijos conocían a sus amigos del edificio, la cuadra ¡Incluso la colonia!, hoy, viven encerrados en casa, van de la escuela a las clases de inglés, a su computadora a la cama, así que no se crean estos grandes grupos en los cuales solían protegerse unos a otros.
Las drogas -cada vez más nocivas y peligrosas- están a la vuelta de la esquina, y el sexo es una plática tan natural y cotidiana como el fútbol.
• Lo positivo. Los chicos de ahora SABEN los peligros a su alrededor, de la violencia. Saben, mejor que las generaciones anteriores, qué zonas son seguras, qué sitios son adecuados.
¿Qué hacer?
No puedes encerrar a tu hijo en casa, ni tampoco hacer que viva en una burbuja por temor a lo que le rodea, tarde o temprano saldrá de casa, irá a fiestas, y tanteará los límites, apela, fortalece y forma su conciencia desde temprana edad.
• Nunca antes los adolescentes tuvieron tanta conciencia política como ahora; los adolescentes de hoy son más humanistas, conocen la terrible situación de personas menos afortunadas, así como las injusticias a su alrededor, la información corre en cuestión de segundos, y esto forma caracteres maravillosos que destacan desde temprana edad.
• Lo que ayudará a que tu hij@ tome lo positivo y no lo negativo de cada aspecto del nuevo mundo y las nuevas costumbres es tu capacidad de guiarlo y educarlo.
• Todos los peligros que ves alrededor pueden ser en realidad puntos de refuerzo para sus fortalezas. Reconoce y alienta a su ser individual, se la voz que le afirma que no debe cumplir estereotipos sino formar criterio.
La mejor forma de protegerte en este mundo acelerado es fomentar su seguridad, conocimiento, criterio, y autoprotección.
