¡Ya tenemos finalistas para la 13va edición de «Cásate con Martha Debayle»! Les vamos a contar las historias de amor que competirán por la boda de sus sueños.
No se pueden perder la gran final el próximo 1 de septiembre a las 10 a.m., transmitiremos en vivo y verán qué tanto se conocen las parejas que ya están listas para llegar con todo.
¿Qué van a ganar los concursantes?
No saben la emoción, este año recibimos mas de 2000 historias de amor y entrevistamos a 20 parejas para seleccionar a los 5 finalistas que estarán compitiendo por la 12va boda que tendrá un costo de más o menos 2 millones de pesos.
Además de la boda, en esta ocasión tendrán una luna de miel a Costa Rica, uno de mis destinos favoritos y un crucero por el Mediterráneo, además del vestido, pero el frac, pero las invitaciones, pero el pastel, pero las flores y hasta DJ Álvarez que estará tocando por 5 horas, obvio las mejores canciones de boda.
Ahora sí, arránquense a leer las historias, que una de ellas será la ganadora de «Cásate con Martha Debayle 2023».
Enrique Emmanuel y Leslie
Y de pronto pronto conoces a quien despierta algo en ti que olvidaste que existía y las canciones de amor comienzan a tener sentido. Tras varios desamores y casi sin fé de encontrar el verdadero amor, recibimos un empujón para intentar con las apps de dates.
A él lo ayudaron sus hermanas porque “no salía ni en rifa” y a mí, mis amigas me ayudaron a hacer mi perfil. Ambos sin saber bien cómo usarla deslizamos a la derecha. En la primera cita el flechazo fue instantáneo y descubrimos que el amor a primera vista sí existe.
De lo digital a lo terrenal nos fuimos enamorando. Tras pláticas profundas, momentos inolvidables y coincidir en metas y valores, decidimos iniciar un proyecto de vida juntos. Ahora estamos aquí preparándonos con cursos prematrimoniales y ahorrando lo más posible, porque cuando encuentras con quién quieres pasar el resto de tu vida, quieres que el resto de tu vida inicie ¡YA!
Sin embargo, por falta de dinero casi renunciamos a la boda que soñamos, pero al ver la convocatoria nos ilusiona que ese sueño sí sea posible. ¡VAMOS CON TODO!
José Luis y Adriana
Esta es una carta para Cupido. Al parecer te caímos tan bien que decidiste lanzarnos una flecha desde muy jóvenes. Como te fascina desafiar el orden, quisiste juntar a dos personas opuestas en su último año de preparatoria cuando sabías perfectamente que irían a universidades en diferentes ciudades.
Tenemos la teoría de que querías escribir tu propia Chick-flick donde ella era la alumna responsable, la que nunca tuvo novios y, que se enamora del alumno deportista, el más desastroso al borde de ser expulsado y que inexplicablemente descubrieron que son el uno para el otro.
Con lo que no contabas, era que esto se convertiría en una serie tipo la Ley y el Orden, de esas que nunca terminan y que pasaríamos 14 años como novios a distancia.
Sabemos que estás cansado de esperar para ver nuestra boda, pero la única manera de celebrar tu flechazo de esta aventura de 14 años es con el magno evento que organiza la madrina Martha. Te avisamos si logramos hacer que nos conceda el deseo para mandarte la invitación.
José Antonio y Kenya
Justo cuando me rendía en el amor, se estaba abriendo la vacante perfecta para mí mientras me graduaba: Asistente de baile, medio tiempo, Uf! ¿Y yo que amo mover el bote! YA ME VI, pensé: *Suena mi celular*, alguien me dice: ‘Kenya, te estamos esperando’. “¡No puede ser, mi entrevista de trabajo era hoy! Ya valí”.
No contaba con que el socio de Toño en Dan-ser (el club de baile que emprendían) insistiría en darme una segunda oportunidad . Fue clave, me contrataron!!!. Cumbión tras cumbión entre güiros y timbales cuando menos lo esperábamos, nos enamoramos.
Solo había dos detalles: Uno, era mi jefe y dos, olía un poco raro. Siempre pensé que el aroma era compatibilidad, ¿no?, pero algo no encajaba. Sobre ser mi jefe, nos resistimos mucho! Pero había magia y era inevitable.
El olor era !AJO! ¡Le ponía ajo al shampoo! Imploré que lo dejara y todo conectó. Amé su aroma, estuvo enmascarado, pero ¡claro que éramos compatibles! El ajo no pudo contra esta química. Llevamos juntos 10 años, estamos listos para llegar bailando al altar y que este idilio de amor sea para la eternidad.
Luis y Ema
Dos perfectos conocidos-desconocidos. Nuestro destino estaba entrelazado en los hilos invisibles del universo, pero nuestras vidas nunca se cruzaron. Compartimos los pasillos de la preparatoria, pero tras graduarnos, el mundo nos separó, cada uno siguió su propio camino. Carreras, trabajos y mudanzas al extranjero nos mantuvieron distantes, hasta que la vida nos tenía preparada una sorpresa un 24 de Enero del 2019.
Era un mes antes de que la pandemia cambiara nuestras vidas para siempre. Nos encontramos en aquella fiesta, y en medio de la música y el baile, 9 años de ausencia se disolvieron en una sola noche. Fue como si el tiempo se detuviera para unirnos nuevamente. La pandemia llegó, pero nosotros resistimos, enfrentando el aislamiento y otros obstáculos que se cruzaron en nuestro camino.
Un año después, un pequeño milagro llegó a nuestras vidas: nuestro hijo. La pandemia seguía acechando, pero estábamos decididos a enfrentar juntos cualquier adversidad que se presentara. Queríamos enseñarle a nuestro hijo la lección más valiosa: «La adversidad, cuando se comparte con la persona que amas, se convierte en una aventura».
Ahora, con un hijo de dos años, deseamos que sea el broche de oro en nuestra historia. Queremos que él vea cómo sus padres celebran el amor y la unión que han construido a lo largo de los años. Hemos aprendido a cuidar lo que amamos, a respetarnos, a escucharnos y a crecer juntos. Este amor se ha convertido en nuestro hogar.
Ema es el amor de mi vida, una paz profunda que encontré en medio del caos del mundo. Desde el momento en que nos conocimos, no hubo nervios ni dudas, solo certeza. Sabíamos que habíamos llegado a nuestro destino, incluso si éramos dos almas muy diferentes. Nuestra relación se construyó sobre el respeto y la comprensión mutua.
Eduardo y Daniela
Hace diez años, el agua y el aceite se juntaron. Yo era la aplicada y dedicada, mientras que él era un reventado, viviendo cada momento al extremo; sin embargo, a pesar de nuestras diferencias, él siempre buscó la forma de estar… estar cerca.
Un día, sorpresivamente, apareció en mi puerta con un ramo de flores y con una timidez encantadora, me pidió que le diera la oportunidad de conocerlo mejor, yo dudaba pero al ver a toda mi familia asomada en la ventana siendo testigos de “la escena de amor”, le dije que sí!!!
Fue después de ese día que poco a poco nuestras conversaciones me revelaron que teníamos más en común de lo que pudiera imaginar, y algo dentro de mí empezó a cambiar, no sé si fue la perseverancia, sus miles de detalles o su forma de ser lo que finalmente hizo que me fuera enamorando poco a poco de él.
Cinco meses después, con el romanticismo a flor de piel, llegó a mi balcón con un mariachi, pidiéndome que fuera su novia.
Hoy 10 años después de ese momento, puedo constatar que hice bien en arriesgarme y darle esa oportunidad, ya que las experiencias juntos nos han mostrado que yo ya no me imagino una vida sin él y él sin mí.
Y en este punto de nuestra historia, él me ha pedido matrimonio, seguimos enamorados como el primer día, listos para comenzar un nuevo capítulo de esta hermosa historia de amor. Y con todo mi ser le respondo: «¡Sí, quiero casarme contigo y continuar esta aventura juntos, para siempre!».
Interventora de gobernación: Ernestina López Mata – Permiso SEGOB: DGRTC/0889/2023
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