Lucy Romero
Terapeuta clínica
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– El ABANDONO, es considerado un tipo de DESINTEGRACIÓN FAMIIAR, lo cual es el rompimiento de la unidad o quiebra en los roles de sus integrantes, por su incapacidad de desempeñarlos en forma consciente y obligatoria.
– La DESINTEGRACIÓN FAMIIAR es el producto del quebrantamiento de la unidad familiar y la insatisfacción de las necesidades primarias que requieren sus miembros.
Factores detonantes de la DESINTEGRACIÓN FAMIIAR:
– Económicos: falta de empleo, pobreza extrema y ocio,
– Afectivos: falta de amor en la pareja o cualquiera de sus integrantes, vicios y desviación de costumbres,
– Culturales: falta de escolaridad y educación.
– Los niños víctima de la DESINTEGRACIÓN FAMIIAR en general poseen una autoestima baja, son inseguros, se aíslan y los sentimientos de ABANDONO y de inferioridad los acompañan en su vida futura.
– Abandono voluntario. Es cuando alguno de los padres decide dejar el hogar, debido a que no se siente feliz y tiene otras expectativas en la vida, o porque el ambiente está muy tenso, predomina la discordia y no hay armonía, por lo cual no pueden seguir juntos y tampoco por el supuesto bien de los hijos, ya que los daña mucho más.
– Solemos pensar en el ABANDONO como algo físico, que sucede cuando una persona a la que quieres te deja o apenas pasa tiempo contigo.
– ¿Cuántas veces tenemos la sensación de que en cualquier momento podemos ser abandonados?
– ¿Cuántas veces, ante un retraso, sentimos verdadero pánico?
– ¿Cuántas veces nos desesperamos ante la posibilidad de que la persona amada pueda dejarnos? Quien ha vivido el ABANDONO suele sentir un miedo incontrolable a que le dejen, procurando evitar a toda costa ser abandonado nuevamente.
– La sensación de ser valorado es esencial para la salud mental, tanto en la pareja, como en las relaciones filiales.
El ABANDONO está directamente relacionado con situaciones de rechazo, y puede intensificarse a lo largo de toda la vida, principalmente cuando se vivencían otras situaciones de rechazo y/o ABANDONO.
– Cada vez que vivenciamos situaciones de pérdida es como si estuviésemos reviviendo la situación original de ABANDONO, que difícilmente se olvida.
– Podemos, reprimir o huir de esos sentimientos, pero raramente conseguimos lidiar sin sufrimiento con cualquier posibilidad de pérdida y/o rechazo.
– Las primeras consecuencias en el ABANDONO, son peores de lo que la pareja se espera. Tanto la felicidad, como la autoestima, como el estado financiero se ven profundamente afectados.
– El daño es mayor aún si se llegaron a compartir diferentes compromisos (propiedades, amistades y, sobre todo, hijos) y el nivel de intimidad era muy alto.
– El ABANDONO silencioso es una ruptura traumática, y siempre ocasionará rechazo y enojo.- La persona que se siente abandonada lo interpreta como una muestra de rechazo brusco y cruel por parte del miembro de la pareja que ha decidido dejarle, puede vivir esta situación con intenso dolor.
Las personas rechazadas suelen pasar por un período de duelo, con numerosos síntomas depresivos:
– falta de ilusión por los temas cotidianos
– tristeza
– melancolía
– insomnio
– inapetencia
– pensamientos negativos y recurrentes
– sentir que el mundo se les viene encima
El ABANDONO silencioso provoca lo que conocemos como:
DUELO ANORMAL: Este término se emplea para describir una reacción de duelo poco común, se utiliza cuando el duelo es muy intenso, prolongado o la reacción se ha retrasado, o para describir los síntomas experimentados fuera de un rango normal, que según los expertos serían:
– Preocupación con sentimiento de desvalorización personal
– Sentimientos de culpa excesivos
– Lentitud acusada de pensamientos y movimientos
– Un periodo prolongado de no ser capaz de realizar una actividad normal.
– Llegar al punto de perdonar el ABANDONO o a aquellos que nos han causado un dolor profundo, para algunos, esa es una tarea fácil, pero hay que admitir que para otros puede ser prácticamente imposible.
– No es posible perdonar si el perdón se entiende como negación del hecho, pues es preciso sentir el dolor que ha quedado reprimido en nuestra alma.
– Perdonar no significa aceptar, sino permitirnos sentir y expresar toda la rabia y dolor reprimidos y encontrar caminos saludables que puedan transformar esos sentimientos en experiencia y aprendizaje.
– Al hacernos más conscientes de nuestras heridas, entre ellas las generadas por el ABANDONO, podemos actuar sobre aquello que hemos vivenciado, aprendiendo a respetar nuestros sentimientos más profundos, asumiendo la responsabilidad por los cambios que podemos permitirnos vivenciar en el momento presente.
– No se trata de regreso al hogar, ya sea los padres, la familia, la pareja o el pasado, porque muchas veces ese hogar nunca ha existido.
– Es el descubrimiento de un nuevo hogar, el que cada uno de nosotros puede construir, sin abandonarse más.