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El arte de perdonar

¿Es fácil, difícil o imposible? Hoy te decimos cómo hacerlo.

junio 9, 2015

Hands holding another person's hands

Mario Guerra
Terapeuta y tanatólogo
Consulta a nuestro especialista

• El perdonar puede ser muy complejo y lento. Incluso, para muchos, esto resulta imposible a pesar del dolor que les provoca el resentimiento que los mantiene encadenados justo a quien los lastimó.
• No es un secreto que hay muchos que no perdonan. Para hacerlo, se necesita ejercer un arte que conlleva distintas habilidades como revisar las historias de lo ocurrido y distinguirla de las historietas que nos contamos.
• Aprender a aliarnos con nuestras emociones y no volvernos títeres de sus impulsos. Renunciar a la búsqueda de justicia por encontrar la paz.

¿Qué es perdonar?

Es elegir reconocer lo que ha pasado, de la manera en que pasó, en vez de vivir pensando en lo que podría o debería haber pasado.
• Es dejar de pelearte con lo que es.
• Perdonar es dar un paso hacia el presente, con la mirada puesta en el futuro y no vivir anclado en el pasado.
• Es entender que quien me ha lastimado no necesariamente ve la vida de la manera en que yo la veo.

¿Es igual que resignarse o aceptar?

Resignarse nos encierra en la impotencia y la indefensión.
• Aceptar es básicamente un dejar de hacer.
• Perdonar es un acto que te ayuda a crear para ti un futuro en libertad.

¿Por qué no es sencillo?

• Porque es un proceso y no un switch de encendido/apagado.
• Depende mucho de la falta cometida, el significado que le des a esta, la intención que tú creas que tuvo el otro y tu capacidad de ser flexible.
• Hay personas que perdonan con más rapidez la misma falta que tu llevas años resintiendo y viceversa.
• Nadie le puede decir a otro cuándo debe o no debe perdonar.
• Es una decisión muy personal.

Tres obstáculos basados en la ciencia que nos impiden perdonar

• Un estudio realizado por el Dr. Ian Williamson y cols. y que fué publicado en el “Journal of Motivation and Emotion” en Junio de 2014, identificaron 3 categorías de obstáculos en lo que llamaron “Aversión a perdonar”.

Protocolo para pedir perdón 

1. Indisposición

Se define como un estado de inquietud emocional en donde la persona se siente atrapada a través de:
• Mantener un papel de víctima.
• Rumiar el mal que les hizo otro o la vida.
• Incapacidad para mirar y contarse lo ocurrido de otra manera

¿Quién es más propenso a padecer esta indisposición?

• Personas ansiosas, que tienden a rumiar o quejarse de todo.
• Personas que tienen miedo a que los vuelvan a lastimar.

¿Qué hacer en este caso?

• Es importante no apresurarse a perdonar y no perdonar demasiado de prisa.
• No ceder a las presiones externas acerca de las terribles consecuencias en la salud para el que no perdona o la dureza de su corazón.
• Revisar nuevamente lo ocurrido, reconocer las emociones y los pensamientos que se tuvieron acerca de sí mismo y del ofensor.
• Pensar que pudo el otro haber hecho diferente, qué pudo uno mismo haber hecho distinto y qué se puede hacer diferente de ahora en adelante.

Librarte de creencias erróneas:

• Sólo Dios perdona.
• No sólo él perdona.
• Perdonar es olvidar.
• El perdón no es amnesia
• Perdono sólo cuando ya no me duele.
• Uno puede elegir perdonar en cualquier momento.
• Perdonar es reconciliarte.
• No necesariamente, especialmente si el otro te sigue lastimando.
• El perdón es una obligación.
• Es una decisión.

2. Autoprotección

• Este bloqueo está basado en el temor, posiblemente muy legítimo y fundado, de que perdonar nos dejará vulnerables para que nos vuelvan a lastimar, para que vuelvan a abusar de nosotros o que no respeten nuestros límites.

¿Quién es más probable que utilice la autoprotección?

• Personas que han sido repetidamente lastimadas y cuyo agresor no pidió perdón o no mostró remordimiento.
• Especialmente cuando el agresor minimiza el daño y utiliza actitudes de “Ya perdóname, no es para tanto”
• También cuando el agresor culpa al ofendido por lo ocurrido: “Pues te pegué porque me hiciste enojar”
• Personas que sufren continuamente transgresiones a la confianza o incumplimiento de promesas
• En este caso no perdonar es un intento por mantener un equilibrio en el poder y control dentro de la relación.

¿Qué hacer en este caso?

Para que la persona se pueda sentir segura y considere perdonar debe:
• Establecer nuevas reglas en la relación.
• Fijar límites claros y cero tolerancia con nuevas faltas.

Si se vuelven a cometer lo mejor es perdonar y romper toda relación con el agresor.

• Para fijar límites se recomienda:
• Identificar un límite que nos has podido poner con quien no puedes perdonar.
• “Ya no voy a dejar que me grite”.
• Revisa este límite y piensa cómo te ayuda a sentirte más seguro, si este límite no lastima la dignidad del otro y nota similitudes y diferencias entre las necesidades de ambos.
• Habla con la persona y hazle ver a lo que ya no estás dispuesto. Se claro, directo y no des muchas explicaciones. Escucha lo que tiene que decirte y buscar llegar a un acuerdo.
• “Voy a pedirte que ya no me levantes la voz porque eso me lastima”

Establece las consecuencias, de manera muy específica, de una nueva falta. Establece algo que sí vayas a cumplirle. No es una amenaza, porque no involucra la intención de hacer mal al otro sino de ponerte a salvo tú.

• “Si vuelves a hacerlo, voy a tener que terminar mi relación contigo”
• Si tú eres el que ha cometido la falta:
• Pide perdón sin presionar.
• Reconoce el daño que has hecho (aún sin querer)
• Reconoce y valida los sentimientos del otro.
• Vuelve a pedir perdón y ofrece tu disposición de no volver a lastimar al otro.

3. Dignidad

Esto se relaciona con conservar la dignidad frente a otros, proteger la imagen pública y proteger el autoconcepto.
No queremos parecer débiles, estúpidos, vulnerables, dejados o patéticos.
Buscamos evitar sentir vergüenza de nosotros mismos.
Es un temor a perder una imagen de poder y control ante la sociedad.

¿Quién utiliza más la barrera de la dignidad?

• Personas con baja autoestima que incluso no sólo no perdonan, sino que incluso buscan venganza.
• Personas que dependen mucho de la opinión de otros o que son muy vulnerables a las críticas.
• Para estas personas el no perdonar les hace sentir que se les restituye una dignidad social ante el ofensor.
• Te quieres hacer el fuerte porque en realidad te sientes muy vulnerable.

¿Qué hacer en este caso?

• Es necesario que recobres tu sensación de valía y respeto personal antes de considerar perdonar.
• Pero no hacerlo a través de la venganza porque, de lo contrario, crearás una espiral de agresividad entre ambos.
• La venganza o revancha es la búsqueda de justicia y el arte de perdonar no espera lo imposible.
• A veces tenemos que renunciar a la búsqueda de la justicia para alcanzar la paz.
• En este caso buscar ayuda profesional es la mejor idea.

Como conclusión

• Si ya decidiste que vas a perdonar, hazlo antes que sea demasiado tarde y te gane el tiempo o la pérdida.
• Aún así, no es una obligación perdonar si sientes que no puedes hacerlo; el perdón es una decisión muy personal que cada uno puede tomar o no. Sólo asume que no perdonas porque el hecho sea imperdonable, sino porque tú no has desarrollado aún el arte de perdonar.

junio 9, 2015